Personaje destacado
Tijuana lo vio nacer, y Baja California lo formó en la primera mitad de su vida. El resto lo dictarían Ciudad de México y Nueva York, sin embargo, la frontera bajacaliforniana sigue determinando al cineasta David Pablos, para muestra, la galardonada película “Las elegidas” (2014), con cuatro Premios Ariel, y recientemente el estreno nacional de “El baile de los 41”, en el que aborda las distintas masculinidades y visibiliza a la comunidad LGBTQ+, que aguarda su distribución internacional y arribo a las plataformas digitales, motivo por el cual ZETA destaca la labor del tijuanense.
“Desde niño tenía claro qué quería hacer cine, no recuerdo haber pensado hacer otra cosa. A los 18 años me fui a la Ciudad de México para entrar al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), ahí inicié la otra mitad de mi vida, pero Tijuana forjó los años más importantes de formación, marcó mi punto de vista, visión, y sigue presente en mi manera de filmar, en cómo veo la vida y lo que filmo, porque es una ciudad surrealista, desarrollada entre cerros, subidas y bajadas, una metrópoli única, con un muro absurdo que entra al mar, llena de contrastes, escenas con helicópteros y patrullas fronterizas, personajes, migrantes e historias, con sentimiento de desarraigo. Esa sensación de no identidad y de no pertenencia, en medio de ello, ese contexto determina lo que filmo y cómo lo filmo”, asegura Pablos.
“El sentido de no pertenencia está muy claro en ‘El baile de los 41’, a través de la representación de Ignacio de la Torre, Amada Díaz y todo El Club de los 41, y creo que hay toda una sensibilidad que me da Tijuana, que eso es mucho más abstracto, pero está presente en todo mi trabajo, aunque soy producto de todos los lugares y vivencias donde he estado, de la gente que me he rodeado”, afirmó el cineasta de 37 años, cuya película ha permanecido por cinco fines de semana en el top 5 de las películas más vistas en México.
En constante transformación, David dice entender con claridad quién es y se puede abrazar de distintas maneras, como su último trabajo que arropa con preocupación e inquietud: “Celebro que la diversidad pueda ser visible en el cine mexicano, más allá de mi trabajo, representar la historia sin prejuicio y con reivindicación. Celebro haber podido levantar este filme en medio de la pandemia, ‘El baile de los 41’ es una película de la que estoy orgulloso, significó muchos retos técnicos, de producción, aprendizaje; me deja muchos amigos, es un escalón para, espero, una larga filmografía”.
Durante la actual contingencia sanitaria, Pablos terminó la edición de la cinta y preparó nuevos proyectos cinematográficos.
“Siempre es muy sano y catártico pensar en la siguiente película, ya no hablo de los próximos filmes, hay que protegerlos porque cada uno tiene su propia vida y proceso, afortunadamente tengo la capacidad de poder dividir mi cabeza en diversas cosas, pero si todo sale bien, en 2021 estaré filmando”, confía el realizador bajacaliforniano.