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miércoles, septiembre 18, 2024
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Maestros “eventuales”, vulnerados

Sueldos menores, trabajo sin prestaciones y la no generación de antigüedad, son algunos de los problemas laborales que enfrentan los profesores contratados como eventuales. Durante la última década, en Baja California Sur la Secretaría de Educación Pública ha recurrido a un esquema de contratación llamado “maestro eventual”. Esta figura, según autoridades, nace ante la falta de recurso para crear nuevas plazas. Además, en comunidades donde carecen de energía eléctrica, la educación a distancia es una falla

La Secretaría de Educación Pública (SEP) subraya que, en Baja California Sur, el incremento poblacional está por arriba de la media nacional, lo cual crea una demanda extraordinaria de espacios educativos y de maestros que garanticen el aprendizaje de los estudiantes.

En ese contexto existe un déficit de mil 300 plazas para docentes en nivel básico y preescolar, así como otras 700 para profesores en secundaria.

Aunque la figura del profesor eventual ayuda a satisfacer la necesidad de maestros frente a grupo, la realidad es que este esquema de contratación no es del todo bien recibido por los educadores en la entidad.

Para explicar la situación, tres profesores “compensados” -como se le conoce coloquialmente al maestro eventual- otorgaron sus testimonios anónimos a ZETA.

LABORALMENTE SE ENCUENTRAN VULNERABLES

Hay casos de maestros que tienen alrededor de 10 años esperando una plaza, sin embargo, esta nunca ha llegado. Y el principal problema, según la visión de los profesionistas de la educación, es que realizan las mismas labores que un maestro con plaza, pero el sueldo no está ni cerca de ser el mismo.

Además de tener un salario un 40% menor, los “eventuales” no cuentan con prestaciones de Ley. A esto se suma que son enviados a zonas de BCS en las que la renta y otros insumos son de precios altos, como en Los Cabos, “en promedio ganamos 3 mil 850 pesos a la quincena, más un bono de vida cara de mil pesos que llega una vez al mes. Si queremos ISSSTE, lo tenemos que pagar nosotros”, cuentan.

Otro asunto problemático para ellos es que cada seis meses deben renovar contrato. En este punto, su pago se llega a retrasar entre tres y diez quincenas.

“Tengo seis años trabajando en estas condiciones, cada año cuando se nos termina tenemos que volver a aplicar el examen. Muchos se desaniman porque el sueldo es muy bajo”, expresó un maestro de Los Cabos.

Certeza laboral y plazas en BCS

En contraste, los maestros con plaza ganan más de 5 mil pesos y reciben prestaciones de Ley, bonos federales como apoyo para útiles escolares, del Día del Maestro y aguinaldos de 40 días.

Luis, docente de Los Cabos, menciona que en este municipio la vida es muy cara. Con el sueldo que recibe por su contrato de eventual, no le alcanza para sobrevivir. “No es nada justo vivir así y estar ganando eso, que no nos den la oportunidad de absolutamente nada, los trasladan a lugares lejanos, nos mueven a lugares caros. Es muy difícil sobrevivir con el sueldo de un maestro eventual”, compartió.

“Mucha gente no se llega a quejar porque es trabajo, ciertamente uno lo agarra porque a veces no hay nada. Un colegio es peor, entonces ese esquema de trabajo sí está feo porque es estar esperanzado para agarrar una base. Sí te juega la mente”, mencionó Andrés, maestro de Educación Física en preescolar.

El argumento de las autoridades educativas para prolongar esta situación es que no hay recurso en la SEP federal, problema de antaño. La manera más rápida para conseguir la plaza es quedar en los primeros cinco lugares del examen; sin embargo, hay maestros que llevan más de ocho años compitiendo sin obtener una mejor condición laboral.

“Mi plaza me llegará cuando quede en la lista de prelación del 1 al 5, lo único que dice la SEP es que no hay recurso. Siento que es injusto trabajar bajo ese esquema hablando económicamente, ya que hacemos lo mismo que un maestro con plaza. La única diferencia es el sueldo que nos otorga la SEP”, dijo Mariana, maestra de Educación Especial en primaria.

 

REUBICAR MAESTROS, LA SOLUCIÓN: SEP

Respecto a qué sucede en Baja California Sur que obliga a las instituciones a utilizar el esquema del maestro eventual, el titular de la SEP en el Estado, Héctor Jiménez Márquez, responde que el crecimiento poblacional de la entidad está por arriba de la media. Cada año llegan miles de estudiantes nuevos, lo que aumenta la demanda de espacios educativos y, por ende, maestros.

En promedio, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población de BCS crece un 12%. Las autoridades estatales exponen que este fenómeno de migración se debe al crecimiento de la zona hotelera en Los Cabos, en el sur de La Paz, así como por la expansión de la oferta laboral en campos agrícolas de Vizcaíno.

“Los últimos años presentamos una tasa de crecimiento arriba de la media. En esta administración, más de 600 aulas, más de 50 escuelas nuevas. Cada una requiere un docente”, declaró.

Desde su perspectiva, hay una forma de ayudar a despresurizar la necesidad de espacios permanentes para los maestros en la entidad: que la SEP federal trabaje un reacomodo de plazas en el país.

Existen entidades como Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Michoacán que están reportando un decrecimiento poblacional por fenómenos de migración, “hay entidades que no están creciendo, migran al Noroeste del país y Estados Unidos. Aquí hay 17 etnias asentadas con más de 100 mil indígenas, nos cuentan que salen de sus estados por falta de trabajo y por la violencia”, añadió.

Además, hay comunidades rurales que se han quedado con plazas vacantes, la reubicación de estas en zonas del Noroeste que hace varios años propusieron a la SEP federal, podría ser una solución a la falta de recurso.

“Nuestra capacidad para otorgar plazas normales es difícil, por eso recurrimos a la figura del maestro eventual para contratar”, apuntó.

Aunque reconoce que se trata de un “conflicto bastante fuerte” en tema de cobertura y la pandemia ayudó un poco para que la presión no fuera tan grande por las clases virtuales, de manera que habrá un reacomodo de estudiantes por grupos, para lo que la SEP contratará a mil maestros eventuales para este semestre.

 

COMUNIDADES ENFRENTAN EDUCACIÓN A DISTANCIA SIN ENERGÍA ELÉCTRICA

A las “injusticias” laborales que señalan los trabajadores de la educación, se suma un reto inédito para este ciclo escolar: cumplir con el aprendizaje a distancia y en línea por la pandemia.

Más de 150 mil estudiantes regresaron a la escuela, pero en esta ocasión no hay aulas, no hay pupitres. La computadora, un celular, la televisión, actividades impresas, la radio, cualquier tecnología jugará un papel esencial para que los niños y niñas aprendan este año.

Dentro de este nuevo fenómeno educativo, se acentúan las diferentes realidades por la desigualdad.

Maestras como Evelin Avilés enfatizan que no todos alumnos tienen las mismas herramientas en casa para acceder a la educación a distancia. Entre las condiciones del contrato “eventual”, cientos de docentes se tienen que hacer cargo de la enseñanza en zonas marginadas. En estos sectores ya ni siquiera se habla de televisiones o celulares, sino del hecho de que hay servicios públicos a los que no acceden los habitantes.

En Pescadero, comunidad a 94 kilómetros de La Paz, hay personas que no cuentan con electricidad en sus hogares. Para ejemplo, la situación de Ana, una niña de 10 años que cursa tercer grado de primaria. Aunque hay disposición y ganas, hay limitantes notorias que cortan la llave de la educación.

Por trabajo, la abuela de Ana no se encuentra disponible en todos los horarios para ayudarla con las tareas. “Tengo un trabajo poco estable porque hay días que trabajo y otros no, pero de cualquier manera estoy al pendiente de las tareas. Por otro lado, no tenemos luz, así que las clases por televisión se nos complican mucho”, indicó a este Semanario.

En esa comunidad donde habitan jornaleros, niños y niñas tienen “responsabilidades” en el hogar. Algunos no cuentan con internet, otros no tienen televisión o radio.

“Trabajo todos los días, pero trato de estar al pendiente de Yoselin.  Por televisión es más complicado, tal vez por línea sería mejor”, aseguró una madre de familia de la primaria de Pescadero.

¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los docentes ante la nueva normalidad educativa? La profesora de primaria, Evelin Avilés, considera que el principal reto es garantizar la conectividad y la comunicación con todas las familias con las que se está trabajando, ya que no todos los hogares tienen el mismo de acceso, lo cual obliga a los maestros a adecuarse a las posibilidades de cada familia, implicando “un reto muy grande”.

“Otro reto es saber si el alumno realmente está aprendiendo o adquiere conocimiento o habilidades desde su casa. No sabemos cuál es el tipo de habilidad que aprenden, lo que hace el profesor ahorita es dar indicaciones pedagógicas a los tutores del menor o incluso a hermanos mayores”, expresa.

Docentes como Isaí Núñez precisan que deben brincar barreras como el acceso a la información y material educativo. Por ahora, lo único con lo que cuenta un maestro regular son los libros de texto.

En zonas marginadas el trabajo es limitado porque solo hay comunicación vía WhatsApp, mensaje de texto o llamada dependiendo de la disponibilidad de los tutores. Para romper este obstáculo, idearon estrategias como llevar actividades impresas a los padres y madres de familia, el profesor entrega las hojas al director y este las lleva a los tutores del estudiante.

En el caso de esta opción, un aspecto negativo según los docentes es que no se crea un lazo comunicativo, entonces no se sabe qué sucede en el proceso de aprendizaje del menor.

“Es como responsabilizar completamente al papá o a la mamá en este proceso educativo”, comentan.

Para mejorar este contexto, debería erradicarse la desigualdad, y al ser una problemática social compleja, sugieren a las autoridades garantizar el acceso a los medios de comunicación con los que se trabajara este año.

Apoyos en recargas telefónicos serían una clave para que en los domicilios marginados se garantice la conectividad entre docentes, padres y alumnos, pues la educación en línea representa un costo, desde una recarga telefónica de 200 pesos, hasta equipo más sofisticado como computadores con precios de hasta 15 mil pesos.

Las dificultades laborales por contrataciones eventuales, sumadas a los retos de la educación en línea, son el panorama que enfrentan los docentes en Baja California Sur hoy en día; sin embargo, queda claro que jugarán un papel imprescindible para que los menores puedan aprender a distancia en este ciclo escolar.

Autor(a)

Gilberto Santiesteban
Gilberto Santiesteban
Reportero sudcaliforniano, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS). Me dedico sobre todo a dar voz y cobertura a las causas ciudadanas en mi estado. Ante todo creo en la libertad de expresión y la libertad de prensa, incluyendo las responsabilidades y retribuciones que estas conllevan.
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