“Siempre hemos dicho que la ‘izquierda’ es la derecha disfrazada.
Actualmente, la propia ‘izquierda’ lo confirma así”.
–José Stalin. Informe ante el VII Congreso del PCUS. Enero de 1934.
Las actuales huestes del amloísmo en decadencia en muy poco se diferencian de los derechistas de la organización FRENAAA. Son, ambos contingentes, pequeñoburgueses (por eso es que denuncian solamente a la “oligarquía” y no a la entera clase burguesa explotadora) rabiosos y fanáticos a ultranza. Estrafalarios por añadidura.
La diferencia estriba en que el líder de FRENAAA, Gilberto Lozano, no oculta su pinochetismo y la derecha amloísta lo oculta disfrazándose de “socialista”. No obstante, ni los pinochetistas de FRENAAA ni los “socialistas” de Morena están en contra del capitalismo. Al contrario, lo glorifican. Son Gilberto Lozano y López Obrador feroces mastines del mismo amo: el señor capital. Sobre todo del capital extranjero, imperialista.
Tanto unos como los otros les importa un comino la explotación y la miseria que sufre la clase obrera. La esclavitud del proletariado les beneficia como burguesía mediana y pequeña que son. “Pequeñaburguesía” frente a los todopoderosos monopolios mundiales como la Ford, Nissan, Constellation Brands, McDonald’s, Nestlé, Green Giant, Bayer, etc.
Como es sabido, el pasado día sábado 24 de octubre los partidarios de AMLO realizaron, en el centro de la Ciudad de México, una manifestación a la cual llamaron jactanciosamente “La Marcha del Millón”, con la intención de expresar públicamente su apoyo al déspota del partido Morena ante la “embestida” del grupo FRENAAA. Como si el consabido Nerón no contara con miles de kaibiles militares y genízaros policíacos a su disposición, dispuestos y en espera, en cualquier momento, de la orden para lanzarse sobre cualquier disidente al régimen y eliminarlo.
Según el gobierno morenista de la Ciudad de México, regido actualmente por la sionista, Claudia Sheinbaum, el contingente fue de cinco mil 700 manifestantes. Es de imaginarse que el contingente fue mucho menor. ¿Qué se puede deducir de esta esperpéntica clasemediera y porril “Marcha del Millón”?
Sencillamente que a dos años de haberse entronizado AMLO en el poder, un alto porcentaje de sus otrora fieles seguidores se han alejado del demagogo de marras. Es un repudio manifiesto. Que solo no lo ven los que se tapan los ojos. Como ciertos “coolíes” de la pluma. Escuchemos a uno de ellos: “(La Marcha del Millón) Fue una iniciativa ciudadana… no constituyó ningún esfuerzo conjunto y enjundioso de los mandos políticos del obradorismo […] Es desproporcionado pretender que la baja cuantía de esa movilización representa la realidad aritmética del movimiento favorable a AMLO”. (La Jornada. Julio Hernández, columna “Astillero”).
Ahí tenemos a todo un cancerbero de Obrador.
Ha de pensar el mencionado tinterillo: ya verán el próximo 20 de noviembre y el próximo 1º. de diciembre, cuando el “esfuerzo conjunto y enjundioso de los mandos políticos del obradorismo” se manifiesten como titán apoyando al gran patriota y defensor de los pobres, al gran dirigente, López Obrador.
No nos cabe la menor duda que para esos actos que AMLO-morena ya tienen programados contarán con el infaltable “acarreo” de contingentes de los diferentes estados del país. Tal y como lo han hecho en anteriores ocasiones. Centenares de autobuses llegarán a la Ciudad de México a rendirle pleitesía al Iturbide contemporáneo.
Ese será el “esfuerzo conjunto y enjundioso”, que el partido Morena, hoy en el poder, ofrezca al déspota en las próximas semanas. Sobornar y arrear gente como ganado, para que vayan a vitorear al dictadorzuelo morenista, eso “representará la realidad aritmética del movimiento favorable a AMLO”. Según el coolíe de La Jornada.
Para los alfiles morenistas el acarreo para vitorear a Obrador no es corrupción, y alegarán que tal concentración será un manifiesto “acto patriótico”. ¿No es lo mismo que hacía Leónidas Trujillo en la Dominicana?
Prosigamos. Es un hecho que la ilusión y el entusiasmo de sus atrasados e ingenuos seguidores ya no es la misma a la de 2006. Asimismo, en las votaciones de 2012 el fervor, en gran medida, desapareció. Y el amloísmo comenzó a encaminarse, a ojos vistas, rumbo al basurero.
Ahora escuchemos a otro mercenario de la pluma: “En 2006… el plantón de Reforma le dio una salida cívica y pacífica… fue un elemento de contención que previno la emergencia de la protesta violenta. Hoy, el dirigente de Morena no cuenta con ese margen de maniobra. Su influencia se ha reducido. Nuevas fuerzas han surgido a su izquierda”. (Luis Hernández, La Batalla de la Alameda. La Jornada, diciembre de 2012)
Decir que el plantón de Reforma, de 2006, fue una salida “cívica y pacífica” no es más que una reaccionaria sutileza de abogado chanchullero. El plantón no fue más que el abrupto estrangulamiento de la protesta popular, con la finalidad de que las masas airadas y de forma violenta arremetieran contra el entronizamiento del pigmeo panista Felipe Calderón. AMLO fungió como un declarado alabardero de Calderón.
Por eso las masas, decepcionadas, a los pocos días comenzaron a abandonaron el susodicho plantón. Asimismo, no hay que olvidar que durante la campaña de 2018 AMLO fue abucheado en varios actos públicos. Prueba patente del creciente desprecio hacia el tiranuelo.
Cabe la pregunta: ¿Dónde está ese 70 por ciento de la población que repetidamente, AMLO, en sus conferencias matutinas asegura que lo apoya?
Volviendo al “Plantón del Millón”, veamos algo que publicó al respecto el portavoz del amloísmo, el diario La Jornada: “El contingente entró a la Plaza de la Constitución (el Zócalo) … con el grito ¡Fuera Frena!… Óscar Zurita, uno de los organizadores, expresó: ‘Esta manifestación representa el apoyo a la persona que se ha atrevido a desafiar a la oligarquía rapaz de saqueo y corrupción, y esa persona se llama Andrés Manuel López Obrador… un grupo de opositores de oligarcas y golpeadores quiere poner el pie a nuestro Presidente y lo tenemos que respaldar’”. (La Jornada, domingo 25 de octubre de 2020)
Qué repugnante galimatías de fanático. Afirmar que AMLO se ha atrevido a desafiar a la oligarquía es una completa idiotez. ¿Dónde están las pruebas tangibles de tal “atrevimiento”? ¿Acaso no las omnipotentes “transnacionales” -es decir, los monopolios internacionales- no imponen su ley en el país?
Los irrefutables hechos, como decía el gran Lenin, muestran, hasta a los más ciegos que Obrador pisa sobre las huellas dejadas por los sátrapas vendepatrias tanto del PRI como del PAN. Su política económica, en lo medular, es la misma de Peña Nieto, Calderón y de Fox. Puertas abiertas, de par en par, a los chupasangres inversionistas extranjeros.
¿Qué es el T-MEC? ¿No se han dado cuenta que tal “Tratado” no es otra cosa que el TLC salinista renovado? Tratado que de jure pone de rodillas a México frente al voraz imperialismo norteamericano. No puede existir “acuerdo igualitario” alguno entre un gorila y un minúsculo chango.
FRENAAA ciertamente es una organización fascista apoyada, principalmente, por el grupo Monterrey del clan Garza Sada y secuaces. Pero, ¿acaso el partido Morena no se encuentra repleto de esa clase de ultrarreaccionarios oligarcas?
¿Realmente se puede considerar a los todopoderosos gerifaltes del morenismo, como Carlos Slim, Alfonso Romo, Miguel Torruco, Tatiana Clouthier, Ricardo Salinas Pliego, Emilio Azcárraga, etc., etc., gente de izquierda, socialistas?
Los demagogos, expresaba el gran Lenin, son los peores enemigos de la clase obrera, a la cual solo las pruebas más amargas lograrán después persuadirla de su grave error.
La “Marcha del Millón” no es sino la clara decadencia del amloísmo. Y tal desilusión de sus huestes no surge de la propaganda llevada a cabo por la oposición oficial burguesa. Por los “conservadores”. No, tal “oposición” le sirve al déspota. Es el contrabalanceo que requiere todo régimen autocrático. Esa “oposición” no representa ningún peligro para los capitalistas explotadores.
Ha sido, principalmente, la política antipopular que lleva a cabo el amloísmo, que ha empobrecido y arrojado al desempleo a millones de trabajadores, lo que ha hecho que las masas desilusionadas desprecien a Obrador y a su partido. Y este encono popular, indudablemente crecerá sin duda alguna en los próximos años.
Los revolucionarios de la clase obrera seguiremos atizando la lucha contra el régimen morenista, sin dejar de arremeter al mismo tiempo contra los reaccionarios sátrapas del PRI y del PAN y compinches. Miserable oposición oficial burguesa que tratan de “prestigiarse” a costas del repudio in crescendo que existe contra López Obrador.
El proletariado luchará con todas sus fuerzas para que esos criminales del PRI y del PAN nunca más vuelvan a tomar el poder. Los revolucionarios proletarios lucharemos sin desmayo. Nada ni nadie nos detendrá en nuestro objetivo de aplastar este régimen capitalista de explotación y de opresión. De hambre y de miseria. Levantaremos a todo el pueblo en revolución para convertir en cenizas el actual Estado burgués. Y sobre sus escombros edificaremos una patria libre, socialista. Sin sometimiento al yugo de potencia extranjera alguna.
El futuro es inexorablemente de la clase mayoritaria, de los trabajadores. El futuro es del socialismo científico proletario.
Atentamente,
Javier Antuna.
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