— ¿Qué ganas bebiendo?
“Nada. Yo bebo sin fines de lucro”.
Autor: Un bebedor alegre.
Narración
— La morsa brama de placer, mojándose en las gélidas aguas árticas.
“¡Pepeee! ¡Que le abras el agua caliente a mi mamá!”.
Autor: Niño fanático de NatGeo.
En la escuela
— Mamá, en la escuela me dicen enano.
“¿Y qué haces al respecto?”.
— ¡Fácil! Brinco y les pego en las rodillas.
Autor: Un espigado, seguramente.
Religión
— Mi religión no me permite comprar cómics de Marvel.
“¿Cuál es tu religión?”.
— La pobreza.
Autor: Un mexicano.
Llamada
— Estoy tratando de olvidarte, así que ya deja de llamarme.
“Señor, somos del banco, ¡tiene que pagarnos!”.
— ¡Que me dejes de llamar! ¡Ya supérame!
Autor: Otro mexicano.
Prueba
¡Ring, ring!
— ¿Bueno?
“Hola. ¿Tienes novio, bella?”.
— No. ¿Quién eres?
“¡Lo sabía! Soy tu novio”.
Autor: Ex novio.
Por qué este anciano no teme al diablo
Aún no había comenzado la misa de domingo en un tranquilo pueblo de México. Algunos conversaban bajito, otros rezaban en silencio, esperando el inicio de la ceremonia. De repente aparece el diablo frente a la congregación en medio de la iglesia. Todos salen disparados en estado de pánico, algunos tropiezan con los bancos y con la pila bautismal.
Todos… menos un viejecito que ni se movió, ni se inmutó y continúa rezando tranquilo. El chamuco le clavó una mirada fulminante y le dijo:
— Y tú, ¿no me tienes miedo?
“¿Por qué debería tenerte miedo a estas alturas? ¡Estuve casado con tu hermana por más de cuarenta años!”.
Autor: Ex marido.
Sin ganas
— Así que fuiste a ver al doctor para que te quitara las ganas de tomar…
“Sí”.
— Pues creo que no funcionó, ¡estás tomando!
“Sí, ¡pero sin ganas!”.
Autor: Ebrio insatisfecho.
El tratamiento
Una mujer de 25 años le cuenta a una amiga sobre su matrimonio con un señor de 65:
— Es tan caballero… me trae flores todos los días, me regala bombones, me lleva de paseo, fuimos de vacaciones a Hawái, me compra ropa y joyas todas las semanas, me lleva al cine, teatro, cenas en los mejores restaurantes…
“¿Y en la noche?”.
— En la noche hacemos el tratamiento.
“¿Cuál tratamiento?”.
— Él trata y yo miento.
Autor: Terapeuta.
Hacer la cama
— ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa?
“Sí, pero tienes que hacer la cama”.
— Por supuesto, no hay ningún problema.
“Bueno, ¡aquí tienes clavos, madera y herramientas!”.
Autor: Carpintero.
Basura
Un hombre tiene la costumbre de tirar la basura todas las noches al jardín de su vecino. Una noche, este lo sorprende:
— Si sigues tirando la basura en mi jardín, no tendré más remedio que dar parte a la Policía.
“Me da igual, si quieres se la das toda, ¡yo no la quiero para nada!”.
Autor: Anónimo de un basurero.
Qué perro
Un hombre llama por teléfono a su vecino:
— José, ¿por qué no amarras a tu perro? Necesito hablar contigo.
“¿Por qué no lo amarras tú, para que yo pueda salir?”.
Autor: Entrenador de perros.
En el paraíso
Un día, Eva llamó a Dios:
— Tengo un problema.
“¿Cuál es, hija?”.
— Sé que me has creado, que me has dado este hermoso jardín, maravillosos animales y la serpiente con la que me muero de risa, pero no soy del todo feliz. Me encuentro sola, y además, estoy harta de comer manzanas.
“Tengo una solución. Crearé un hombre para ti”.
— ¿Qué es un hombre?
“Un hombre será una criatura imperfecta, con muchas artimañas, hará trampas, será engreído. Te va a dar problemas, pero va a ser más fuerte y rápido que tú, y le gustará cazar y matar cosas.
Tendrá un aspecto simple, pero como te estás quejando, le crearé de tal forma que satisfaga tus necesidades. Tampoco será muy listo y destacará en cosas infantiles, como pegarse y dar patadas a un balón. Necesitará tu consejo siempre para actuar cuerdamente”.
— Suena bien. ¿Cuál es el truco?
“Una condición. Como será arrogante y narcisista, deberás hacerle creer que lo hice primero.
Recuerda, es nuestro secreto… de mujer a mujer”.
Autor: Una feminista… de veras.