Hace 11 años, el oficial de la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal (DGSPPPYTM), Carlos Vega Andrade, fue asesinado cuando atendía un supuesto reporte de robo en la colonia La Fuente, en la ciudad de La Paz.
El agente falleció tras ser atacado a disparos el 2 de febrero del 2010. Desde ese día, su padre, el también oficia de la Policía Municipal, Carlos Vega, inició una lucha para exigir justicia por el crimen cometido en contra de su hijo.
Más de una década después, don Carlos Vega continúa exigiendo y alzando la voz para que el asesinato de su hijo no quede en los registros de la tasa de impunidad de Baja California Sur.
El 2 de febrero de este año, compartió un mensaje para recordar a su hijo y presionar a las autoridades para que den sentencia a los presuntos responsables.
“Este día tan conmemorativo para muchos por ser el Día de la Candelaria y de los tamales, para mi persona y familiares; nos recuerda un día trágico y lleno de dolor y tristeza, marcando nuestras vidas para siempre, porque hoy 2 de febrero cumple mi hijo, Carlos Jesús Vega Andrade, 11 años de fallecimiento, ya que un 2 de febrero del 2010, manos asesinas le quitaron la vida cuando él se desempeñaba como Policía Municipal”, recordó.
Durante todos estos años, don Carlos se ha enfrentado a la indiferencia de gobernadores, procuradores e instituciones; sin embargo, asegura que no se cansará hasta corresponder con justicia a la memoria de su hijo.
En diversas ocasiones expresó que en la entidad no había justicia para los pobres, ya que se trataba de un lujo que solo recibía la clase política y los ricos. En más de una intervención acusó que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se había olvidado del caso.
Hoy don Carlos recobró un poco la fe en esta institución, luego de que en julio de 2020, elementos de la PGJE lograron la captura de los presuntos responsables del homicidio, Abraham e Iván “N”.
Los individuos fueron localizados en un operativo interinstitucional y detenidos en Michoacán, posteriormente los ingresaron al Centro de Reinserción Social (CERESO) de La Paz.
A pesar de que este es un avance, el padre de la víctima recuerda que hace 10 años ya habían atrapado a estos mismos responsables y los dejaron libres “por fallas” del Poder Judicial. Asegura que no se sentirá tranquilo hasta que las autoridades hagan su trabajo y los sentencien.
“Lo malo es que los magistrados o jueces los vayan a dejar libres, como lo hicieron en su momento cuando detuvieron a uno de tres involucrados en su homicidio, argumentando que era inocente, teniendo pruebas contundentes y testigos para no dejarlo libre”, compartió.
“Ahora temo por lo mismo, ya que con dinero baila el perro, dice un dicho muy conocido. Se lo dejo de tarea al presidente magistrado, Gallo Rodríguez, Le pido a Dios le haga justicia a mi hijo y su muerte no quede impune cómo otras tantas que han quedado”, insistió.