Fascinado por las historias orales, la memoria, identidad y patrimonio cultural, el historiador por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California, Andrés Waldo Espinoza, explora la vida de Francisco Galván en su texto “Francisco Galván, un fotógrafo aficionado de Tijuana”, publicado en la revista Alquimia, de la Fototeca Nacional del INAH en 2018, y recientemente ganador del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).
“Francisco Galván, viajero de la lente se desprende de un trabajo previo que ya había realizado en el año 2018 gracias a una beca para poder trabajar, en este caso, el archivo Celia Galván Ramírez, que es un archivo familiar de un antiguo residente de Tijuana, vecina de la Colonia Libertad. En 2008 conocí ese trabajo familiar y me interesó esa sesión fotográfica, me interesó mucho el archivo fotográfico de Francisco Galván, fue el interés por descubrir, redescubrir y revalorar el trabajo que hizo el padre de Celia”, apuntó Andrés.
El proyecto aborda el trabajo de Francisco Galván entre 1918 y 1963 en B.C y distintos puntos de México, sus imágenes conforman el Foto Archivo Celia Galván Ramírez, un patrimonio fotográfico de cien años de antigüedad. Libro de la editorial del Instituto de Investigaciones Culturales- Museo de la UABC a lanzarse entre diciembre y enero 2021.
“Pude rescatar este archivo donde se digitalizó, se clasificó, se catalogó y se hizo un catálogo del archivo en la versión digital para poder ver todo el universo de temáticas y material, el cual estaba en malas condiciones. La idea era sacar productos culturales, folletos, investigaciones y libros, en ese punto, inscribimos el libro al FONCA y se hizo acreedor a la selección para el rescate de este patrimonio cultural”, precisó el historiador.
“Es un recorrido de microhistorias en tres nichos temáticos, Tijuana y sus lugares de memoria, paisajes y escenarios del Desierto Central de Baja California y viajando por el centro de la República, se ilustra el universo de matices de esta foto archivo familiar”.
Sobre la enseñanza y retroalimentación que le ha dejado el proyecto, Andrés señaló.
“Como historiador y haber trabajado en una institución de cultura como lo fue en su momento el archivo histórico de Tijuana, me di cuenta de cómo se manejaban las instituciones. Algunas instituciones solamente le daban importancia a la fotografía y fotógrafos ya consolidados como Frida Kahlo, los hermanos Casa Sola”.
“En ningún momento veía que se les diera la oportunidad a las fotografías de familia. A raíz de esa necesidad, que se diera la oportunidad de revalorar los archivos fotográficos de familia es que nace mi interés por trabajar en las historias de la comunidad, esas fotografías que para muchos podrían ser comunes, pero hay todo un trabajo, una historia en estos materiales. Francisco Galván pudo retratar esas historias siendo un aficionado, con una técnica que podría compararse a los fotógrafos más pesados de México”, concluyó Andrés Waldo Espinoza.