Joaquín Furriel ocupa el centro de la atención en esta estupenda muestra de lo mejor del cine argentino en años recientes. El actor es el responsable de encarnar a Hermógenes, un hombre humilde de Santiago del Estero que busca oportunidades en Buenos Aires y termina siendo ejemplo de la esclavitud moderna cuando va a parar a la carnicería de Latuada (Luis Ziembrowski). De ahí lo que viene es un homicidio y Hermógenes es el inculpado. Entonces, la cinta se dedica a recrear la verdadera historia de un hombre marginal, sin educación, golpeado psicológicamente y físicamente explotado al extremo.
El director Sebastián Schindel se fundamenta en la novela del criminólogo Elías Neuman para entender las motivaciones del protagonista que enfrentó cadena perpetua por un asesinato que, al parecer, fue producto del hartazgo, y aunque no pretendió más, no fue necesario hacerlo cuando se tiene a Furriel en el papel principal y una extraordinaria crónica de hechos que exponen cómo un sistema de desigualdad siempre tendrá un desenlace trágico.
Vaya momento de incluir este título en el contenido de Netflix. Otro filme imprescindible para estos tiempos. ****
Punto final. – Ya casi, Disney+