Con alrededor de 200 mujeres asesinadas durante el 2020 en Baja California es una de las entidades con más crímenes cometidos contra mujeres, pero solo un pequeño porcentaje han sido clasificados como feminicidio.
El domingo 1 de noviembre, mientras el gobernador Jaime Bonilla Valdez, presumía “avances” y “virtudes” durante su primer informe de labores en Tijuana, colectivos feministas de Mexicali, llevaron a cabo una simbólica manifestación que culminó en un altar para recordar a todas las víctimas de la violencia en la capital bajacaliforniana.
Con vestimenta negra -algunas caracterizadas de catrinas-, el grupo que rondaba las 30 mujeres, se dio cita en las instalaciones de la Vicerrectoría de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), donde arrancaron la marcha alrededor de las 18:30 horas.
Con pancartas y cruces negras, el grupo de mujeres -en su mayoría jóvenes- caminaron por el bulevar Benito Juárez, con rumbo al norte, custodiadas por vehículos particulares, con el objetivo de controlar el tráfico por el carril derecho.
Las manifestantes recorrieron los casi 2 kilómetros que separan el punto de salida con el monumento a Benito Juárez, ubicado en el corazón de la cona hotelera de Mexicali, cantando y gritando en memoria de las mujeres víctimas de homicidio.
Este año 2020, en Mexicali se ha caracterizado crímenes particularmente cometidos en contra las mujeres donde se imprime una enorme violencia, en algunos casos recientes: como el de Genebit, la joven estudiante de arquitectura asesinada el 30 de julio, localizada en el interior de la cajuela de un automóvil, homicidio por el cual su exnovio David Alejandro está siendo juzgado; o el de Danna, la adolescente de 16 años asesinada a golpes y puñaladas para después ser calcinada en el fraccionamiento la Condesa el 22 de agosto, delito por el que hay algunos presuntos responsables detenidos.
Sin embargo, se han registrado otros asesinatos que han quedado impunes, como el de las tres mujeres acribillados dentro de su domicilio en la colonia Pueblo Nuevo, en febrero de este año.
“Ni una más, ni una más”, “porque vivas se las llevaron vivas las queremos”, fueron algunas de las consignas que gritaban las manifestantes.
Al llegar a las faldas del monumento del Benemérito de las Américas, las mujeres recargaron las cruces rosas y pegaron las cartulinas con mensajes de protesta, y comenzaron iluminar el camino con velas y revestir el altar de muertas, dedicado para todas las víctimas mexicalenses, aunque solo algunos nombres fueron escritos con pintura de aerosol frente a las escaleras del monumento.
La lista fue la siguiente, Eva, Genebit, Araceli, María, Delia, Sandra, Valeria, Carolina, Verónica, Betsy, Karla, Carmen, Danna y Rosa, junto a los nombres pintados en negro, también se leía el mensaje “no olviden sus nombres”.
La protesta no culminó. A los costados del monumento a Benito Juárez, pegaron hojas con denuncias en contra de varios hombres, empresas e instituciones públicas -como la UABC-, donde se han cometido diversos actos violentos en contra las mujeres, desde hostigamiento sexual, violaciones hasta feminicidios. En algunos casos señalaron a los agresores y pidieron a las autoridades que pongan atención al puerto de San Felipe, donde se cometen ataques de género de manera recurrente.
La violencia contra la mujer se mantiene en escalada en Baja California, pues en 2015 se contabilizaron 114 asesinatos contra mujeres; la cifra creció en 2016 a 141; 212 en 2017 y 288 en 2018. Actualmente se estiman más de 200 muertes dolosas en la entidad.
