Marcharon por la garita y exigieron trató humano a quienes tienen procesos pendientes de asilo humanitario
Más de 250 activistas y migrantes exigieron la reactivación de los procesos de asilo humanitario para las familias varadas en Tijuana. Lo hicieron marchando y gritando consignas desde el antiguo acceso peatonal a San Ysidro (Ped East) hasta el cruce de El Chaparral (Ped West).
“Hay familias que llevan meses, años, que están sobreviviendo en Tijuana. No encuentran trabajo, se les dificulta encontrar oportunidades. La migración no para con o sin pandemia”, explicó Kathy Kruger, abogada de la Casa del Migrante en Tijuana.
Cada paso y cada grito, lo hicieron con la firme esperanza de que alguna autoridad estadounidense los escuchara del otro lado de la frontera y terminar con la espera de cumplir su anhelo de ser escuchados por un juez de migración en Estados Unidos y así obtener una oportunidad de internarse legalmente a la Unión Americana.
“Solo basta un caso para que la frontera se abra. Buscamos el trato digno para quienes llegaron y solicitaron asilo humanitario en Estados Unidos, a quienes se les dio un número de expediente y la fecha la han postergado”, insistió la abogada Kruger.
En la explanada del acceso al Chaparral se leyeron algunos testimonios de migrantes en Tijuana, la mayoría de Centroamérica, que se encuentran desesperados y desorientados ante el cierre de la frontera y actividades legales de migración que los hace estar en el limbo legal enmarcado por el Programa de Protección a Migrantes en México.
“La cita que tenía en junio, la pasaron a septiembre, luego a octubre y ahora sólo le piden que se mantenga el contacto telefónico. Esta familia hondureña está vulnerable y ha encontrado ayuda para sobrevivir, pero nuestra lucha es para que las familias vivan dignamente, con salud techo y oportunidades”, comentó el activista Milton de la organización Pro Amore sobre un migrante hondureño de 26 años que llegó a Tijuana desde agosto de 2019.
“Migrar no es un delito”, y “no estás solo”, fueron los gritos constantes durante la marcha pro asilo en la que se busca crear un eco que llegue a las autoridades norteamericanas y organizaciones de migrantes en Estados Unidos para reactivar los trámites y procesos de asilo humanitario que se quedaron pendientes, dejando varados a migrantes en el lado mexicano de la frontera.