En medio de cuestionamientos de la oposición y de expertos en la materia, la nueva titular de la Secretaría de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, espera incorporarse pronto al cargo. Entre sus principales desafíos, destaca la disminución de homicidios y feminicidios, consolidar los esquemas de la Guardia Nacional, desterrar la corrupción de cuerpos policiales y brindar más garantías a los elementos. El investigador de la Universidad de Guadalajara, Francisco Jiménez Reynoso, estima que el reto más importante es que rinda resultados efectivos para disminuir la criminalidad y abatir la impunidad
La comunicadora Rosa Icela Rodríguez Velázquez, desde su convalecencia por COVID-19, aceptó la invitación formulada por el Presidente de la República para fungir como secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana en sustitución de Alfonso Durazo Montaño. Aunque todavía no despacha, ya la ponen al tanto de los retos a enfrentar en el cargo, como reducir la grave inseguridad y la violencia que vive México.
El anuncio de Andrés Manuel López Obrador, de que la nueva titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a nivel federal seria Rodríguez, tuvo lugar el viernes 30 de octubre, pero fue hasta el martes 3 de noviembre, pasado el “puente” por el Día de Muertos, que confirmó que la funcionaria le dio el “si” para incorporarse a su gabinete tras su efímero paso por la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Rodríguez Velázquez, que inició el sexenio como secretaria de Gobierno en la administración de la Ciudad de México y apenas duró tres meses en Puertos y Marina, ahora es la responsable de formular y ejecutar las políticas, programas y acciones tendientes a garantizar la seguridad pública de la nación y de sus habitantes. También tiene entre sus atribuciones proponer al Ejecutivo federal la política criminal y coordinar los esfuerzos para la prevención del delito.
El doctor Francisco Jiménez Reynoso, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), estima que la ex reportera “se sacó la rifa del tigre y sin comprar boleto”, y que su principal reto será rendir buenos resultados, reales, objetivos y científicos en aras de una verdadera seguridad, un real descenso en los indicadores delictivos y la violencia, así como un freno a la impunidad que se vive en el país.
El nombramiento ha sido muy felicitado por los colaboradores del régimen lopezobradorista, desde el día del anuncio hasta la fecha en que AMLO informó de la aceptación de la encomienda.
Rosa Icela respondió a través de su cuenta de Twitter (@rosaicela_): “Agradecida y comprometida con la decisión del Presidente de México, Andrés Manuel @lopezobrador_, por la designación como titular de la @SSCP. Me incorporaré en cuanto tenga el alta médica por Covid”.
EL ANUNCIO
La salida de Alfonso Durazo para buscar ser candidato a la gubernatura de Sonora por Morena, trajo consigo la búsqueda de un sustituto al cargo en la SSPC. Hubo varios candidatos, algunos de ellos de extracción militar, pero la detención del General Salvador Cienfuegos Zepeda, ex secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto, dio al traste con la opción de continuar militarizando al país.
El viernes 30 de octubre, fecha en que Durazo presentó su carta de renuncia, López Obrador sorprendió a México en la conferencia de prensa mañanera con la designación de quien aún se desempeñaba en Puerto y Marina de la SCT, que presuntamente no sabía del plan. “Si lo acepta, va a ser Rosa Icela Rodríguez la próxima secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. Todavía no sabemos si vaya a aceptar. Está en recuperación, está bien, Rosa Icela, tengo informes, fue afectada por COVID”, expresaría el primer mandatario.
Enseguida el tabasqueño preguntó y él mismo se respondió: “¿Quién es Rosa Icela Rodríguez? Desde mi punto de vista, es una mujer que viene de abajo, es originaria de la Huasteca potosina, de una familia humilde, que estudió, es periodista de profesión”. Desde esa fecha se tuvo que esperar cuatro días para conocer la aceptación de la propuesta. Debido a que Rodríguez aún no se repone del coronavirus, “quedará como encargado del despacho Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad Pública, para no quedarnos sin la coordinación del Gabinete de Seguridad. Ricardo Mejía está ahora actuando como coordinador de Seguridad Pública, esperando que se mejore, sane, esté ya en condiciones Rosa Icela”, agregó el mandatario.
En su carta de renuncia, Alfonso Durazo aseguró que “quedaron atrás los días más negros de la inseguridad en México”, y aunque admitió falta mucho por hacer, culpó de la violencia que vive el país a los sexenios anteriores, al señalar que el rezago histórico en materia de homicidios dolosos es una “herencia negra” de corrupción en administraciones pasadas. Nada menos que el doble de asesinatos, en estos dos años, con 65 mil 765 contra 32 mil 847 homicidios en el periodo de Peña Nieto.
Vía Twitter (@AlfonsoDurazo), deseó éxito a su sucesora: “Mi reconocimiento y felicitación a @rosaicela_ por su designación como nueva titular de la @SSPCMexico; una mujer con toda la capacidad para servir de manera digna a México en esta gran responsabilidad de garantizar la seguridad de todas y todos los mexicanos”.
De igual forma lo hicieron la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el General titular de Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, el Secretario Almirante de la Marina, Rafael Ojeda Durán; y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
LOS DESAFÍOS
Entre los retos de Rosa Icela Rodríguez Velázquez, se identifican por lo menos diez asuntos urgentes que deberán ser atendidos, y que el anterior secretario de Seguridad no pudo cumplir a cabalidad:
- Disminuir los homicidios dolososen el país. Desde luego el aspecto de mayor preocupación en los indicadores que se presentan mes a mes y que solo han tenido a tener magros decrementos en algunas ocasiones.
- Frenar el crecimiento de feminicidios.Aunque al inicio el Gobierno Federal no reconocía el fenómeno, terminó por aceptar que es real, pero no se ha podido frenar la escala de violencia con privación de la vida de mujeres.
- Reducir la violencia en Guanajuato. Pese a que fue detenido, así como algunos de sus colaboradores, José Antonio Yépez “El Marro”, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, no se ha desactivado la ola de crímenes en dicha entidad.
- Prevenir levantones y desapariciones. No se advierte labor de la Federación ni coordinación de policías estatales y municipales para prevenir e impedir levantones, desapariciones y el hallazgo de fosas clandestinas con cuerpos o restos humanos.
- Consolidar esquemas de la Guardia Nacional. Es fecha en que la nueva corporación no termina de fortalecerse, y se advierte un rezago en las fechas y número de elementos que deberían estar operando, al igual que los cuarteles que deberían existir.
- Lograr la capacitación de policías municipales. La supuesta vigencia de la Guardia Nacional se anunció sería en tanto “crecen” las policías municipales y estatales, sin embargo, se les retiraron las participaciones federales del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad en los Municipios (Fortaseg), por lo que no se advierte ningún esfuerzo al respecto, con la idea de regresar a los militares a sus cuarteles.
- Proteger a los elementos policiales. Los policías son carne de cañón en el combate a la criminalidad, y en los primeros diez meses de 2020, han sido asesinados 464 agentes de los diversos niveles de gobierno (1.5 por día), aunado a que sus condiciones laborales son paupérrimas.
- Desterrar la corrupción de cuerpos de seguridad. Los abusos policiales y los actos de corrupción aún son muy visibles en los cuerpos de seguridad pública del país debido a la falta de capacitación, de un control efectivo de sus mandos y de algunos directivos de dudosa honorabilidad.
- Crear redes y programas de prevención del delito efectivos. Sí a la Policía no se le invierten suficientes recursos para contar con los elementos humanos y materiales necesarios y adecuados, menos aún se invierte en la prevención del delito, invisible desde hace años en México.
- Labores para una real reinserción social.La situación en los reclusorios del país no ha cambiado los añejos conceptos de que son “escuelas de crimen” ante la ausencia de planes y programas efectivos que permitan desarrollar los ejes de la reinserción social y conseguir que las personas no vuelvan a delinquir. Se están cerrando prisiones federales en puntos clave del país para llevar a los presos a cárceles concesionadas con peor atención.
RESULTADOS
Para el doctor Francisco Jiménez Reynoso, profesor investigador del CUCSH, de la UdeG, los blasones presumidos por el Presidente sobre Rosa Icela Rodríguez son insuficientes para haberla designado secretaria de Seguridad. Consideró que es un nombramiento “a la vieja usanza, con el factor sorpresa para darle una alegría al funcionario amigo, que es otra de las cualidades de la designación al nombrar a Rodríguez Velázquez, en la que se procura lealtad y amiguismo. Es amiga de su esposa, han tejido una relación muy cercana”.
Para el académico, la nueva titular de la SSPC tiene una brillante carrera periodística, transitó por cinco o seis medios de comunicación, “y caray, creo que le falta esa experiencia sobre la seguridad pública. El tema es que siguen quedando en la improvisación en nuestro país los puestos de alto rango, de la más alta envergadura, y siguen llegando personas improvisadas, sin tablas y sin los conocimientos suficientes”.
Asegura que se habla de un trabajo brillante en su paso por el Gobierno de la Ciudad de México, pero en su particular punto de vista, “le hace falta mucha trayectoria y experiencia para resolver lo que hoy vivimos en el país en cuanto a inseguridad y violencia. Creo que en lo que más se fija el Presidente es en la lealtad y la obediencia de sus funcionarios. Y llega, Rosa Icela Rodríguez, en virtud de la coyuntura que se genera. Uno, la salida de Durazo; y dos, la detención del general Cienfuegos, que echó por tierra el designar a un militar en el cargo”.
En opinión de Jiménez Reynoso, el principal reto de la nueva secretaria de Seguridad es rendir “resultados, principalmente, eso es lo que queremos: resultados reales, objetivos y científicos, que reflejen una verdadera perfección social de un real descenso de la inseguridad y violencia en México. Para ello tiene que entrelazar una coordinación efectiva, con lo que tenemos actualmente, con la militarización de la seguridad pública, capricho que se le cumplió al Presidente de la República, mismo objetivo que no pudieron cumplir sus antecesores: Calderón, Peña Nieto, Vicente Fox, quienes se quedaron con las ganas de militarizar legalmente al país”.
El investigador criticó al anterior secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, “quien deja el cargo sin pena ni gloria. Con más pena que otra cosa, porque si no deja al país igual de como lo encontró, pues quizá lo deja un poquito más complicado por el tema de la pandemia y la inseguridad. Y sus números no son nada positivos, sino todo lo contrario. Sale por la puerta de atrás, pero simula que le fue muy bien. Ante sus malos resultados, evidentemente tenemos un país plagado de fosas clandestinas, con una violencia al alza a nivel nacional y una descomposición social muy fuerte, en virtud de la problemática que enfrentamos, en una coyuntura económica, social y de inseguridad”.
El experimentado doctor en Derecho afirmó que el nuevo cargo trae varios matices, “que en conclusión no creo que sea una designación seria, objetiva, ni lo que el país requiere. Es todo un verdadero compromiso, muy grande y muy fuerte, que francamente deseo que le vaya bien a la mujer, por el bien de todos”.
Por último, enfatizó que deberá advertirse una mejor coordinación entre las policías estatales, municipales y los militares para que la Guardia Nacional -la gran estrategia de la actual administración- dé buenos resultados, pues urge disminuir la criminalidad y abatir la impunidad.