Beto Dávila era el nombre artístico del chileno Armando Muente Sacovértiz. Según eso algunos compases de cierta canción suya fueron plagiados. Y alegan: Los incluyeron en “Te Necesito”, afamada por Luis Miguel en su último disco “33”. Kike Gálvez es primo del difuntito. La hace de locutor y vive en Nueva York. Trató el caso con Patty Bayona, viuda de Beto, y dijo que “sí”. Entonces le reclamarán a Luismi seis millones de dólares al contado.
Lo leí en un despacho de la agencia Notimex. Alega Kike que “El Sol” copió tres compases de una canción registrada en vida por Dávila. Pero la disquera del cantante respondió: “Te Necesito” es creación de Juan Luis Guerra. Por eso no cabe demandar a Luis Miguel. “Él canta, no compone ni hace arreglos”. Terció en la discusión Armando Massié, presidente de los compositores peruanos. Fue claro: No hay plagio. Aclaró: Es una opinión técnica y no emotiva. Total, no hay calca. Pero eso me sirve como el aperitivo de estas líneas.
Leí al estudioso Henar Pérez Castaño. Explica el plagio “…en su acepción más simplista, cómo todo aquello que supone copiar obras ajenas en lo substancial”. La Universidad de Lincolnshire and Humberside lo explica así a sus alumnos: “Se entiende por plagio hacer uso intencionado o hacer pasar como propias opiniones, ideas o escritos de otro autor”, sobre todo si son sus maestros. Y según la RAE de Chile “…plagiar significa copiar en lo substancial obras ajenas dándolas como propias”. Según el diccionario Larousse, plagio es “…una copia o imitación de una obra ajena”.
Pues bien, me sorprendieron las puntillosas observaciones de Carlos Resa. Pude gracias a él conocer un fenómeno ridículo: Corresponsales de los diarios defeños Milenio, La Jornada y El Universal, plagiaron a la vez la nota publicada un día antes en el periódico mexicalense La Crónica. Apenas lo puedo creer.
El 2 de noviembre Samuel Murillo y Carlos Lima escribieron en La Crónica un informativo que sus editores titularon “Balacera de policías; muere agente federal”. El primer párrafo de su artículo lo transcribo textual: “Un elemento de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) murió, otro resultó herido y uno más fue capturado, durante un enfrentamiento con policías municipales y estatales”.
Jorge Alberto Cornejo corresponsal de La Jornada con sede en Tijuana la escribió así: “Un elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI) murió, otro resultó herido y uno más fue arrestado durante un enfrentamiento que los tres agentes sostuvieron este sábado con policías municipales y estatales en Mexicali, la capital bajacaliforniana”. Solo cambió la ubicación y en lugar de capturado escribió arrestado. Que entre paréntesis no es lo mismo. Capturar es detener. Arrestar es poner preso. El titular si fue diferente: “Tiroteo entre agentes de la AFI y policías de Mexicali deja un muerto”.
Ese mismo día Iván Pedraza, corresponsal en Tijuana de Milenio envió su nota así: “Un elemento de la Agencia Federal de investigación (AFI) murió, otro resultó herido y uno más fue arrestado durante un enfrentamiento que los tres agentes sostuvieron este sábado con policías municipales y estatales en Mexicali, la capital bajacaliforniana”. El párrafo es igual al de Cornejo. El encabezado: “Muere un elemento de la AFI en Baja California”.
Hay en total cinco párrafos iguales o con el cambio de alguna palabra concretamente en esa nota: Por ejemplo: En La Crónica de Mexicali apareció: “El agente que murió de al menos cinco balazos fue identificado como Román Cruz Paz; el herido es Luis Alberto Pérez Acosta quien se encuentra hospitalizado, y el capturado es Jaime Barrios Ramos, logrando escapar otro identificado como Fernando Vargas Guzmán”.
Cornejo escribió en La Jornada: “El Agente que murió -recibió al menos cinco balazos- fue identificado como Román Cruz Paz; el herido es Luis Alberto Pérez Acosta, quien se encuentra hospitalizado, y el capturado es Jaime Barrios Ramos, además de que logró escapar uno más Fernando Vargas Guzmán”. Los cambios de redacción son mínimos.
Iván Pedraza publicó ese mismo día en Milenio: “El agente que murió, de al menos cinco balazos, fue identificado como Román Cruz Paz. el herido es Luis Alberto Pérez Acosta quien está hospitalizado y en estado de gravedad mientras el detenido es Jaime Barrios Ramos, logrando escapar otro federal y el cual fue identificado como Fernando Vargas Guzmán”. También con ligeros cambios.
Iván Pedraza volvió a plagiar el mismo dos de noviembre. Hizo un “revoltillo” con notas de Frontera de Tijuana, La Crónica de Mexicali y El Vigía de Ensenada. Se trató de un decomiso de droga. Luego el 17 de noviembre copió a Frontera de Tijuana. Envió casi igual una nota para Milenio que apareció el 18. La original es de Ernesto Álvarez titulada “Contratan mafia sicarios de EU”. En el D.F. “Contratan a sicarios de E.U. para asesinatos en Tijuana”.
También se dio el fenómeno en El Universal y Milenio el 4 de noviembre. Un día antes La Crónica de Mexicali publicó: “Matan a defensor de narcotraficantes”. La firmaron Santiago Barroso Alfaro y Samuel Murillo. “Con un balazo en la frente fue hallado muerto un abogado mexicalense ayer en un camino de terracería del Ejido Nuevo León en el Valle de San Luis Río Colorado”.
Iván Pedraza publicó en Milenio: “Con un balazo en la frente fue hallado muerto un abogado mexicalense ayer en un camino de terracería del Ejido Nuevo León en el Valle de San Luis Río Colorado”. Exactamente palabra por palabra. Rosa María Méndez y Marcelo Bayliss de El Universal le cambiaron un poco: “El abogado Omar Fierro Meraz, quien tuvo a su cargo la defensa de conocidos narcotraficantes fue ejecutado ayer en el Valle de San Luis Río Colorado. Con un balazo en la frente fue encontrado el cadáver en un camino de terracería del Ejido Nuevo León”.
Así hay cuatro párrafos. Pero uno de ellos es como si los reporteros de La Crónica hubieran escrito original con dos copias. Teclearon: “El cadáver fue envuelto en una cobija y tirado cerca de una carretera que conduce a las albercas del ejido Nuevo León”. En Milenio: “El cadáver fue envuelto en una cobija y tirado cerca de una carretera que conduce a las albercas del ejido Nuevo León”. En El Universal: El cadáver fue envuelto en una cobija y tirado cerca de una carretera que conduce a las albercas del Ejido Nuevo León”.
Tomado de la colección Dobleplana de Jesús Blancornelas,
publicado por última vez en diciembre de 2003.