Un alma migrante
Un poco migrante -como todos-, Graciela Zamudio Campos llegó a Tijuana en 2015 proveniente de Ciudad de México, con el cargo de Coordinadora de la oficina foránea de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en Baja California.
A cinco años de residir en la ciudad fronteriza, Zamudio ha defendido en tribunales los derechos de los indefensos: los migrantes, y, como directora general de Alma Migrante desde hace poco más de dos años, ha formado un frente importante de defensores de derechos humanos migrantes en la entidad.
En 2020 tocó redoblar esfuerzos, ya que, con la llegada de la pandemia producida por el virus SARS CoV-2 (causante de la enfermedad COVID-19), los casos en la organización no se detuvieron: migrantes sin ser atendidos en hospitales públicos por no poder demostrar su nacionalidad, detenciones arbitrarias de la Policía Municipal e invisibilización.
Tijuana fue la tierra donde Graciela sembró la semilla de la lucha por los migrantes, contexto idóneo para que florezcan este tipo de causas, mientras que la empatía y la solidaridad de la sociedad abonó para que este fuera su nuevo hogar.
“Todos tenemos un poco de migrantes, sobre todo aquí en Tijuana, una ciudad donde todas las personas o la gran mayoría sabemos lo que significa llegar con una maleta y no tener una familia, o muchas redes de las cuales hacerse y precisamente por eso es tan conocida como una región tan sólida; aquí nada más hace falta pedir ayuda y te la dan”, narró a ZETA.
Después de laborar en la CNDH por un año y medio, Graciela no pudo regresar a su nido; ya había echado raíces y encontrado el punto álgido de su vocación: la defensa de los derechos humanos de personas en contexto de movilidad en Baja California. Así nació la idea de crear una organización para brindar estrategias jurídicas de defensa legal a los migrantes.
“Me di cuenta que las instituciones disponibles necesitan, obviamente, mantener su neutralidad para generar investigaciones objetivas, entonces, esa situación me permitió darme cuenta de la necesidad, muy grande, de saber cómo utilizar la Ley para poder defender efectivamente a las personas migrantes”, expresó.
Así creó Alma Migrante, donde ella es socia fundadora y directora general de la organización que empezó en junio de 2017, y en abril de 2018 se consolidó en la defensa de las garantías individuales de las personas en condición de tránsito.
Además de generar estrategias en comunidad, Alma Migrante también hace litigio estratégico, llevando ante la mesa de los jueces, los problemas de las personas migrantes para que puedan tomar decisiones adecuadas con la Ley.
Otro programa consiste en amplificar las voces de las personas defensoras de los derechos humanos mediante una plataforma de auto representación de carácter artístico, donde ellos cuentan las razones por las cuales decidieron convertirse en defensores, “eso es lo que hacemos en Alma Migrante, todas nuestras actividades giran alrededor del trabajo de los defensores de los migrantes en Baja California”, describió la activista.
Uno de los mayores retos en materia de derechos humanos, es la desinformación, y la situación es grave, “la sistemática violación que vivimos en México al derecho de acceso a la información, sobre el contenido de la Ley, es el obstáculo más importante, porque las personas viven cegadas respecto a los derechos de las personas migrantes”, afirmó.
Aparte, la desinformación contribuye a que la sociedad sea presa fácil de la desinformación, “una sociedad fuertemente informada, puede distinguir claramente entre lo que es exacto y lo que es inexacto en un mensaje; pero una sociedad desinformada, va a tomar lo que les han entregado como información”.
De acuerdo con Graciela Zamudio, ese es el obstáculo más importante, por lo cual es crucial estar siempre bien informados sobre lo que dicta la Ley y cómo podemos usarla para protegernos entre todos.
– ¿Qué te hace dedicarte a la defensa de los derechos humanos de la población migrante?
“Siempre he considerado que tengo un poquito de migrante y también todos los demás, pero algo muy importante, es que considero que defender las causas de los que menos defensores tienen, tiene como efecto que también se defiendan las causas de los y las demás con base en las mismas acciones. Es decir, defender a otro necesariamente implica defendernos todos”, respondió Graciela.
Por su férrea defensa de los migrantes y la orientación jurídica que les provee, en una ciudad donde ella también es un poco migrante, Graciela Zamudio Campos, directora de Alma Migrante, es para ZETA un Personaje Destacado 2020.