Pues resulta que el “pinochetazo” del gobernador Jaime Bonilla Valdez y sus allegados dentro del Consejo Político de Morena, se encuentra impugnado por el grupo antagónico encabezado por el delegado con funciones de presidente, Ismael Burgueño Ruiz; y el presidente del Consejo, Ricardo Figueroa.
Los actores que participaron en el “golpe” recibieron una denuncia ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido. La intención es que el órgano encargado de investigar las acciones de los militantes de Morena revise el actuar de los más de 40 consejeros que se unieron a Bonilla -la mayoría pertenecientes a la nómina estatal o municipal- para apoyar el cambio de dirigencias dentro del partido, donde resultó airoso César Castro Ponce, uno de los allegados al grupo de la alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila.
Burgueño y Figueroa son los únicos dirigentes reconocidos por los órganos electorales, además de contar con el respaldo de la dirigencia nacional encabezada por Alfonso Ramírez Cuéllar, un opositor de Bonilla.
La intención de esta denuncia es que se suspendan los derechos políticos de los consejeros morenistas y así no puedan tener actividad partidista de cara al próximo proceso electoral. Sin embargo, como todo en el partido vino tinto, la decisión se tomará dependiendo de quién resulte airoso en el proceso electoral interno.
Por cierto, Burgueño Ruiz también presentó un documento ante el Instituto Estatal Electoral (IEE) para remover al representante de Morena ante el Consejo General, removiendo a Hipólito Sánchez Zavala y dejando en su lugar a Sergio Omar García Medina -quien laboraba en la administración de Arturo González Cruz- como titular, y en la suplencia, a Juan de Dios Cueto.
PAN
Dentro del PAN tampoco van bien las cosas, pues no solo se les cayó la alianza con Movimiento Ciudadano -debido a una decisión nacional-, sino que se mantienen intensos conflictos dentro del Consejo Político del partido.
Resulta que los alfiles allegados al ex presidente municipal Gustavo Sánchez Vázquez, se encuentran muy molestos por la pasividad con la que ejerce su labor el presidente del Comité Directivo Estatal, Enrique “Kiki” Méndez, pues en los temas y trabajos verdaderamente importantes, decide mantenerse al margen o no iniciar una verdadera batalla contra Jaime Bonilla Valdez y Morena, pese a que estamos a poco tiempo del inicio del proceso electoral local.
Por el contrario, parece que la verdadera intención de Méndez es ocupar los primeros lugares en las listas del partido, con el objetivo de mantener espacios políticos para sus allegados. Es decir, pretende negociar las derrotas al más puro estilo de Fernando Castro Trenti.
Mientras tanto, la dirigencia del Partido Acción Nacional busca alianzas con PRD, PBC y PES -partido que se mantiene en la pelea por mantener el registro- y hasta con el PRI, con el que mantienen la puerta abierta en busca de hacer un frente contra Morena.
COVID-19
Como si el Consejo de la Judicatura no tuviera urgencias por resolver los últimos temas administrativos, antes de extinguirse esta semana se ordenó la suspensión total debido a que se registró un brote de COVID-19.
Al parecer una secretaria que labora en esa área resultó positiva al novel coronavirus, y de manera paralela, dos empleados del área de informática y dos más se encuentran como casos sospechosos, por lo que el titular del Consejo de la Judicatura, Jorge Ignacio Pérez Castañeda, determinó que se suspenderían las labores de manera temporal en lo que emiten los resultados.
Hablando de COVID-19, otro enfermo es el dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Ernesto Elorduy Blackaller, quien desde el lunes 5 de octubre se puso en aislamiento tras notar algunos síntomas como fiebre y dolor de cabeza.