A principios de agosto, el Congreso de Oaxaca reformó la Ley de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, para prohibir la venta de comida chatarra a menores de edad. Esta propuesta ha resonado en la sociedad mexicana y ahora es parte de la agenda del recinto legislativo de Baja California Sur.
La diputada del Partido del Trabajo (PT), Mercedes Maciel, informó que durante el primer período ordinario del tercer año de la XV Legislatura se buscará el consenso para que los limitantes para el consumo de comida poco salubre sean una realidad en el estado.
Recordó que desde el 2016, la Secretaría de Salud emitió una alerta de emergencia por obesidad. En este contexto,
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición coloca a Baja California Sur entre los estados con mayor prevalencia de obesidad abdominal en mujeres y hombres, con 80% de la población en esta condición.
Es por ello que la diputada considera necesario adecuar el marco jurídico para aplicar medidas que beneficien la salud de los menores. Recordó que la obesidad es un factor que provoca otras enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes o hipertensión, las cuales colocan a las personas en grupos de riesgo ante el coronavirus.
“No se trata de perjudicar a los vendedores ambulantes, se trata de prevenir la aparición de enfermedades para niños y niñas, como diabetes e hipertensión”, comentó.
Para lograr esta reforma, se necesitarán cambios en la Ley de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Ley Estatal de Educación, Ley Orgánica de los Gobiernos Municipales y la Ley Estatal de Salud.
Con estas reformas se establecerá un protocolo para que los ayuntamientos, a través de las áreas de comercio, vigilen que no se vendan alimentos chatarra en 50 metros a la redonda de las escuelas.
Asimismo, la Secretaría de Salud tendrá que supervisar el tipo de alimentos que ofrecen a la venta a alumnos en las cooperativas de los inmuebles educativos.
Con esto también vendrá la conformación de la Institución de Escuelas para Padres, para que cuenten con la información y conocimiento necesario para atender la crisis por la alimentación con alto contenido calórico y nutrición deficiente.
De manera obligatoria, en las escuelas aumentarán las actividades deportivas, culturales y recreativas, aún cuando las clases se imparten a distancia en estos momentos, debido a la propagación del COVID-19.
“Necesitamos proteger la alimentación de los niños. No es una cuestión de prohibición, sino fomentar la alimentación sana”, recalcó la diputada.