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miércoles, octubre 2, 2024
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El espectáculo de Bonilla

Las presentaciones por Facebook Live que todos los días realiza el gobernador del Estado, Jaime Bonilla Valdez, van de mal en peor, hasta dejar de ser informes para convertirse en circos mediáticos donde lo mismo se canta y se piropea, que cae en la banalidad y se hace eco de la infamia.

Si estas presentaciones iniciaron como una forma del mandatario para comunicar a los gobernados de las acciones de gobierno y evitar pagar publicidad para dar a conocer estos hechos, el cariz de seriedad se ha ido perdiendo hasta llegar a un grotesco espectáculo político de comedia.

En los último días, Bonilla se ha convertido en un presentador de espectáculos al estilo de Raúl Velasco o Don Francisco, para presentar con frivolidades y acoso a sus colaboradores del gabinete, quienes terminan en calidad de patiños, siguiéndole el ritmo del programa a través de Facebook Live.

Falto de toda seriedad, por ejemplo, acusó a inicio de la semana que al representante de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Isaías Bertín -a quien da el trato de subordinado en lugar de elemento de otro orden de gobierno como es el federal-, de querer ser candidato por un distrito en Ensenada, y ante la competencia política, le sugirió cambiar de residencia. Entonces aseveró que ya lo estaba pensando, pues Bertín había sido asaltado en su zona, que le habían robado todo, hasta el perro.

Tratándose del representante de la seguridad federal, se investigaron los hechos referidos por el gobernador, pues sería el colmo que al representante de la Secretaría de Seguridad lo hubiese asaltado la inseguridad. Y resulta que el atraco nunca sucedió, que Isaías Bertín no  fue robado. El asalto y la inseguridad fue la analogía que utilizó el ingeniero Bonilla para referirse a la separación matrimonial de Bertín en una de sus presentaciones en vivo. Falto de buen gusto y de respeto hacia la vida privada del funcionario federal, comparó el difícil momento personal con un asalto.

Además, a Jaime Bonilla le ha dado por intentar posicionar, en medio de la crisis sanitaria más grave en el mundo en los últimos cien años, a su secretario de Salud, Alfonso Pérez Rico, como una persona agraciada y con atractivo para el género femenino, al referirse a él con apodos alusivos a su calidad de guapo y seductor. Dejando la seriedad de lado, conmina a su audiencia a que escriban piropos al médico, y hace que el productor los copie y los transmita en la pantalla que utiliza, por ejemplo, para informar de los contagios y las muertes por COVID-19.

El lenguaje y actitud de hombre espectáculo del gobernador Bonilla también le tocó esta semana al secretario del Agua, Salomón Faz, a quien quiso conminar a cantar, pero ante el recato del funcionario, el productor le localizó y proyectó en la pantalla de los informes un video de Faz cantando un tema de su autoría y que se encuentra en la plataforma Facebook.

Por supuesto que los funcionarios le siguen el espectáculo al Ejecutivo del Estado, faltaba más, están acostumbrados a servir a su todopoderoso mandatario y a aguantar las analogías de mal gusto como las realizadas a Bertín incluso sobre su físico y peso, o la carrilla a quien quiere convertir en galán, el doctor Pérez Rico, o el cantante Salomón Faz. Tan ha decaído el informe diario de Bonilla, que ya hasta el productor se ha convertido en un personaje, que lo mismo es bulleado por el gobernador que, enaltecido o amenazado -de broma otra vez- con ser despedido, y tal revista de comedia en redes es la presentación, que el productor entra al juego, hasta proyectando una imagen de él con una guitarra en la pantalla informativa.

A esto hay que sumarle las bravuconadas de Bonilla. Hace dos meses contra la alcaldesa de Tecate, en las últimas semanas contra el presidente municipal de Tijuana, a quien de manera insólita e increíble, vinculó con un asesinato. O con los empresarios que le critican, a quienes suele dedicarles acres frases. Ni hablar de sus ataques a la prensa, para lo cual también ha utilizado sus en vivos, e incluso la pantalla informativa para hacer referencia a ZETA o a quien esto escribe.

Las presentaciones informativas del gobernador ya no lo son tanto. Son más que nada un programa de corte político musical, de comedia y acoso, en el que no se salvan ni sus colaboradores ni la audiencia, pues ya tiene identificadas a varias personas de su público, con las cuales interactúa como presentador de un reality show.

La producción de las presentaciones es, como las revistas musicales, por segmentos: seguridad, despensas (donde por cierto goza con los agradecimientos que los beneficiados “le mandan” en video), agua, salud y otros temas eventuales como bienestar, alcaldes su sección de comentarios y reflexiones finales.

Por supuesto sin dejar de lado esta semana, cuando presentó al dueño de Fisamex, evidenciado como adicto y lo hizo parecer, con la ayuda de la secretaria de Honestidad, como una víctima, a la que prácticamente se le deberían de entregar disculpas.

Total que las presentaciones de Bonilla son cada vez menos informativas, y cada vez más de entretenimiento y espectáculo. Le ha ido tomando confianza a la cámara y a su papel de conductor de programa de televisión para convertirse en eso, en conductor de una revista, en lugar de guardar la solemnidad de la investidura que representa.

Y se nota en la audiencia, pues a pesar que presume tener millones de seguidores en Facebook, promedian 750 los usuarios conectados a las presentaciones de Bonilla. Eso sí, cuando amenazó con presentar videos que “incriminaban” al alcalde de Tijuana, la audiencia le creció a unos mil 200 seguidores. Quizá por eso los ataques, porque le dan rating al espectáculo de Facebook de Bonilla.

Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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