El escritor mexicano Francisco Haghenbeck murió a causa de COVID-19 el domingo 4 de abril de 2021, a la edad de 56 años en Tehuacán, Puebla.
E. G. Haghenbeck deja un importante acervo para la literatura mexicana contemporánea con novelas como “Trago amargo” (2006), “Código nazi” (2008), “El libro secreto de Frida Kahlo” (2009), “El diablo me obligó” (2011), adaptada para Netflix como “Diablero”; “La primavera del mal” (2013) y “Querubines del infierno” (2015), por citar algunas.
En 2014 ganó el premio Bellas Artes de Novela “José Rubén Romero” por “Deidades menores”, y en 2020 entregaría “Sangre helada”, su última novela, publicada por Editorial Océano México, en la cual de manera escalofriante recrea el terror que vivieron cientos de alemanes en 1943, recluidos en la gélida Fortaleza de San Carlos, cerca de Perote, Veracruz, donde fueron confinados por el gobierno de México. Época en que los teutones radicados en el país eran perseguidos durante el nazismo, antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Haghenbeck había platicado recientemente con ZETA en torno a su obra de largo aliento “Sangre helada”, entrevista que estaba por agendarse su publicación; en esa ocasión recordó el origen de su novela de terror:
“Fueron entre 350, y lo máximo que llegó a tener la Fortaleza de San Carlos fueron 500 alemanes. Este pasaje histórico de la Fortaleza de San Carlos ya lo había abordado en la novela ‘Código nazi’ (2008), siempre me impactó, siempre me ha causado mucho interés porque a nivel histórico lo tenemos borrado, hay muy poca información; casualmente en los últimos años había estado saliendo información seria de historiadores, sobre todo las cartas de la gente que estaba encerrada allí. Sebastián del Amo estaba filmando una película ahí y le tocó una nevada, un frío terrible, me estaba platicando eso cuando se me ocurrió y dije: ‘Bueno, ¿qué habrán sufrido estas personas que estaban encerradas ahí?’. Así surgió la idea de hacer un libro de terror como una metáfora sobre el miedo al extranjero, lo que a lo mejor lo que nos está matando viene desde adentro”.
El autor contó a este Semanario que para recrear el horror que sufrieron los alemanes encarcelados en la Fortaleza de San Carlos, recurrió a las cartas que los confinados escribieron a sus familiares que tenían la suerte de estar libres en México:
“Quise hacer una recreación del día a día de la gente que vivía en la Fortaleza de San Carlos durante tres, cuatro años; hay muchas cartas que el gobierno las incautó, suena horrible que hayas mandado cartas, pero nunca supiste si llegaron o no. Ahí se lee el día a día lo que vivieron las personas que estuvieron encerradas ahí, eso me ayudó mucho.
“Quería hablar de este grupo de alemanes, una minoría de mexicanos, porque se nos olvida de pronto que México está hecho de muchos emigrantes, tenemos emigrantes de distintos tipos, México no es tan uniforme como nos tratan de vender. Yo no sabía, pero México es el país con más alemanes fuera de Alemania; así de importante es la relación México-Alemania, entonces quería platicar un poco sobre eso”, rememoró a propósito de la indagación de su apellido, de origen alemán.
En torno al género de terror en México presente en “Sangre helada”, Haghenbeck dejó dicho:
“El género de terror apenas está comenzando en México. Hay muchos escritores mexicanos escribiendo cuentos de terror, desde luego está Bernardo Esquinca, que creo es quien lleva la batuta en el género de terror. No me gustaría decir que hay un nuevo auge porque nunca lo hubo, más bien hay el primer auge de la literatura de terror en México, aunque creo que es en general en Latinoamérica, están haciendo cosas de terror muy interesantes en Colombia y en Argentina; entonces, creo que viene una oleada interesante”.
Y sentenciaría: “No creo que haya una literatura de la pandemia, pero sí del terror que sirve de metáfora de lo que estamos viviendo, porque finalmente ha sido un año de terror lo que estamos viviendo, no nada más de la pandemia, sino de todo”.