Ha pasado un año desde que Kevin Alejandro Rodríguez Leyva y Rubén Chávez Pérez fueron asesinados, Y las autoridades no han logrado detener a los responsables; además, los agentes que traían el caso ya no les contestan a las familias.
El lunes 17 de mayo del 2021 se cumplió el primer aniversario de cuando se reportó el secuestro de los jóvenes; tres meses después (agosto 2020), colectivos de búsqueda encontraron sus cadáveres enterrados en un predio de la colonia Obrera Tercera Sección, cerca de donde vivían.
Desde el primer día de la desaparición de Kevin y “Junior”, como era apodado Rubén, sus madres, Cristina Leyva y Karina Pérez, se enfocaron en encontrarlos; terminaron convirtiéndose en investigadoras y aportaron muchas pruebas a las autoridades.
“Nosotras les hemos dado mucha información [a las autoridades], nosotras recorrimos las calles, estuvimos preguntando, marchando, manifestándonos, estuvimos tocando puertas, y ahora ni siquiera nos contestan las llamadas.
“Nada nos lo va a regresar, pero tampoco puede quedarse así… o sea, ellos tenían muchos planes, tenían muchas ilusiones; Junior quería seguir en el futbol -americano-, quería seguir jugando”.
“Kevin tenía tantos planes… mi hijo, quería construir, me decía ‘mamá, vamos a seguir trabajando y hago unos departamentos para cuando tú ya no quieras trabajar; de ahí nos mantenemos’”, dijo Cristina Leyva, madre de Kevin Alejandro Rodríguez Leyva.
Hasta el cierre de la edición, la Fiscalía General de Estado (FGE) aún no había aportado el avance sobre la investigación por el asesinato de Kevin y “Junior”, a pesar que habían acordado hacerlo.
Kevin y “Junior” tenían 20 y 18 años, respectivamente; ambos coincidieron en el equipo de futbol americano Gorilas del Cbtis en el fraccionamiento El Rubí, y desde muy jóvenes establecieron una amistad, la cual duró hasta el momento de su muerte.
Varias personas que los conocían han informado a ZETA que eran unos jóvenes trabajadores, amables y querían mucho a sus familias, por lo que piden que las autoridades hagan su trabajo y detengan a los responsables.
“Eran unos muchachos muy buenos, tenían muchos amigos, los veías siempre con su equipo de futbol americano; no se merecían pasar por lo que pasaron, que les hicieran eso. Que se haga justicia”, reclamó una vecina de la colonia Obrera.
Alrededor de las tres de la tarde del 17 de mayo del 2020, al menos tres hombres acudieron a la casa de la familia de Kevin, en el callejón Sindicalismo de la colonia Obrera, y se llevaron a los dos jóvenes.
Cuando sus madres fueron a reportar el plagio, en el Ministerio Público les dijeron que debían esperar unas horas, perdiendo tiempo valioso para localizarlos.
Luego de hacer una manifestación el caso llegó hasta Hiram Sánchez Zamora, Fiscal Central de la FGE, quien se comprometió con las madres para investigar el caso; sin embargo, hasta el momento nadie ha sido detenido por el asesinato de los jóvenes.
“Ya los encontramos; no como queríamos, pero ya los vamos a tener con nosotros. Ahora queremos que se haga justicia”, dijo Cristina Chávez el 18 de agosto del 2020, un día después que localizaron los cadáveres.