De acuerdo con el boletín epidemiológico que emite la Secretaría de Salud Federal, hasta el 21 de noviembre en Baja California se habían detectado mil 708 nuevos casos de tuberculosis respiratoria y 285 de otros tipos de tuberculosis (extrapulmonar que se esparce a otros órganos).
A comparación del mismo periodo del año anterior (enero a noviembre), se percibe una disminución de 385 casos de tipo pulmonar y 63 de otros tipos; pero según el coordinador del programa de Micobacteriosis de la Jurisdicción Sanitaria No. 2, el doctor Luis García, a pesar de esto, Tijuana se mantiene en el primer lugar con la mayor incidencia de casos de esta enfermedad.
“Si disminuyeron los casos, en cuestión de incidencia, pero al final de cuentas seguimos siendo el top a nivel nacional. Tijuana es una zona endémica de tuberculosis, todos estamos en riesgo de padecerla”, explicó el médico.
Al menos en los últimos 15 años Tijuana se ha mantenido como parte de las ciudades con las cifras más elevadas de esta enfermedad, detectando que la población flotante (personas en condición de calle y migrantes) es la más afectada.
La enfermedad de la tuberculosis es producida por una micobacteria del mismo nombre, regularmente se adquiere por la vía respiratoria y en el 80 por ciento de los casos afecta a los pulmones; aunque existen otros tipos de esta enfermedad, que se puede alojar en el hígado, los riñones, e incluso en los ojos. Los principales síntomas son tos con flemas por más de quince días, pérdida repentina de peso, fiebre, sudoraciones nocturnas y dificultad respiratoria.
Los grupos más vulnerables a padecerla son los menores de cinco años, pacientes que viven con enfermedades inmunosupresoras como la diabetes, con VIH/Sida y personas consumidoras de drogas.
El tratamiento pudo durar de seis meses a un año y consta de dos fases en las que se administran distintos medicamentos; a las fases se les determina “intensiva” y “de sostén”, y ambas son monitoreadas por personal médico.
Regularmente el paciente debía acudir al centro de salud a tomar sus medicamentos, sin embargo, por la cuestión de la pandemia se procuró que la mayor cantidad posible de paciente cumplan con una supervisión a distancia (por videoollamada).
La Clínica de Tuberculosis que se encuentra en el Hospital General estuvo cerrada por unos meses, pero los pacientes que son tratados ahí (en su mayoría fármaco resistentes) fueron atendidos en centros de salud para la entrega de sus medicamentos y la aplicación de exámenes clínicos de seguimiento.