A pesar de la inconformidad que han manifestado los trabajadores de base del gobierno estatal, el gobernador Jaime Bonilla prosigue con su plan de donar el edificio gubernamental de Tijuana a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) para que amplíe su oferta educativa en carreras de la salud.
En una participación reciente en la transmisión matutina del gobernador que tuvo el rector de la UABC, Daniel Octavio Valdez Delgadillo, este afirmó que se contempla concluir con la adecuación del espacio para el próximo mes de septiembre, cuando arranque un nuevo semestre escolar.
Esta novedad movió de nueva cuenta a los trabajadores, que se sienten amenazados por esta iniciativa del ejecutivo estatal, especialmente después que les aseguraron que no se llevaría a cabo por falta de recursos para cubrir la mudanza del inmobiliario.
“Fue a finales del año pasado cuando se nos dijo que ya no nos iban a cambiar, por el tema de la mudanza. Nos quedamos tranquilos con eso, hasta que de nueva cuenta el gobernador retomó el tema hace unos días”, declaró una de las empleadas afectadas.
Señaló que en la última semana se han hecho cambios en la oficina del gobernador y se han limitado a mover a los empleados de confianza “que si se quejan, no podrían obtener el respaldo que nosotros tenemos con el Sindicato de Burócratas”.
“Nos sentimos amenazados, estresados con todo esto. Muchos de nosotros tenemos años trabajando aquí, construimos nuestras vidas alrededor de nuestro lugar de trabajo, tenemos a nuestros hijos en las escuelas cercanas, procuramos vivir cerca para reducir los traslados y no estamos conformes con saber que podrían movernos hasta el bulevar 2000”, expresó.
“Sabemos que hay mucha gente que ya vive por esa zona, pero para realizar sus trámites debe venir hasta acá. Pero aquí no solo está Gobierno del Estado, también está el municipio; para muchos es un viaje bien aprovechado para realizar todos sus pendientes”, comentó.
También aseguró que se sienten atacados por las palabras del gobernador, sobre todo por las más recientes en las que minimizó la inconformidad de los trabajadores al asegurar que el edificio “nada más hace felices a unos cuantos burócratas porque les queda cerquita de su casa”.
El jueves 18 el desalojo de las oficinas se hizo más evidente y en una oportunidad de los burócratas abordaron al gobernador, que les prometió que giraría instrucciones para que su personal le otorgue una cita a una comitiva representativa del sindicato.
Previamente, en el evento que tuvo en la colonia Morelos de Tijuana, Bonilla afirmó que serían varias las sedes a las que moverían a los trabajadores entre las instalaciones del bulevar 2000, la Plaza Viva Tijuana y la Plaza Patria.
“Esto es entregar el gobierno a las colonias. Con las nuevas tecnologías, muchos pagos se hacen en línea y queremos que la gente se acostumbre a eso. Ya no hay tanto tráfico para atender en ese edificio, nada más es la comodidad de los mismos burócratas”, expresó el mandatario estatal.