De Trez en Trez
Uno.- “Cambiar para que todo siga igual”. Palabras más, palabras menos, pero el concepto “gatopardista” de mediados del siglo XIX ahí está, y tal parece, se puede aplicar a diversas situaciones de la política actual.
Veamos. Antes, la oposición criticaba que se buscara el poder político a como diera lugar, hoy las cosas no son diferentes; basta con revisar la información relacionada con los partidos políticos y más aún, con los que en su momento detentan el poder para darse cuenta de que sea quien sea, se sigue buscando el poder por sobre todo y a costa de todo.
Minimizar los problemas, descalificar a las víctimas, hacer como que no existen, ignorar a los gobernados y vivir casi en “Disneylandia” fue práctica común de gobiernos priistas y panistas, lo que despertaba la inconformidad de la oposición; pues ahora vivimos “bien, muy bien” y vamos “requetebién”.
Durante muchas décadas, los gobiernos anteriores, reprimieron y sofocaron diversas movilizaciones con las que los inconformes manifestaban su rechazo a algunas acciones del gobierno o exigían respeto a sus derechos; quien ahora ostenta la titularidad del Poder Ejecutivo, echó mano de este recurso muchas veces, pero ahora descalifica y hasta se burla de estas movilizaciones.
Doz.- Colocar en puestos claves de la administración pública a incondicionales y no precisamente a personas capacitadas y con experiencia, a los amigos, compadres y hasta familiares, era práctica también de administraciones pasadas y motivo de protesta y denuncia por parte de la entonces oposición; hoy siguen las cosas igual. Dele una revisada a los que han sido designados para formar parte del gobierno, a los que pretenden acceder a cargos de elección popular en la elección 2021.
La constante mención y aparición en los medios de comunicación del Presidente tampoco agradaba mucho, era el arranque de los programas de noticias en radio y televisión, la cabeza principal de medios escritos y luego venían “las otras notas”. Hoy, la imagen presidencial satura los espacios noticiosos, “las mañaneras” y otras “conferencias e informes de prensa”, con algunos “periodistas” a modo, presentan lo que quieren, informan lo que quieren y cuando quieren.
Culpar a los que antes estaban en el poder también se estilaba con la promesa de que todo cambiaría, de los gobiernos anteriores era la culpa de los fracasos de los planes de gobierno del momento, se lavaban las manos y responsabilizaban a los anteriores de no poder gobernar como se había prometido. “Errores”, “enanos del tapanco”, “saqueadores”, les llamaron entonces; ahora son “conservadores”, “adversarios”, “neoliberales”, “fifís”, “machuchones”, entre otros muchos adjetivos que casi a diario utiliza el Presidente del país.
Trez.- El “chapulineo” tan utilizado en gobiernos, funcionarios anteriores y criticado por la antes oposición, también está presente ahora. Algunos candidatos a gubernaturas y otras posiciones de elección popular saldrán del gabinete, de las cámaras legislativas y de otras posiciones para -seguramente calculan- asumir otro compromiso sin haber concluido uno anterior, con lo que están haciendo lo que antes repudiaban.
Y qué decir del -oficialmente negado- “acarreo” del que se echa mano cada vez que es necesario (si acaso frenado en los últimos meses por la pandemia); sigue siendo una herramienta útil, sin importar quién gobierna. Ya ni hablar de la “aplanadora Morena” que funciona igual que la “aplanadora tricolor” o la azul.
La lista es larga, lo cierto es que el concepto plasmado en la novela original de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, se hace presente: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”… o por lo menos se diga que “son diferentes”.
P.D.- Fieles a sus orígenes (primero priistas, luego perredistas), en Morena alguien dirige la “sucesión” en la dirigencia nacional de ese partido. No son precisamente sus militantes.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com