Mientras que el actor y comediante estadounidense Bill Cosby es liberado de prisión por la corte suprema de Pensilvania tras su condena por agresión sexual, la actriz Allison Mack es sentenciada a tres años de cárcel en un caso de culto sexual relacionada con la secta NXIVM. Otras de las noticias que acaparan la mirada internacional es el caso de la afamada cantante Britney Spears, quien, tras sus contundentes declaraciones, su padre, Jamie Spears, se deslinda de toda culpa y se dice “preocupado” por su hija.
Después de haber sido acusado en 2015 y declarado culpable en 2018 por delitos de violación hacia la basquetbolista Andrea Constand en su casa de Filadelfia en 2004, lo que causo su sentencia de tres a 10 años en prisión, el tribunal mayor de Pennsylvania dictaminó este miércoles que Bill Cosby queda liberado de los delitos de los que fue acusado, y que el acuerdo con el exfiscal Bruce Castor en 2005, debería haber impedido que fuera acusado nuevamente.
“El peso colectivo de estas consideraciones llevó a DA Castor a concluir que, a que menos Cosby confesara, no había pruebas creíbles y admisibles insuficientes sobre las cuales cualquier cargo con el Sr. Cosby, relacionado con el incidente de Constad pudiera haberse probado más allá de toda duda razonable”, declara el argumento del tribunal mayor.
Por otro lado, quien también fue juzgada por delitos relacionados a abusos sexuales, es la actriz estadounidense Allison Mack, quien esta mañana fue sentenciada a tres años en una prisión federal tras convertirse en figura clave en el culto NXIVM liderado por el traficante sexual convicto Keith Raniere. Fue en un tribunal federal de Brooklyn donde la ex estrella de “Smallville” fue presentada ante el juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Nicholas Garaufis. “Tomé decisiones de las que me arrepentiré para siempre”, dijo la actriz de 38 años de edad.
Adicional a los tres años en prisión, Mack tendrá que pagar una multa de 20 mil dólares y cumplir con una orden de 1000 horas de servicio comunitario, posteriormente serpa entregad a las autoridades el 29 de septiembre. Fiscales señalaron cómo Mack y Raniere llegaron a formar un club social para mujeres en la órbita de dicha secta que, alentaba a sus integrantes a servir como “esclavas” de los “amos” designados, siendo la actriz una de las autoridades de alto novel dentro del círculo de culto abusivo.
Otro escandalo sexual que se ha venido desarrollando es la del actor James Franco, quien en octubre del 2019 fue demandado donde las acusaciones alegan que él y sus asociados obligaron a unos estudiantes a realizar escenas de sexo explícitas frente a la cámara. Tras la batalla legal, el actor de “127 horas”, ha firmado el pago de 2 millones 235 mil dólares para quedar exento de las acusaciones por parte de los jóvenes Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, mismos que presentaron una demanda colectiva en la Corte Superior del Condado de Los Ángeles.
En dichas acusaciones, los estudiantes argumentaron que Franco y sus socios “participaron en un comportamiento generalizado inapropiado y con carga sexual hacia las estudiantes al sexualizar su poder como maestra y empleador aprovechando la oportunidad de desempeñar un papel en sus proyectos”. Otras de las declaraciones mencionan que tanto Franco y su socio comercial, Vince Jolivette defraudaron a los estudiantes al pagarles 300 dólares al mes por una escuela de actuación abierta en 2014, en la que señalaron fueron intimidados y vistos como objetos sexuales.
Tras el argumento los abogados del actor negaron previamente los reclamos como “falsos e incendiarios, legalmente infundados y presentados como una acción de clase con el objetivo de obtener tanta publicidad como sea posible para los demandantes hambrientos de atención”.
Por su parte, el acuerdo por el cual Franco es liberado, recalca que 894 dólares irán a los demandantes citados, y el resto iría a un fondo común para el resto de los miembros de la demanda colectiva.
Por último, tras las fuertes declaraciones de la princesa del pop, Britney Spears, en una corte de los Estados Unidos sobre lo complicado y desgastante que ha sido estar bajo una tutela y no poder tomar decisiones referente a su carrera y vida personal, su padre Jamie Spears, se deslinda de los señalamientos que ha hecho su hija en su contra, declarando que se siente “preocupado” por la salud de la estrella, y culpa tanto a la tutora temporal de Britney, Jodi Montgomery y a su abogado, Samuel Ingham lll de las acciones de la artista.
La abogada de señor Spears, Vivian Thoreen, presentó ayer martes nuevos documentos como respuesta para destituir a Montgomery en la tutela de su hija, esto después de que el abogado de la cantante de 39 años solicitara a Montgomery como tutora permanente de la artista. Dicho por la misma estrella del pop en declaraciones pasadas, menciona que “teme a su padre”, quien en 2019 renunció temporalmente a la autoridad que tenía sobre su hija.
En el nuevo documento presentado por su abogada se indica que “Sobre las bases de sus declaraciones ante el tribunal, al Sr. Spears le preocupa que la petición para nombrar a Jodi Montgomery presentada por el abogado Samuel Ingham lll, no refleje sus deseos (de Britney Spears)”. Estas declaraciones apuntan a que el pasado 23 de junio la cantante manifestó el oponerse a estar bajo una tutela, develando sus continuas disputas con Montgomery sobre su tratamiento médico y otros problemas de cuidado personal.
Así mismos se recalcó que el padre de la intérprete de “Toxic” no esta en comunicación con ella, dejando en claro que no ha tenido nada que ver con las decisiones que hace un par de semanas declaró la artista, entre ellas el hecho de casarse y tener otro hijo, situaciones que no ha podido debido a que el médico le ha impedido retirarse el DIU. Sin embargo, dentro de los argumentos de Britney, describió la tutela de su padre como “abusiva” con acciones que iban en contra de su voluntad.