Sacan de su domicilio a tres hermanos en Guadalajara, los asesinan y abandonan en despoblado. La Fiscalía de Jalisco supone que las víctimas fueron confundidas, aunque no explica por qué. Uno de los sujetos que participó en el levantón portaba un chaleco táctico con las siglas CJNG. Causa de muerte: asfixia mecánica, revela SEMEFO. Miles de universitarios marchan por las calles de la capital jalisciense para exigir un alto a la violencia y las desapariciones
Toda una crisis de inseguridad y violencia se vive en Jalisco, después del triple homicidio de tres jóvenes hermanos que fueron sustraídos de su casa y asesinados al estilo de la delincuencia organizada, presuntamente por una confusión, hecho que se unió a una serie de crímenes que se han registrado en la entidad desde un tiempo a la fecha y parecen provocar el hartazgo de sus habitantes.
Jalisco es líder nacional en personas desaparecidas y localización de cadáveres en fosas clandestinas, con una fuerte presencia de balaceras, levantones y la instalación de casas de seguridad de grupos delincuenciales en zonas urbanas, situación que se agravó con los asesinatos los hermanos Juan Alberto, Ana Karen y Luis Ángel de apellidos González Moreno.
Estos homicidios en particular, ejecuciones y el desplazamiento de al menos 700 personas de seis comunidades de Los Altos de Jalisco movilizaron a miles de jaliscienses que salieron a marchar por las calles para exigir justicia en unos casos y seguridad en otros, así como un cese a las desapariciones forzadas por particulares o de parte de servidores públicos.
El asunto ha llegado a tal grado que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se expresó al respecto, lamentando el deceso de los jóvenes a manos de criminales y además de señalar que junto con Guanajuato, Jalisco, es uno de los estados más violentos del país, mostró la voluntad política de apoyar al gobierno estatal, cuyo titular, Enrique Alfaro Ramírez, ha preferido guardar silencio y de vez en vez manifestarse por Twitter.
Diversos sectores sociales se muestran horrorizados ante el panorama que prevalece en la entidad y consideran que la violencia y la inseguridad llegaron a niveles inadmisibles e intolerables. También representantes de partidos políticos y candidatos aprovechan en su favor la crisis para ofrecer a los potenciales electores un presunto cambio en caso de que decidan votar por ellos.
ESTELA DE MUERTE
Los hermanos González Moreno vivían en la zona Oriente de Guadalajara, en la colonia San Andrés. Juan Alberto, de 29 años de edad era estudiante de Geografía de la Universidad de Guadalajara; Ana Karen, de 24, era empleada y pretendía estudiar veterinaria; y Luis Ángel de 31, era músico e iniciaría un negocio de serigrafía. Todos tocaban algún instrumento musical y en su barrio eran considerados como muchachos tranquilos.
La noche del 7 de mayo, a las 22:40 horas, un comando armado ingresó a su domicilio para privarlos de la libertad. Los sujetos llevaban colocados pasamontañas y chalecos tácticos, uno de ellos con las siglas “CJNG”. Los plagiarios se los llevaron a bordo de una camioneta y ya no se supo más de ellos. Esa misma noche, unos veinte minutos después se reportó una agresión a personal de la Fiscalía General de la República (FGR), en el municipio de Tlaquepaque, sin que hubiese lesionados.
Durante ese fin de semana, autoridades estatales realizaron la búsqueda de los jóvenes levantados en la zona metropolitana, hasta que el domingo 9, durante la mañana, recibieron un reporte del hallazgo de tres cadáveres en un paraje rural solitario, en el vecino municipio de San Cristóbal de la Barranca. Fue hasta la noche que la Fiscalía General del Estado, a través de un boletín de prensa, dio a conocer el suceso.
El comunicado refería que sobre el kilómetro 27, carretera federal 23, Guadalajara-Colotlán, a la altura de la comunidad de Los Pueblitos, autoridades municipales encontraron tres bultos con silueta humana y reportaron el hecho a la Fiscalía. En el sitio, policías y peritos confirmaron que se trataba de los cadáveres de dos masculinos y una mujer, de los cuales no revelaron su identidad.
Con el paso de las horas, en la madrugada del 10 de mayo, Día de las Madres, a través de redes sociales trascendió que se trataba de los hermanos González Moreno, cuya familia ya había acudido hasta el Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar la identificación oficial. El resultado de las necropsias practicadas a los cuerpos arrojaron como causa de muerte: asfixia mecánica.
La noche de ese mismo domingo, aún sin conocer sobre la localización de los jóvenes desaparecidos, el Consejo de Rectoras y Rectores de la Universidad de Guadalajara, de donde Juan Alberto González Moreno era estudiante, emitió un comunicado exhortando a las autoridades para que dieran resultado en la búsqueda. La comunicación pública puso de manifiesto que había un rompimiento entre la máxima casa de estudios y el gobierno de Enrique Alfaro.
VERSIÓN OFICIAL
El 10 de mayo, en una rueda de prensa matutina forzada por las preguntas de los medios de comunicación a la Fiscalía de Jalisco, su titular, Gerardo Octavio Solís Gómez salió a decir que las investigaciones sobre los homicidios de los hermanos González tenían como hipótesis una confusión y que estaría involucrado un grupo del crimen organizado, en referencia al Cártel Jalisco Nueva Generación; sin embargo, nunca refirió a qué tipo de confusión se refiere.
Solís Gómez informó que la balacera ocurrida en Tlaquepaque, en las inmediaciones del restaurante El Abajeño, minutos después del plagio de Juan Alberto, Ana Karen y Luis Ángel, en Guadalajara, podrían tener alguna relación. En ese evento, agentes de la Fiscalía General de la República que escoltaban a un hombre, no identificado, fueron atacados a balazos. Y al parecer, los hermanos González eran vecinos de la persona protegida, pues vivían en la misma calle en la colonia San Andrés.
El hombre escoltado por federales también resultó tener un domicilio a una cuadra del sitio donde se registró el enfrentamiento en el que resultaron ilesos, por viajar en vehículos blindados. Y aunque el fiscal de Jalisco no pudo aclarar el enredo de sus palabras y no aclaró la forma en que las víctimas fueron confundidas y por quiénes, el funcionario señaló que las pesquisas marchan por buen camino y no se pueden revelar los avances de las mismas para no afectar el éxito de la indagatoria.
Mayor confusión se despertó sobre el caso, al señalar Octavio Solís que en el lugar del hallazgo de los cuerpos se localizó un mensaje de la delincuencia organizada, que sobre una lona blanca impresa con letras negras advierte: “ESTO LES VA A PASAR A TODOS LOS DEL GOBIERNO QUE ESTÉN MANDANDO VESTIDOS DE CIVILES Y EN CARROS PARTICULARES. APRENDAN A RESPETAR. ¡NO SEAN VENDIDOS!”
El mensaje amenazante exhorta a las autoridades a que en sus operativos usen uniformes, porque de lo contrario “A TODOS LOS QUE ANDEN DE CIVILES LES VA A PASAR LO MISMO…”, finaliza el texto.
Hasta el momento la Fiscalía General de la República no se ha pronunciado sobre el atentado contra sus agentes el viernes último en Tlaquepaque, ni se conoce la identidad de la persona a la que escoltaban.
Todavía el jueves 13 de mayo, después del mediodía, en otra rueda de prensa virtual, el fiscal Gerardo Octavio habló del tema, pero sin proporcionar ningún dato relevante. Corroboró el resultado de las necropsias de los victimados, aseguró que los jóvenes no tenían ninguna relación con el vecino custodiado por agentes federales, pero se negó a decir si se trata de un funcionario federal, estatal o de un particular, “pues es parte de lo que no se puede decir”, señaló el encargado de la procuración de justicia.
EL HARTAZGO
El martes 11 de mayo por la tarde, unas 10 mil personas, en su mayoría estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), encabezadas por el rector Ricardo Villanueva Lomelí, exigieron el cese de la violencia e inseguridad que azota a la entidad, después del asesinato de los hermanos González Moreno.
La marcha multitudinaria partió del edificio de la máxima Casa de Estudios de Jalisco hacia la glorieta de los Niños Héroes, a donde también arribaron jóvenes universitarios del interior del estado y demás personas que se fueron agregando al contingente, vestidas de blanco, quienes gritaban al unísono que termine la grave violencia que se vive en el estado y que cesen las desapariciones y los levantones.
En la glorieta conocida también como “De los desaparecidos”, el rector Villanueva Ramírez pidió a las autoridades de los diversos niveles de gobierno “Por favor ya dejen de culparse unos a otros porque efectivamente ya basta de politiquerías. Urge que regrese la alta política, urge que ofrezcan soluciones a miles de jaliscienses y millones de mexicanos que hoy sufren las consecuencias de vivir en un país que no nos da la más mínima garantía de seguridad”.
Al ser cuestionado sobre las críticas vertidas en redes sociales, sobre el hecho de que el rector está capitalizando políticamente las tragedias ocurridas en la entidad, Villanueva no negó el carácter de la marcha: “Yo creo que cualquier manifestación es política. Yo lo que creo es que lo que había que evitar es la partidización de una marcha porque estamos en pleno proceso electoral. Sin duda esta marcha es política porque estamos levantando la voz y eso es política, pero claro que no vamos a permitir la partidización porque este es un asunto ciudadano”.
El miércoles 12 hubo otra marcha, en la que participaron exclusivamente personas que conocían a los hermanos González Moreno, como familiares, amigos y compañeros de escuela, docentes, trabajo o de actividades recreativas. Además de pedir que se esclarezca el multiasesinato y haya justicia, el acto fue muy emotivo, pues fue acompañado por la orquesta donde Luis Ángel González tocaba el violín, interpretando algunas melodías melancólicas en su recuerdo.
REACCIONES
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, muy abucheado en las manifestaciones donde se pedía su renuncia, solo emitió una serie de mensajes cortos a través de Twitter. “La violencia y el crimen organizado una vez más han pintado de luto a Jalisco. Lamento mucho el cobarde asesinato de Ana Karen, Luis Ángel y José Alberto, reportados como desaparecidos el viernes pasado”, expresó el mandatario.
Alfaro aprovechó para alardear que la amenaza vertida en una lona no va a intimidar a su gobierno y pidió a la sociedad que ojalá “todos entendamos que este es un golpe más de la delincuencia contra el pueblo de Jalisco. Ojalá que todos entendamos que el enemigo es el crimen organizado y que frente a ellos tenemos que estar unidos, sin mezquindades, sin politiquerías”.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador se mostró impactado por el suceso y aseguró que está apoyando al Gobierno de Jalisco en el combate a la inseguridad. “El caso de los jóvenes de Jalisco es un hecho muy, muy lamentable. Estamos ayudando al Gobierno de Jalisco. Es donde más elementos de la Guardia Nacional tenemos desplegados, en Jalisco y en Guanajuato, porque son dos estados donde hay mucha violencia”, remató el titular del Ejecutivo federal.
La Comisión Estatal de Atención a Víctimas informó al respecto que brindará apoyo económico y asesoría jurídica a la familia de los dos jóvenes varones y la muchacha brutalmente asesinados. Por lo pronto, el gobierno de Jalisco se comprometió con el pago de los gastos funerarios, según expresó Iván Sánchez, secretario técnico de dicho organismo.
“Tuvimos contacto ya con la señora Ana María, la mamá de los tres chicos. Primero se hace una detección de necesidades a través de una entrevista inicial. Ella nos ha externado la necesidad del tema de los gastos funerarios y de un espacio en el panteón. Entonces durante el día de hoy se hicieron las gestiones”, comentó el funcionario, quien agregó que también se ofreció apoyo sicológico y jurídico a los deudos de las víctimas.