Con esta suspensión el gobierno de Jaime Bonilla no puede publicar la expropiación ni ejecutarla hasta que no se resuelva de fondo el juicio de amparo, por lo que avanza la tesis municipalista en defensa del Club
Un juez federal concedió la suspensión definitiva al Club Campestre de Tijuana en el juicio de amparo 316/2021. Esta resolución definitiva ordena tres cosas: que no se desposea ni se perturbe al Club Campestre; que se resuelva si se quiere el proceso de expropiación (que lleva a cabo la Secretaría General de Gobierno) pero que no se publique; y que no se adjudique el inmueble del Club Campestre a nadie hasta que se resuelva de fondo el juicio de amparo.
Juan Marcos Gutiérrez, abogado al frente del amparo 316/2021 y de la estrategia municipalista dijo a ZETA que “con esta resolución el Club Campestre de Tijuana queda protegido hasta que haya una resolución de fondo firme y que pase por todas las instancias”.
Explicó que el juez federal notificó la resolución este 15 de junio de 2021 y en ella esgrimió tres razones para conceder la suspensión definitiva. La primera es la apariencia del buen derecho en el que encontró que los argumentos de la defensa del Club Campestre son posiblemente razonables como para conceder el amparo y por eso lo protege.
El juez también consideró que es muy probable que el procedimiento de expropiación -que el Gobierno de Jaime Bonilla Valdez inició con la Declaratoria de Utilidad Pública el 13 de abril pasado- ha desestimado las facultades constitucionales y legales del Ayuntamiento de Tijuana en materia de desarrollo urbano.
Y que para concluir esos procedimientos debiendo ocurrir, no ocurrieron y si ocurrieron tuvieron defectos porque no le permitieron al Club Campestre ser oído, ni llamado a esos procedimientos. Lo cual violaría el artículo 14 de la Constitución Mexicana.
Esto porque antes de que el gobierno estatal publicara la Declaratoria de Utilidad Pública tuvo que haber procedimientos de uso, destino y afectación del suelo urbano, que son competencia del Ayuntamiento, abundó Gutiérrez en entrevista.
El tercer argumento “es un desdoblamiento del segundo” y es que el daño potencial que se le puede causar al Club Campestre de Tijuana y en general a la ciudad si no se otorgara esta suspensión definitiva es mucho más alto frente a la probabilidad de que el procedimiento expropiatorio es defectuoso.
“Hay optimistas probabilidades de que el amparo de fondo se conceda, sin embargo, todavía hay varias instancias. Esto puede llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación así que yo llamo a la cautela y a un optimismo moderado, prudente”, agregó.