Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), anunció, este jueves 6 de mayo, que dio positivo al coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).
El funcionario federal, de la institución que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dijo en su cuenta de la red social Twitter, que se encuentra asintomático y en buenas condiciones de salud.
El titular de la UIF participó ayer miércoles 5 de mayo, en un foro virtual, organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
En su conferencia, Nieto Castillo afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador, le pidió no presentar denuncias durante el periodo de campañas electorales que concluye el próximo 6 de junio, para que no fuera a interpretaste que la UIF se usa con fines políticos.
Como parte de los protocolos de monitoreo y prevención, informo que he dado positivo a una prueba de COVID-19. Me encuentro asintomático y de forma responsable me mantendré en aislamiento. Estaré al pendiente de las tareas de la #UIF. He informado al Presidente @Lopezobrador_
— Santiago Nieto (@SNietoCastillo) May 6, 2021
El 3 de septiembre del 2018, Carlos Manuel Urzúa Macías, entonces propuesto por el presidente electo López Obrador, como el que sería el titular de la SHCP, anunció que Nieto Castillo encabezaría la UIF. Antes. el 22 de mayo de ese mismo año, durante un mitin realizado en Tlaquepaque, Jalisco, el ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) se sumó al proyecto electoral del entonces candidato presidencial.
El 14 de marzo del 2018, Nieto Castillo aseguró que fue despedido como titular de la FEPADE para detener varias las investigaciones que había iniciado, no solo por presuntos sobornos de Odebrecht al ex director de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Emilio Ricardo Lozoya Austin, sino también en supuestos casos de financiación ilegal de elecciones estatales por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Fui un fiscal molesto para el Gobierno [de Enrique Peña Nieto] y me querían fuera”, dijo el ex fiscal en una entrevista al diario estadounidense The Wall Street Journal, firmada por el periodista español Juan Montes, quien destacó que el escándalo de sobornos en torno Odebrecht generó cargos penales contra ex presidentes en Brasil y Perú, pero no fue así en México.
Nieto Castillo afirmó al WSJ, que poco antes de su despido de la FEPADE, había solicitado información bancaria de las Islas Caimán, además de declaraciones juradas y otra documentación de las autoridades brasileñas, como parte de su esfuerzo para decidir si existían motivos para presentar cargos contra Lozoya Austin.
El ex titular de la FEPADE fue destituido de su cargo el 25 de octubre del 2017, por el encargado de despacho de la la ahora extinta Procuraduría General de la República (PGR), Alberto Elías Beltrán, por supuestamente “violar” el código de ética de la institución, así como “violentar la reserva estricta que establece la Constitución y el Código Penal” en materia de investigaciones.
El periodista español aseguró que el WSJ tiene transcripciones de las declaraciones bajo juramento de varios altos ex funcionarios de Odebrecht ante los fiscales brasileños, testimonios en los que que aseguran la constructora pagó 10 millones de dólares en sobornos a Lozoya Austin para obtener contratos de obra pública, de los cuales 4 mdd se entregaron en el 2012, año en que Peña Nieto fue electo presidente.
“El resto fluyó a Lozoya después de que se convirtiera en jefe de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos en diciembre de 2012, dijeron los ex funcionarios de Odebrecht”, abundó el rotativo, que también recordó que la constructora ganó contratos con Pemex por valor de al menos 1.5 mil millones de dólares durante la dirección de Lozoya, que finalizó en 2016, lo que el ex funcionario federal ha negado.
La PGR afirmó que Nieto Castillo fue despedido por divulgar ilegalmente detalles de una investigación activa. El ex fiscal dio una entrevista con el diario Reforma, días antes de que fuera despedido, asegurando que Lozoya Austin lo presionó para que supuestamente lo declarara públicamente inocente, por los señalamientos de presuntos sobornos. Sin embargo, el ex director de Pemex mostró una carta, en la que simplemente había pedido que lo llamaran para testificar.
“Nieto reconoce su error, pero dice que la controversia sobre la carta era parte de un esfuerzo más amplio para sacarlo de la oficina y silenciarlo”. Poco después de ser despedido, según narró el ex titular de la FEPADE al WSJ, fue convocado a un hotel por Jorge Francisco Márquez Montes, entonces Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), cuando su titular era Miguel Ángel Osorio Chong.
Según Nieto Castillo, el alto funcionario de la SEGOB le dijo que el Gobierno Federal “quería mantener una buena relación con él, y que como gesto de buena fe, le ofreció dinero para ayudarlo por no tener trabajo”. El ex titular de la FEPADE también aseveró que lo intentaron “comprar para que guardara silencio”, pero que respondió que “no podía recibir dinero de Peña Nieto”.
Márquez Montes, quien ya no trabaja en el Gobierno Federal, confirmó al WSJ que se reunió con Nieto Castillo, pero negó haberle ofrecido dinero. Por su parte, el portavoz presidencial mexicano, Eduardo Sánchez Hernández, se negó a comentar sobre las alegaciones del ex titular de la Fepade, indicó el rotativo.
Nieto Castillo narró al rotativo estadounidense que los esfuerzos por silenciarlo no terminaron ahí, ya que su esposa le dijo que le enviaron fotos anónimas de él con otra mujer, así como textos “coquetos” entre él y otras mujeres, según el ex fiscal.
“El matrimonio pronto terminó. Luego vino una serie de mensajes amenazantes a través de cuentas anónimas de [la mensajería instantánea] Telegram, incluida una con el alias ‘La muerte te sigue’. ‘Un consejo: manténgase alejado de los problemas’, dijo uno de los mensajes, que fueron revisados por The Wall Street Journal.
El ex titular de la FEPADE le dijo al WSJ que “teme por su vida y la de sus dos hijas adolescentes”, y que había informado de las amenazas a la PGR, dependencia federal que tampoco quiso hacer ningún comentario al rotativo estadounidense.