La fractura del Cártel de Sinaloa continúa dejando
una estela de muertes en varias entidades del país,
y Baja California como Estado clave en el tráfico
de drogas no es la excepción. El lunes 2 de
noviembre, policías locales y estatales
aprehendieron a una docena de integrantes de una
célula criminal enviada directamente por los
hermanos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar
“Los Chapitos”, para “barrer” con la plaza de Mexicali,
particularmente contra dos personajes: “El Ruso”
y “El Omega”
Una célula conformada principalmente por internos de un centro de rehabilitación de Mazatlán, Sinaloa, fue desarticulada la tarde del lunes 2 de noviembre por elementos de la Policía Municipal de Mexicali y la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), durante un operativo que tuvo tres puntos de acción en las zonas Oriente y Central, cuyo resultado fue de 12 personas detenidas.
La investigación de inteligencia realizada por las Mesas para la Construcción de la Paz de Baja California, arrojó que la docena de sicarios forma parte de un grupo de por lo menos 20 criminales que fueron enviados por instrucciones de Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como “Los Chapitos” -hijos del ex líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, hoy preso en Estados Unidos- para perpetrar una serie de homicidios. Una de las principales líneas de investigación es que pretenden “pelear” la plaza comandada por Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega”, hombre de todas las confianzas de Jesús Alexander Sánchez Félix, conocido como “El Ruso”.
Los sicarios, de los cuales por lo menos uno pudo ser relacionado con el homicidio cometido el 31 de octubre en el fraccionamiento Praderas del Sol, donde perdiera la vida José Luis Marmolejo Corcoles, presunto narcomenudista de la Zona Oriente de la ciudad. Sin embargo, se les relaciona con otro incidente donde fueron ultimados los de nombres Abraham Guadalupe Martínez Lucero y Ramón Omar Peralta, cuyos cadáveres fueron localizados dentro de un vehículo Nissan Sentra modelo 2000, color blanco y con placas extranjeras, abandonado en el estacionamiento de una tienda Oxxo en Avenida Nautla y Calle Cuarta, Colonia González Ortega.
La mayoría de ellos se identificaron como adictos reclutados en el centro de rehabilitación Jóvenes de Mazatlán, una Oportunidad de Vida, AC”, ubicado sobre la calle Emiliano Zapata número 25; en su declaración establecieron que recibían un pago de 2 mil pesos semanales.
Una de las líneas interesantes que arrojó más indagatorias, es que los sicarios recibieron la instrucción de ponerse bajo las órdenes de un joven de apodo “El Tecua”, quien se encargaría de coordinar sus ataques; hasta el momento se desconocen mayores datos de este individuo.
Cabe señalar que existieron muchas complicaciones para procesar el caso, toda vez que personal de la Fiscalía General de la República (FGR) se negó a recibir a los detenidos, pese a que se trataba de una situación sumamente crítica, por lo que los uniformados permanecieron alrededor de ocho horas en espera del caso.
EL OPERATIVO
Aunque la primera información indicó que los sicarios del Cártel de Sinaloa fueron detenidos en hechos aislados, la realidad es que cada caso está conectado directamente con el otro, y gracias a la primera detención se concretaron las demás.
La primera detención ocurrió alrededor de las once de la mañana del lunes de 2 de noviembre, cuando los agentes preventivos intervinieron al conductor de una motocicleta Italika color amarillo con negro, modelo 2021, que no contaba con placas de circulación.
Los agentes municipales le marcaron el alto en Calle Sexta y El Roble, en el fraccionamiento del mismo nombre, debido a que notaron el parecido de la unidad con el crimen cometido días atrás en el fraccionamiento Praderas del Sol.
Tras conversar con el detenido y someterlo a una inspección, descubrieron que cargaba consigo un arma blanca, lo que ya era suficiente para aprehenderlo. Sin embargo, el detenido de nombre Edwin David Guzmán Amador, de 24 años de edad, originario de Sinaloa, dio información sobre un domicilio donde se encontraban otros sujetos dedicados a actividades ilícitas.
La vivienda se encontraba sobre Avenida Río San Ángel, casi esquina con Mosaicos del fraccionamiento Valle de Puebla, por lo que el operativo se dirigió a esa zona.
Los uniformados dieron con el inmueble de donde salieron tres individuos para abordar un automóvil Cadillac color guinda, por lo que les marcaron el alto en la primera oportunidad, que en el parte informativo establece una falta de tránsito.
Luego de conversar con los implicados, fueron sometidos a una revisión donde encontraron un arma de fuego calibre .223, considerada de uso exclusivo del Ejército.
Allí fueron asegurados Pedro Adolfo Navarro Ramírez “El Pedor”, Jorge Alberto Cortez Miranda, ambos de 19 años de edad, y Jorge de Jesús García Guevara “El George”, de 20; todos originarios de Mazatlán, Sinaloa y sin domicilio fijo en la ciudad.
En este inmueble, los uniformados recabaron nueva información que focalizó la atención a un inmueble ubicado sobre Avenida Víctor Rosales, entre las calles Mocorito y Río Culiacán de la colonia Independencia, donde se encontraba una célula delictiva vinculada al Cártel de Sinaloa.
Con apoyo de más elementos de la Policía Municipal y agentes de la GESI se acudió al inmueble y, partiendo de una denuncia anónima al 089, se intervino a los presuntos sicarios.
En esa tercera intervención se capturó al resto de la célula, donde fueron identificados Luis Fernando Pérez García, de 23 años y originario de Tijuana; Humberto Morgan Victoria, oriundo de Puebla y de 39 años; Juan Arturo León Barraza, de Culiacán, Sinaloa; Jesús Gabriel Figueroa Flores, de 35 años, de Mazatlán, Sinaloa; Luis Fernando Castro Armenta, de Mazatlán y 32 años; José Alberto González Meza, de Culiacán y 28 años; y Alejandro Javier Ramírez, Rentería de 39 años.
Los implicados cargaban consigo ocho armas cortas de diversos calibres, además de gafetes del citado centro de rehabilitación y un parche con la insignia CDS, que suele relacionarse con el Cártel de Sinaloa; tres de estos fusiles se localizaban frente a un altar de la Santa Muerte, ritual que habitualmente utilizan los grupos delictivos para “no fallar” en su ataque.
La información que se logró obtener durante las diligencias realizadas por las autoridades, es que los detenidos -junto con al menos otros cinco criminales- pretendían organizar una célula de sicarios y reclutar a más elementos para “limpiar” la plaza.
Aunque no brindaron detalles, la principal hipótesis es que los matones pretendían pelear el poder de las actividades ilícitas del municipio a nombre de “Los Chapitos”, en contra de las enraizadas células a cargo de Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega” y Alexander Sánchez Félix “El Ruso”, identificado anteriormente como lugarteniente de Ismael “El Mayo” Zambada, en la región, pero que a raíz de la división dentro del Cártel de Sinaloa, se han vuelto rivales.
Como ejemplo se encuentra el enfrentamiento ocurrido en junio pasado entre grupos armados de “El Ruso” y “Los Chapitos” en la zona de Tepuche, al Norte de Culiacán, que dejó el saldo de 16 criminales fallecidos, entre ellos cinco jóvenes mexicalenses residentes de la Zona Oriente de Mexicali que presuntamente fueron reclutados por “El Omega” para pelear en Culiacán contra la descendencia de Guzmán Loera, con quienes comenzaron a romper relaciones tras el “Culiacanazo”. Operativo criminal para doblegar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y posteriormente liberar a Ovidio Guzmán, otro de los hijos de “El Chapo”.
