El martes 6 de octubre fue el último día que circuló la edición impresa de El Mexicano, antes que Eligio Valencia Roque y su hijo menor, estallaran la huelga junto a los trabajadores contra la administración que llevan sus hijos mayores, Eligio, Lilian y Corina, a quienes acusa de tener más de 65 semanas sin pagar sueldos. Ese día la portada del diario la dedicaron al alcalde de Ensenada, con la cabeza “Ayala repunta para gobernador”. Sin embargo, tres días antes, la nota principal del periódico fue “Arturo González, favorito para la gubernatura 2021” y también referían una encuesta. La bipolaridad editorial tiene un origen: tanto Estado como Municipio tienen convenios publicitarios con El Mexicano, y a los dos dieron gusto. Sabido es que el gallo del gobernador Jaime Bonilla para sucederlo es el alcalde de Ensenada, como conocido es también que el alcalde de Tijuana solicitará licencia para buscar la candidatura de Morena al Gobierno del Estado. De hecho, en la trifulca que se armó con motivo de la huelga en el diario, Estado y Municipio volvieron a dividirse. A don Eligio Valencia lo resguardaron y defendieron policías municipales de Tijuana, mientras que a los hijos de este, los protegieron policías estatales de la Fiscalía General del Estado. Es decir, el Estado defiende a los hijos y el Ayuntamiento al padre, bonita cosa. Pero así dieron gusto. Con las encuestas a modo, a Bonilla y su Ayala, y a Arturo González.