En entrevista, Lydia Cacho denunció a la magistrada Sánchez Cordero, como víctima de la represión de la dictadura neoliberal por investigar y exponer en “Los demonios del Edén” a empresarios y políticos delincuentes hasta ahora intocables. En su programa, Carmen Aristegui entrevista a Lydia Cacho y ella pone acento en que Sánchez Cordero, en votación de seis ministros, exonera de violar DDDHH a Mario Marín y cómplices de un proyecto que sancionaría al gobernador horribilis Mario Marín por tortura, detención arbitraria, acusaciones falsas, en represalia a haber expuesto a la opinión pública a un grupo de asquerosos que abusan de niños, promueven la pornografía infantil, la trata de personas.
Las cosas se ponen al revés en un país gobernado por tiranos disfrazados de demócratas. El priismo avalado por el PAN en el fraude económico, político y electoral, muestra ahora su inmoralidad sangrienta y destructiva.
Los medios de comunicación chayoteros nunca tocan temas tan ingratos que suceden en el país, especialmente en el sureste, en los pantanos de pobreza y miseria de siglos que predominan, a pesar del esplendor maya, la cultura multiétnica de una región bellísima por sus tradiciones, gente y naturaleza.
En el caso del atropello a los derechos humanos a Lydia Cacho Ribeiro, conmueve ver a una periodista más, extraordinariamente valiente, arriesgando todo y enfrentando a mafias poderosas que explotan al país; y en su infinito horror, la pureza de los niños y las adolescentes desprotegidos por familias, la ley, empresarios, altos funcionarios, gobernadores y sus “operadores de la justicia”, respaldados por políticas públicas depravadas de abandono de la moral pública, educación y la cultura de las comunidades indígenas y mestizas vulnerables.
La trata de personas y de infantes es infame y execrable, pero su explotación y lucro va de la mano de la injusticia y miseria, tolerada y protegida por la maquinaria policiaca desquiciada; el sistema de injusticia corrupto y los medios de comunicación añaden escandalosa invisibilidad. Fama tienen de la descomposición son televisoras y productoras de cine que practica la prostitución elegante.
Es admirable la lucha de Lydia Cacho, cuya denuncia documentada en libros, películas, conferencias, organizaciones activistas, etc., casi le cuesta la vida. Hace 15 años se dio a conocer el diálogo del gobernador de Puebla Mario Marín, PRI (detenido en Acapulco) con otro infeliz libanés empresario textil, conocido como “El Rey de la Mezclilla” por sus maquiladoras. El empresario es dueño de tiendas de ropa, lavanderías y restaurantes. El empresario libanés ha estado en la cárcel en varias ocasiones, pero ha podido evadir la justicia. En 1993, fue detenido en Las Vegas por evasión fiscal.
El 16 de abril de 2019, el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Distrito con sede en Cancún, Quintana Roo, giró orden de aprehensión contra el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres y el empresario Kamel Nacif Borge, aún prófugo. También detuvieron al exdirector de la Policía Judicial, Hugo Adolfo Karam Beltrán, y al excomandante Juan Sánchez Moreno, por su participación en el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
Pero el problema tiene profundas raíces. La hoy secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, fue denunciada por proteger desde la más alta tribuna de la nación en materia de justicia a estos pederastas. No se debe perdonar el encubrimiento e impunidad, de una banda criminal encabezada por empresarios y priistas como Emilio Gamboa Patrón; implicados en el grave delito de la trata de niñas y niños, en el abuso y la pornografía infantil, violación etc.
De demostrarse este escenario, la ministra pierde confianza, calidad moral y significa un descredito mayúsculo para la Suprema Corte de Justicia como institución fundamental. Implica la renuncia y una sanción alineada a derecho, que trascienda a los seis ministros de la Corte, que en su momento votaron por la inocencia de decenas de criminales que se doblaron ante la plata o el plomo.
Tendría que ser investigado y demostrado este encubrimiento, señalado por el ministro en retiró Genaro Pimentel Góngora, quien declaró en ese sentido, sin que hasta hoy haya habido una réplica de la secretaria de Olga Sánchez Cordero. Sería causa de renuncia en un gobierno decente (de la secretaria de Gobernación), el segundo más importante del Gabinete Presidencial.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
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