El buscador de desaparecidos
El amor por su hijo y la desesperación ante la indiferencia de las autoridades por su desaparición, provocaron que Eddy Carrillo saliera a las calles a buscarlo. No lo ha encontrado. Ahora encabeza el colectivo de búsqueda de personas desaparecidas más grande en Baja California, el cual ha apoyado en la localización de 200 cuerpos.
Carrillo es originario de Tijuana, sus primeros trabajos fueron limpiando carros o vendiendo periódicos en la glorita Cuauhtémoc de la Zona Río. Fue cambiando de trabajos hasta que se mudó a Estados Unidos, donde trabaja en la construcción.
Su vida cambió radicalmente el 1 de junio de 2019. Ese día se enteró que su hijo Erick no regresó a la casa de su mamá después que saliera a divertirse con un grupo de amigos.
Eddy detalló que su hijo también reside en Estados Unidos, al igual que sus otros tres vástagos, pero viaja a Tijuana dos veces al año, principalmente para visitar a su madre. Esta vez venía emocionado porque remodelaría su casa.
El día que Erick desapareció, primero fue a Playas de Tijuana, después a una casa de la colonia Real de San Francisco y luego al bar Karma en El Dorado Residencial, del cual salieron a las seis de la mañana.
Una cámara de vigilancia cerca del bar captó a Erick Carrillo y sus amigos, aproximadamente a las 06:30 horas comiendo unos burritos; última vez que el joven fue visto.
Eddy Carrillo inmediatamente denunció la desaparición de su hijo ante las autoridades mexicanas, confiando que pronto le darían algún avance, sin embargo, eso no sucedió. También hizo la denuncia ante las autoridades de Estados Unidos, pero al tampoco encontrar respuesta, decidió optar por otra alternativa.
Aunque en la actualidad hay 13 colectivos que buscan personas desparecías en Tijuana, cuando Erick desapareció, solamente existía el colectivo Una Nación Buscando T, al que se unió Eddy Carrillo. Pero el colectivo no hacía búsquedas, tenían que esperar a que la Fiscalía General del Estado (FGE) hiciera recorridos cada cuatro meses para sumarse a ello. Eddy no estaba conforme, por ello decidió salir por sí mismo a buscar a su hijo.
Desesperado, acompañado de vecinos, amigos y amigos de su hijo, salió a recorrer las calles donde creía que podría estar Erick. Con esa acción, inicio formalmente el colectivo Todos Somos Erick Carrillo.
“Es cuando empiezo, viéndome en la necesidad de salir a las calles a buscar a mi hijo, con todos mis vecinos, amigos, amigos de Erick también; yo no sabía ni qué era buscar cuerpos, ni dirigir una búsqueda”, comenta Eddy a ZETA.
En camino a capacitarse para realizar búsquedas y encontrar cadáveres, el señor también fue percibiendo la gravedad del fenómeno criminal de las personas desaparecidas y en poco tiempo se convirtió en la única esperanza para muchas familias que tienen un ser querido desaparecido.
Todos Somos Erick Carrillo se ha caracterizado por hacer las búsquedas de manera profesional, explotando la información que tienen las propias familias. Los recursos de la organización provienen de la venta de botellas con agua, en la Glorieta Cuauhtémoc.
De junio de 2019 a la fecha, el colectivo ha apoyado en la localización de 200 cuerpos, y la ubicación, con vida, de 135 personas desaparecidas, algunas de las cuales estaban en situación de calle, en centros de rehabilitación o albergues, padeciendo una crisis psiquiátrica.
Actualmente Todos Somos Erick Carrillo ha consolidado su compromiso en encontrar a personas desaparecidas y los resultados los publican en redes sociales, siempre respetuosos de las víctimas y sus familias.
Eddy Carrillo se ha ganado el respeto de las familias de personas desaparecidas porque acude a todas las búsquedas que solicitan su apoyo. De hecho, la entrevista para el presente trabajo fue realizada el 9 de diciembre, minutos antes de que fuera a la colonia Homex, donde descubrió el cadáver de Danna Sugey Salgado Dávalos, la joven que desapareció el 30 de marzo.
Respecto a la participación de las autoridades en la búsqueda de personas, Eddy la calificó como nula, pues solo el colectivo Todos Somos Erick Carrillo ha hecho más por las víctimas, aunque reconoce la participación de algunos funcionarios.
“Siento la verdad que ellos -autoridades- no están trabajando, porque estamos haciendo el trabajo de localizarlos, estamos desenterrando para que ellos vayan y los entierren en una fosa común, es lo que estamos haciendo nada más, no hay investigaciones y no hay detenidos”, afirma el activista.
El 12 de diciembre de 2019, Eddy le hizo un juramento a la Virgen de Guadalupe: entregaría dos años de su vida para encontrar a su hijo Erick, y en el mismo proceso, ayudar a las familias que están pasando por el mismo dolor.
Ya pasó un año, por lo que le queda un año más, el cual pretende dedicar completamente en ayudar a encontrar la mayor cantidad de personas desaparecidas, ya sea vivas o muertas, aunque en su mente siempre está localizar a su Erick.
“Yo le pedí a la Virgen que me devolviera a mi hijo y yo iba a ayudar a la gente desaparecida, yo no sabía ni cómo, yo me veía trabajando allá -Estados Unidos- y mandando apoyos para la gente de aquí -Tijuana-, y pues cual, me mandó a chambear con el colectivo. Me falta un año (de la manda) como colectivo, no sé si me retire, pero tengo la esperanza de encontrar a mi hijo”, confía Carrillo.
Por su entrega, compromiso, valor y el apoyo que otorga a los familiares de desaparecidos, Eddy Carrillo es para ZETA, un Personaje Destacado 2020.