Me ha inspirado hoy el amor
una furtiva balada,
con el ritmo de la sangre
que va y viene al corazón.
El recuerdo de sus besos
y el dulzor en su mirada,
las caricias de sus manos
al rozar toda mi piel.
No puedo escribir las notas
de esta canción consagrada,
al amor que nos consume
desde nuestra juventud.
Ni correr puedo a su lado
al llegar la madrugada,
aunque me la paso en vela
imaginando su voz.
El fuego de sus pupilas
incendia cama y almohada,
me ha robado hoy el sueño
y me hace pensar en él.
Escribir versos de amor
llega a veces de la nada,
como las gotas de lluvia
cuando empieza a lloviznar.
Un té de hojas de naranjo
tomaré esta madrugada,
mientras recuerdo sus besos
tan colmados de pasión.
Se oye un grillo tarareando
melancólica tonada,
como si hoy él recordase
a un furtivo y viejo amor.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California