Protagonizada por Gilberto Barraza y nativos de la frontera México-Belice, “Selva Trágica”, la ambiciosa, mitológica y multipremiada cinta de Yulene Olaizola, se sumará al catálogo de Netflix el 9 de junio. Indira Andrewin, Mariano Tun Xool, Eligio Meléndez y el histrión mexicano, compartieron a ZETA detalles del western dramático y fábula metafórica
Envuelto en una tensión sexual, Gilberto Barraza (Ausencio) deambula en el exuberante e inmenso ecosistema salvaje del Sureste mexicano, y a lo largo del Río Hondo (México y Belice), como capataz de un grupo de chicleros que termina devorado por fuerzas milenarias de la cultura maya, parte del fantasioso retrato “Selva Trágica”. Aventura fílmica sobre explotación, racismo, abuso de poder y disputas entre ingleses, lugareños y negros que conviven ante ausencia de ley.
“Personificar a Ausencio en ‘Selva Trágica’ fue un gran reto para mí, sobre todo enfrentar ese universo verde, sumergirse en él y estar siempre al acecho ante el peligro; te descuidas y te comen, te da miedo pensar en la mordedura letal de la víbora de Nauyaca, que abundan nidos en esa jungla, además de árboles que te hacen daño. Pero fue maravilloso prepararse física y mentalmente, entrenar e interactuar con nativos chicleros, de los que tuve que ser capataz en una expedición”, señaló Barraza a ZETA sobre el multipremiado filme en Europa y Estados Unidos.
“Enfrenté el dilema de ser actor e interactuar con los no actores, la vida me enseñó que las cosas no son fáciles, somos iguales. Tuvimos un taller intensivo de confianza y camaradería, era importante que ellos confiaran en mí. Esto requirió más construcción del personaje, afortunadamente soy talachero y logré ingresar a la selva a despropiar el látex del chicozapote que se usa para preparar chicle”, agregó el actor que vivió parte de la historia laboral de la Península de Yucatán, Belice y Guatemala, donde más de 40 mil chicleros trabajaron en la década de los 20 para los ingleses.
“Estuvimos meses con Mariano Tun Xool, quien actúa y narra la película, aprendiendo cómo se ganan la vida con el arte de extracción del chicle a base de machetazos, en la que ves literalmente árboles de uno o dos metros de diámetro sangrar blanco. Es muy poético el asunto, más cuando Yulene (Olaizola, directora) mezcla la leyenda del Xtabay que no muchos mexicanos conocen, sobre dos hermanas mayas, una puritana y otra muy coscolina (Agnes), que es representada por la beliceña Indira Andrewin y, cuando aparece en nuestro camino, nos cambia totalmente la vida. Imagínate puros hombres recluidos seis, ocho meses en la selva, aparece una mujer, y por instinto animal te conviertes en un abusador”, narró el actor, quien participó en un ritual para solicitarle a la selva permiso de filmar.
“Desde que empezó la filmación dormí con mi vestuario, fue mi segunda piel, importante al escuchar ‘acción’, parte de la comunión, del alucín y de humanizar a esos personajes. Espero en México arropen la película como en el extranjero, aprendí que no tenemos mucha relación con Belice, sin embargo, los mayas comparten la leyenda del Xtabay con ellos a través de la selva”, apuntó quien se iniciara en la obra “Tomochic” junto a Joaquín Cossío en Ciudad Juárez, pasando del teatro al séptimo arte en “The Mexican”, “¿Qué barrio?” y “En la estancia”, por la que en 2015 fue reconocido como Mejor Actor Latinoamericano en el Festival de Cine de Gramado en Brasil.
Actualmente Barraza filma en México, dirigido por el multigalardonado Alejandro González Iñárritu.
LOS CHICLEROS Y AGNES
En entrevista con ZETA, Eligio Meléndez compartió que llegó al filme por medio de un casting anunciado por perifoneo en su pueblo (3 Garantías, Quintana Roo), pero nunca antes había visto una película; mientras Mariano Tun Xool, quien es chiclero originario de Pino Suárez (cerca de Valladolid, Yucatán) y no tiene televisión, fue invitado directamente por la directora.
Respecto a la leyenda de Xtabay, Meléndez afirmó: “Me dio escalofríos ver el espíritu, tenía temor de quedar traumado por el hechizo, pero pude separar la ficción de la realidad”, a lo cual Tun Xool, también narrador maya de la leyenda, agregó: “En mi pueblo hemos visto a la mujer de vestido blanco y cabello largo, algunos han visto sus patas y huido de miedo”.
Por otro lado, la hoy modelo y actriz Indira Anderwin confesó que en Belice no existe una industria de cine muy grande, pero sí un ambiente selvático.
“Crecí corriendo descalza en la selva, de manera que fue un ambiente muy natural para mí, me daba risa que los citadinos se asustaban de las serpientes. Mi bisabuelo era chiclero y miró al Xtabay, por tanto, ‘Selva Trágica’ también retrata mi cultura e historia. Mi personaje fue más físico que entablando diálogos”, señaló la coprotagonista, quien se prepara para actuar en filmes en África y Europa.