Residentes de Playas de Tijuana se manifestaron contra la construcción de edificios en esa demarcación y reprobaron que las empresas Ruba y Grupo Musa, así como la desarrolladora norteamericana Seven Bridges pretendan edificar viviendas en las inmediaciones del Arroyo Playa Norte, también conocido como Cañada Azteca.
Según manifestó a ZETA Carmen Romo, integrante de la asociación civil Tijuana Calidad de Vida, desarrollar ambos proyectos traería afectaciones al ecosistema, toda vez que la cañada quedaría encajonada. Además señaló que el complejo proyectado por Ruba-Grupo Musa contempla una descarga de drenaje al mar.
En alusión al Arroyo Playa Norte, la activista indicó: “sí tiene un servicio ambiental, no sólo para las personas; para aves de migración, aves que migran ahí, y bueno, hay cierta flora y fauna”.
Lamentó que Ruba y Grupo Musa ya cuenten con permiso para desarrollar en esa área y sostuvo que de acuerdo con la ley en la materia “debería de estarse suscitando la participación ciudadana de las personas en la planeación urbana”.
Sobre el complejo a construir por la mancuerna mexicana, detalló que “incluye mil 600 viviendas y un centro comercial”. Y en cuanto al desarrollo de la empresa norteamericana informó que consiste en “690 viviendas”.
Expuso que la agrupación Tijuana Calidad de Vida en total tiene identificados 7 proyectos en Playas de Tijuana.
En cuanto a los complejos a desarrollarse en las inmediaciones de Cañada Azteca, advirtió que constituyen “un proyecto con alta densidad en un predio que es colindante a la costa”. A decir de la entrevistada, “ha habido muchos cuestionamientos” relativos a ”cómo se va a hacer el tratamiento en la costa precisamente por esta cuestión de cambio climático, elevación del mar”.
Refirió que con todo y que “es muy evidente la erosión que se sufre en la costa por cuestiones naturales” ambos proyectos carecen de programas de tratamiento.
También aludió a un impacto en términos de vialidad así como de infraestructura, atribuible a la construcción de conjuntos residenciales en la delegación tijuanense.
“Ya nos congestionamos bastante desde hace tiempo en cuestión de entrar y salir de Playas (y) la cuestión de drenaje, el drenaje es un tema bien severo porque las tuberías de Playas ya cumplieron su vida útil, no hay un programa de rehabilitación y mantenimiento y engrandecimiento de diámetros si es que se pretende incrementar el desarrollo en esta zona”.
La manifestación del día de hoy, denominada Juntos por Playas de Tijuana, se integró de alrededor de 35 personas, según calculó Carmen Romo. Guardando medidas de sana distancia ante la contingencia por la propagación del coronavirus COVID-19, los participantes portaron pancartas en rechazo a que se construyan multifamiliares alrededor de la cañada.
Romo comentó que en buena medida la protesta tuvo que ver con hacer “un llamamiento a los diferentes niveles de gobierno para que primero esté la infraestructura y después venga el desarrollo”.
Recalcó que la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano establece que tratándose de densificar o crecer en los espacios que ya tienen infraestructura siempre y cuando ésta sea adecuada, se debe dar paso a la participación de la comunidad en la planeación urbana.
Estimó que si en el caso de los complejos a desarrollar por Ruba-Grupo Musa y Seven Bridges, se transparentan los proyectos “a detalle” y se permite “hacer participación de la comunidad con ellos”, acaso se reconocieran los impactos al ecosistema de tal forma que los desarrolladores estuviesen abiertos a explorar una opción de menos impacto, de infraestructura verde en vez de infraestructura gris”.