ISSSTE, Issstecali y Hospital General de Rosarito están al tope de su capacidad, hay fines de semana que llegan al 200% de su ocupación y no se dan abasto para atender a no derechohabientes de sus instituciones a causa de la pandemia. Pese a que las autoridades de Salud aseguran que todo está bajo control, la realidad es que se encuentran al 85% de su capacidad y la situación podría empeorar si se incrementan los contagios. Médicos afirman que los hospitales están en guerra entre sí para desviar a los pacientes a otro lugar, mientras el secretario Alonso Pérez Rico dice que nada se puede hacer y que llegaron a arreglos con los directivos, mismos que los galenos desconocen
Desde septiembre de 2020 comenzaron a incrementarse las atenciones médicas No COVID en hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Gobierno del Estado y Municipios de Baja California (Issstecali), los generales de Rosarito y Tecate, e incluso el Materno-Infantil. Hoy día, dichas unidades están al borde del colapso y sin recurso para atender a los derechohabientes.
Médicos de esos hospitales aseguran estar llenos de pacientes “Insabi” (pertenecientes al Instituto de Salud para el Bienestar), y si previo a la pandemia sus recursos eran limitados, ahora “están en guerra” para derivar las atenciones a otros nosocomios.
“Tecate y Rosarito son pequeños para absorber lo No COVID de Insabi, el Materno-Infantil está a pique, no hay ginecólogos (ginecobstetras), la carga de trabajo es demasiada y los recursos no son muchos, por eso no se reciben a tantos pacientes”, confiaron a ZETA los médicos.
De acuerdo con las estadísticas presentadas por la Secretaría de Salud el 28 de septiembre, de 137 camas en el ISSSTE, 119 estaban ocupadas: 60 en Mexicali, 35 en Tijuana y 24 en Ensenada. Mientras que Issstecali estaba al 56% de su capacidad.
Al 30 de octubre, un mes después, la capacidad del ISSSTE estaba al 80%, con 110 camas ocupadas. El hospital Fray Junípero Serra, de 41 camas, 35 las tenía ocupadas; y en Issstecali se mantenían en 67% de ocupación.
Sin embargo, desde el 7 de noviembre la situación ha ido en ascenso en pacientes de Urgencias y Traumatología: de tener un 81 y 72% de ocupación hospitalaria en ambas instituciones, el día 10 aumentó a 84% en el ISSSTE, en tanto Issstecali descendió a 65%.
En cuanto a los hospitales generales de Tecate y Rosarito, solo cuentan con 100 camas entre los dos -53 y 47, respectivamente-, y desde el sábado 7, el de Rosarito está al 98% de su capacidad (46 camas ocupadas).
El domingo 8 de noviembre se vivió una situación extraordinaria, ya que, de acuerdo con personal médico del Hospital General de Rosarito, estaban al 200% de su capacidad, tenían a 59 personas en el área de Urgencias, cuando solo hay espacio para 32 y además 13 personas esperaban ser atendidas.
“Nos volvimos locos, estábamos al doble de la capacidad y todavía teníamos gente esperando afuera, por más que quisiéramos, no los podíamos atender, no nos dábamos abasto, fue una locura el domingo”, dijo uno de los empleados de Urgencias.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Clínica Regional 20 es la más saturada de las unidades hospitalarias de apoyo de Mexicali y Ensenada; el 7 de noviembre presentó una ocupación hospitalaria del 80%, de 200 camas, 161 estaban ocupadas y 29 disponibles. Sin embargo, el 8, 9 y 10 de noviembre, la cifra rondó entre 77, 71 y 70% de su ocupación.
CULPAN AL CRUM
Personal médico del ISSSTE e Issstecali culpan al Centro Regulador de Unidades Médicas (CRUM), encargado de destinar a los pacientes No COVID, a los hospitales donde los pueden atender según la urgencia.
En entrevista previa con ZETA, Gerardo Mendoza Tarín, coordinador médico del CRUM, expuso que tardan alrededor de 10 minutos en asignar un hospital, ya que deben comunicarse a cada institución para verificar que haya espacio disponible, equipo y especialistas. Admitió que cuando ningún hospital tiene lugar para otra urgencia No COVID o no hay especialista, de igual forma envían al paciente a uno que anteriormente ya les había notificado que no lo podrían recibir.
Esto genera esperas de entre tres y seis horas para que un paciente pueda recibir atención pre hospitalaria, de acuerdo con la Coordinación de Socorristas de la Cruz Roja.
“Quedamos como los malos, que no queremos atender a la gente. Son seres humanos y nosotros juramos cuidar la vida, pero no podemos hacer nada si ni siquiera tenemos un espacio dónde dar la atención, ni equipo, ni recurso, ni especialistas”, aseguraron los médicos.
Durante la semana del 2 al 6 de noviembre, se supo de por lo menos otros cuatro casos en los que no se dio atención médica a pacientes de urgencias: un hombre con fractura de cráneo, dos con convulsiones y una mujer embarazada con malformación congénita desde los 11 años de edad.
Al respecto, médicos de la institución señalaron que en el caso de la mujer embarazada, han llevado su caso desde que fue diagnosticada, y le advirtieron que su vida y la del feto estaba en riesgo si se embarazaba; aun así lo hizo, y, ante la pandemia, le recomendaron tratarse en Mexicali, donde tendrían a los especialistas en caso de complicaciones. Hizo caso omiso, y, al momento del alumbramiento, exigió la atención sin previo seguimiento en varias instituciones.
Aspectos generales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Foto: Alejandro Gutiérrez Mora/ZETA
NO HAY DE OTRA: PÉREZ RICO
Alonso Pérez Rico, titular de Salud en Baja California, advirtió que lo que se ha vivido en el Estado con relación a la enfermedad COVID-19, no es nada comparado con lo que se avecina para la temporada invernal:
“Por más crítica que se vio la situación en abril y mayo en Tijuana, en mayo-junio en Mexicali, junio y julio en Ensenada, no es comparable con lo que viene frente a nosotros. Va a haber más pacientes COVID, la alta movilidad de fechas festivas va a llevar a accidentes, descompensaciones de enfermedades No COVID crónico-degenerativas, esto es histórico, siempre sucede, cada diciembre”, detalló a ZETA.
Recalcó que tanto el ISSSTE como Issstecali deben ayudar en el tratamiento de estos pacientes, ya que de seguir con el comportamiento del 31 de octubre, no habrá “hospital, ciudad o país” que pueda soportar tantas hospitalizaciones, como está sucediendo en Estados Unidos o Francia, que ya cuadruplicó su punto más alto de contagios durante la primera ola de la pandemia.
“Entiendo a mis hermanos médicos y enfermeras, a mis directivos de hospitales de ISSSTE e Issstecali que no estaban acostumbrados a ver pacientes baleados, con múltiples impactos, o pacientes muy complicados, politraumatizados, por la necesidad y naturaleza de sus derechohabientes. Pero el acuerdo que se tiene interinstitucional, es que tienen que entrarle, si ellos le están entrando a ver pacientes politraumatizados, nosotros en el Hospital General estamos atendiendo, ahora ya, a 70 pacientes COVID, y lo único que va a pasar es que ese número va a aumentar”, sentenció Pérez Rico.
“Si se toman acciones a nivel sociedad a partir de hoy, se podría bajar la tendencia de contagios en mes y medio en Tijuana, y alrededor de tres meses en Mexicali. No podemos hacer más, no tenemos más hospitales, no podemos poner hospitales inflables porque no tenemos los especialistas o gremio médico que se requiere”, agregó.
Los hospitales No COVID tendrán que aguantar lo necesario, porque “no hay de otra”: “Me gustaría decir que tenemos 40 intensivistas nuevos que llegaron al Estado, pero ni siquiera los hay en el país. El escenario que se tiene, es el mismo que teníamos cuando llegó la primera ola, solo que ahora podemos predecir acorde a la movilidad en nuestras unidades hospitalarias”.
El funcionario dejó muy en claro que los acuerdos a los que se han llegado, son entre directivos, por lo que a pesar de la percepción del personal médico, están buscando la manera de ser más asertivos en la repartición de los insumos médicos, así como la atención en trauma y neurología.
“Hemos hablado con las autoridades del ISSSTE e Issstecali precisamente para la atención que tiene que haber en los pacientes No COVID y más en esta temporada que se aproxima, porque cada vez van a manejar más pacientes”, remató.
INSTITUCIONES CALLARON
A pesar de las constantes quejas de médicos y usuarios de estas instituciones, los directivos no han emitido posicionamiento ni solicitado apoyo de manera pública, al contrario, se les ha pedido que eviten dar declaraciones.
“Los directivos no van a hablar, ellos hacen sus acuerdos y aseguran que todo está bien, pero somos nosotros los que estamos al frente, haciendo malabares para poder dar la atención a pesar de que ya no podemos con tanto”, dijo un médico del Issstecali.
ZETA solicitó entrevista con los dirigentes de cada institución, incluso los directores de los hospitales de Tecate y Rosarito, pero todos respondieron lo mismo: por indicaciones de la Secretaría de Salud, el único autorizado para dar declaraciones al respecto es el titular de la misma, Alonso Pérez Rico.
Incluso, se filtró una carta en la que, de manera directa, el funcionario estatal pide a Desireé Sagarnaga Durante, delegada del IMSS en Baja California, evitar dar a la prensa algún tipo de declaración relacionada a la COVID.
“Tengo a bien solicitar que se adopten las acciones que considere pertinentes, con el fin de evitar que los servidores públicos adscritos a la institución a su digno cargo, emitan algún tipo de pronunciamiento vinculado con el COVID-19, ante cualquier medio de comunicación”, indica la carta fechada el 6 de noviembre.
Al respecto, Pérez Rico señaló a ZETA que ese tipo de peticiones se hacen de manera regular, sobre todo cuando un directivo da declaraciones en torno a lo que está sucediendo con el tema COVID, cuando este no cuenta con toda la información relacionada a todas las instituciones.
“Tenemos que validar toda la información que se dé. Yo no puedo decir ‘ellos tienen tantos casos’ sin validarlo primero. Estoy obligado a decir, con relación al Instituto Mexicano del Seguro Social, la información que ellos me pasan, yo lo valido y con ISSSTE e Issstecali es lo mismo”, argumentó.
Por otro, lado expuso que podría generar un problema que algún directivo diga que estén disminuyendo los contagios, que la noticia se vuelva viral y genere mayor confusión en la población.
SIGUEN FALTANDO MÉDICOS
Para concluir, Alonso Pérez Rico mencionó que tienen una contratación de 240 médicos y personal de Salud no solo para COVID, sino para cualquier tipo de atención, pero ante el inminente repunte de contagios, se requeriría una cantidad similar adicional para poder descansar al equipo que ha estado al frente desde marzo.
“Para los No COVID es muy variante. En Tijuana ocupábamos unos 50 especialistas, entre neurocirujanos, angiólogos, ginecólogos, cardiólogos, neonatólogos en todas las instituciones; para Mexicali 40, para Ensenada 30, para cubrir todas las guardias”, precisó el funcionario de Salud.
