Del 25 marzo de 2020 al 7 febrero de 2021, los cines en nuestro país dejaron de vender 334 millones de boletos, lo que significó una pérdida de 18 mil 407 millones de pesos, debido a la pandemia de coronavirus.
En su reporte de Resultados Preliminares, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) precisó que durante 2020 se vendieron 62 millones de boletos en los 977 complejos de México, implicando un desplome de 81.5%. Esto hizo que México descendiera del cuarto al octavo lugar a nivel mundial en cuanto a boletos vendidos.
Actualmente casi la mitad de los complejos cinematográficos (44.3%) se encuentra funcionando. Cinemex ha abierto 40.9% de sus establecimientos y Cinépolis 54.5%. Por número de salas, están operando 3 mil 441 de 7 mil 630 (44.7%)
No obstante, el miércoles 10 trascendió que Cinemex cerrará indefinidamente sus cines a partir de hoy viernes, 12 de febrero, sin que haya pronunciamiento de la empresa al respecto. En Estados Unidos, su filial Cinemex USA Real Estate Holdings se declaró en bancarrota por la pandemia.
Al 9 de febrero, los complejos de cine operaban en 21 de los 32 estados de la República Mexicana, luego del repunte de casos de COVID-19 a principios de año.
La Canacine señaló que las condiciones y aforos permitidos para reabrir las salas varían dependiendo de cada ciudad, por lo que el rango de aforo va del 20 al 50%.
En algunos estados que se encuentran en Rojo en el semáforo epidemiológico, como Nuevo León, Puebla y Guanajuato, los cines operan con un aforo de hasta 30%. Sin embargo, en otras con la misma coloración como Ciudad de México, Estado de México, Colima, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí e Hidalgo, mantienen sus puertas cerradas.
Por último, la Canacine informó que la industria cinematográfica emplea directamente a 50 mil personas y genera alrededor de 150 mil trabajos indirectos, reiterando que los cines son espacios de bajo riesgo de contagio del coronavirus, al seguir las medidas sanitarias, entre las que destaca el distanciamiento social garantizado, gracias a las butacas vacías entre asistentes y al aire que se reemplaza varias veces a lo largo de la función.