Ambientalista señala que el Centro de Transferencia de la colonia Guajardo se convirtió en un “tiradero a cielo abierto” ante el incumplimiento de empresa operadora. Ayuntamiento reconoce que este lugar es su responsabilidad, pero desconoce cuándo dejó de ser facultad del concesionario
Tras quince años en funcionamiento, el relleno sanitario de Tecate se encuentra al 80% de su capacidad (431 mil 432.97 toneladas), con lo que en un par de años llegará al límite y no se podrán depositar más residuos en el terreno ubicado en Paso del Águila, según lo manifestado por la empresa operadora del mismo y el XXIII Ayuntamiento de ese municipio.
Por ello, Administración, Desarrollo, Disposición y Operación, S de RL de CV (también conocida como ADDO) solicitó la autorización para operar un sitio de disposición final en un predio en Cerro Azul.
Sin embargo, Cristian Omar Armas, representante del Centro de Investigación sobre Biodigestión Anaerobia, Residuos Sólidos, Agua, Energía Verde y Composta (CIBRUC) señaló que la empresa ha incumplido el contrato de concesión del relleno sanitario de Tecate, sin que alguna administración municipal haya revocado el mismo, por lo que solicita a la autoridad revisar cómo está trabajando el relleno para determinar si la empresa puede seguir operando o no.
En declaraciones a ZETA, Luis Villavicencio, secretario general del Ayuntamiento de Tecate, indicó que la postura de la administración de Zulema Adams es que no se le va a otorgar ni a él ni a nadie, una concesión para ampliar u operar un sitio de disposición final, dado que actualmente está vigente la concesión del relleno sanitario de Paso del Águila.
Será la Subsecretaría de Protección al Ambiente de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST) la entidad encargada de establecer si el predio en Cerro Azul cumple o no con lo que establece la Norma Oficial Mexicana NOM-083-Semarnat y autorizar los permisos para operar un sitio de disposición final en ese lugar.
El predio en cuestión es de los ejidatarios, por lo que no es una decisión que corresponda al Ayuntamiento. “No sé si ellos (la empresa) ya hicieron la compra o ya se pusieron de acuerdo con los ejidatarios” comentó el funcionario local.
Recordó que hace cuatro o cinco administraciones el predio contaba con viabilidad y el otorgamiento de autorizaciones para operar como relleno sanitario, “pero por la falta de acercamiento de esa administración con los ejidatarios, no se pudo llevar a cabo el relleno sanitario en su momento, y posteriormente se convirtió en un basurero”.
— ¿La autorización que está pidiendo la empresa para operar el predio en Cerro Azul sería solamente por esos cinco años? O teniendo ya la autorización, ¿estaría apostándole a ampliar la concesión?, preguntó ZETA.
“Sí, pero eso ya lo determinarían las siguientes administraciones. Yo te puedo hablar por esta administración y la instrucción que nos dio la alcaldesa; por parte de nosotros no va a haber ampliación de la concesión”, afirmó Villavicencio.
En el contrato de la concesión “irrevocable” signado en 2006 entre el representante y socio de la empresa, Roberto Romandía y el presidente municipal Joaquín Sandoval Millán, el concesionario se comprometió a “garantizar la vida útil de la planta por un término de 20 años (periodo de vigencia de la concesión).
Sobre la autorización solicitada por la empresa, José Carmelo Zavala, subsecretario de Protección al Ambiente, manifestó que la petición es para ampliar por cuatros años más la autorización para depositar residuos en el mismo predio que actualmente ocupa el relleno sanitario de Tecate. Trámite que está en proceso, no ha sido autorizado y no hay fecha para que se dictamine. Versión que discrepa a la proporcionada por el Ayuntamiento y la empresa.
LOS INCUMPLIMIENTOS
ZETA tuvo acceso al contrato signado en 2006 -a escasos seis meses de que se constituyera la empresa que lo opera-, así como al convenio modificatorio del contrato, el cual data de 2013. En ambos se establece una serie de compromisos que ni concesionario ni Ayuntamiento han respetado cabalmente.
Uno de estos -como lo señaló Cristian Armas, representante de CIBRUC-, es que la empresa se obligó a crear una planta incineradora de basura. Siete años después, en el convenio modificatorio del contrato, el proyecto cambió a un Centro de Transformación de Residuos Sólidos Urbanos en Energía Eléctrica.
Cuestionado respecto al por qué no se construyó dicha planta incineradora, el representante de la empresa reconoció que “el planteamiento de ese entonces estuvo mal”, y que por disposiciones de la Comisión Reguladora de Energía, se tuvo que proponer un centro de transformación de residuos en energía eléctrica, mediante ciclos combinados o a través de plasma, el cual tampoco opera, dado que “todavía no tenemos el tonelaje para poder convertir la basura a energía”, al requerirse 500 toneladas aproximadamente, justificó Roberto Romandía.
Por su parte, Armas acusó que el relleno sanitario de Paso del Águila “constantemente tiene incendios y no está operando bajo norma”. Normalmente cuando hay incendio en los rellenos es por dos cosas: porque se están revolviendo residuos industriales con sólidos urbanos que no deberían, “y estos residuos sólidos industriales pueden ser aceites, materiales que son inflamables y generan estos incendios”, describió en entrevista con este Semanario.
Al respecto, Gabriela Vázquez Ortega, directora de Protección al Ambiente del Ayuntamiento, señaló que la dependencia a su cargo ha efectuado inspecciones y no se ha encontrado “algo que podamos tener alerta y hacérselo saber a la autoridad (estatal), Es un tema que regula el Estado”.
Asimismo, aclaró que de 2019 a la fecha “no ha habido ninguna queja o denuncia de ningún tipo sobre el relleno sanitario”, aunque reconoció que en lo que va de la presente administración hubo un incendio en los primeros días de octubre de 2019.
A propósito, el representante de ADDO expuso que el incendio fue causado: “Ahí trabajan alrededor de 70 a 90 pepenadores, te has de imaginar qué clase de gente es esta. Se pelean los materiales, hay a veces conflictos, pero es personal que no depende de mí, entonces entre los pleitos, entre un grupo y el otro prendieron unos materiales que reciclaba otro grupo; fue un incendio provocado”.
— Llama la atención, porque en el contrato modificado se lee que no se permite la pepena. ¿Por qué se está permitiendo?
“Porque es un mal incontrolable. Es gente que ha vivido toda su vida del reciclaje, de la basura y es gente bien dura, bien difícil. Hemos tenido inclusive personas muertas de seguridad privada que hemos contratado para evitar eso, y llegamos al grado en común acuerdo con el Ayuntamiento que mejor los dejáramos trabajar, que hicieran lo suyo, porque ya nos había costado la vida de una persona de seguridad privada”, indicó Roberto Romandía.
Por otro lado, mostró fotografías de cuando se construyó la macro celda para evitar que los lixiviados (contaminantes líquidos generados en un relleno sanitario) se transmitan al subsuelo, conforme a la NOM-083-Semarnat.
En una visita de ZETA al lugar, el gerente mostró los permisos con los que cuenta el relleno sanitario y el procedimiento con que trabaja, el cual incluye la admisión de residuos, la separación de aquellos que comúnmente son más aprovechables (labor que hacen los pepenadores), la trituración y recubrimiento de estos con capas de tierra, además de la recolección de lixiviados y gas producido por los desperdicios.
CENTRO DE TRANSFERENCIA DE LA COLONIA GUAJARDO, EN EL ABANDONO
Cristian Omar Armas, representante de CIBRUC, comentó que, conforme a la cláusula novena, la empresa se comprometió a habilitar con recursos propios el Centro de Transferencia de la colonia Guajardo, espacio que “ya está rebasado, es un basurero a cielo abierto”.
El ambientalista subrayó que la responsabilidad de la empresa es tenerlo limpio y contar con cajas de transferencia para que los camiones del Municipio puedan depositar allí, y ellos con sus cajas de transferencia trasladarlo al relleno sanitario.
“Vemos una estructura cayéndose, derrumbándose. Ya lo había dicho la alcaldesa que se iba a renovar porque estaba en peligro esa estructura que tienen del Centro de Transferencia, pero no tienen nada, solo es la estructura, ahí llega la gente o los comercios y tiran sus residuos sin ningún cobro ni nada”, aseguró.
Mientras Roberto Romandía aclaró que la operación de ese centro compete al Ayuntamiento y no a su empresa, Luis Villavicencio, secretario general del Ayuntamiento de Tecate, argumentó que desde la anterior administración la responsabilidad del lugar corre a cargo del Municipio, aunque dijo desconocer por qué y desde cuándo es así.
AYUNTAMIENTO ADEUDA 13 MDP A EMPRESA
En Tecate se recolectan alrededor de 100 toneladas de residuos sólidos domésticos, comerciales e industriales (no peligrosos). De las 3 mil toneladas al mes, entre 25 y 30% corresponde a desechos comerciales e industriales por los que el Municipio paga mensualmente alrededor de 100 mil pesos a la empresa que opera el relleno sanitario de Paso del Águila, la cual tiene en comodato dos predios, con las claves catastrales 4-XA-260-003 y 4-XA-260-007, que suman una superficie de 172 mil 485.520 metros cuadrados.
Datos del Ayuntamiento de Tecate obtenidos vía Transparencia, refieren que existe un adeudo de 13 millones de pesos a la empresa.
El representante de ADDO afirmó que la deuda es por los residuos comerciales e industriales (no peligrosos) que recibió el relleno sanitario, y data de administraciones anteriores.
En el predio del relleno sanitario también opera la empresa Recolectora Redyb, S de RL de CV (también propiedad de Roberto Romandía Tamayo, según el Sistema Integral de Gestión Registral de la Secretaría de Economía), que ofrece servicio de residuos como papel y cartón, plásticos, materiales ferrosos (aluminio, fierro, chatarra) y orgánicos, entre otros.
ZETA cuestionó si la compañía está pagando la tarifa que, de acuerdo con el convenio modificatorio, se cobra a particulares que depositan los desechos en el relleno sanitario, a lo cual Romandía respondió:
“Sí, claro, pero es un tema muy particular que no depende ni del Ayuntamiento. Bueno, del gobierno sí, porque nos dio ciertas autorizaciones y permisos, pero es igual que cualquier recolectora que existe. Creo que habemos unas diez recolectoras”.
— Que están trabajando ahí.
“No. Trabajamos en Tecate y Tijuana”.
—¿Solo esta es la que trabaja en este relleno sanitario?
“Ésa y otras más”.
Cabe señalar que durante la visita efectuada por este Semanario, solo se observó que vehículos de la recolectora Redyb, S de RL de CV permanecieron vacíos, estacionados al interior del relleno sanitario.
AUMENTA GENERACIÓN DE BASURA CON PANDEMIA
Francisco Javier González Ordoñez, director de Obras y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Tecate, expuso que con la pandemia de COVID-19, los residuos domésticos incrementaron en 40%, con lo que diariamente se recolectaron hasta 130 toneladas por las medidas de confinamiento y el uso de desechables.
“Tenemos 80 o 90% de regularizadas las rutas de la ciudad, y ya no andamos tan mal. Se nos disparó, pero ahorita estamos en un punto de tener las rutas regularizadas”.
Actualmente se cuenta con 14 vehículos para recolectar los desechos generados en Tecate, perspectiva en la que difieren tanto Cristian Omar Armas, representante de CIBRUC, como el empresario Roberto Romandía, quienes señalan que el Pueblo Mágico “tiene problemas de recolección”.
SE TRABAJA EN UN PROGRAMA DE GESTIÓN DE RESIDUOS
Alejandro Ruiz García, quien titula el Instituto de Planeación del Desarrollo Municipal de Tecate, reveló a ZETA que la actual administración está trabajando en la actualización del Programa de Desarrollo Urbano de los Centros de Población del Municipio y en el Programa de Gestión de Residuos Sólidos, que tentativamente estarán listos antes de que concluya su gestión, en octubre próximo.
La idea es que se establezca una red de centros de transferencia, de centros de acopio en espacios públicos y de sitios de disposición final que preferentemente no sean rellenos sanitarios, además de resaltar la necesidad de reutilizar materiales.