Me hace falta una mano.
Hace días que se alejó,
me dejó, ella viajó
al más allá, hacia al arcano.
No sé qué rumbo tomar
sin la mano que me guiaba,
la mano de mi adorada
que siempre me supo guiar.
Su alma fue a descansar,
La mía quedó destrozada.
Alberto Torres B.
Tijuana, B.C.