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viernes, febrero 16, 2024
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Fracasan clases de la nueva normalidad en zonas marginadas

Solo 48.3% de estudiantes en BC está en condiciones de tomar sin dificultades su enseñanza a distancia. El 51.7% de los hogares carece de servicio de internet, no cuentan con televisión digital, señal de televisión abierta o teléfonos inteligentes, computadoras u otro dispositivo. Maestros se las ingenian para enviar cursos de video vía mensajería telefónica, o imprimen cuadernillos para niños que no cuentan con conexión digital o de comunicaciones

Sin señal de internet, sin cobertura de televisión abierta y sin las herramientas tecnológicas necesarias para el regreso a clases, el 24 de agosto comenzó el ciclo escolar 2020-2021 para los estudiantes de educación básica en Baja California.


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De acuerdo con el secretario estatal de Educación, Catalino Zavala Márquez, más de 600 mil niños de preescolar, primaria y secundaria regresaron a la vida escolar en la modalidad de enseñanza vía remota, sin aulas, pero con clases a través de la plataforma Zoom y por televisión abierta.

A través de televisores, computadoras, tabletas electrónicas o celulares, se pretende que niños y jóvenes bajacalifornianos tomen sus clases de acuerdo con el programa establecido por la Secretaría de Educación Pública (SEP). Desde hace tres semanas, solo el 48.33% de los estudiantes ha podido desempeñar sin dificultades su educación a distancia.

Datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) e Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), a través de Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), en Baja California solo el 48.33% de los hogares cuentan con conexión a internet y al menos una televisión en su casa.


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Mientras que el 51.7% de los hogares carecen de este servicio y no cuentan con una televisión digital o con señal de televisión abierta, como tampoco smartphones, ni computadoras o tabletas electrónicas para llevar sus clases en la nueva normalidad producto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.

En áreas rurales de Baja California la proporción de usuarios de internet es de 67.5%, mientras que en áreas urbanas es de 80.8%, detalla en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares del Inegi.

De las cifras pasamos a los hechos e historias de bajacalifornianos que han enfrentado este reto que implica el regreso a clases en la nueva normalidad.

ZETA realizó un recorrido y sondeo por las comunidades más marginadas de BC.

En Tijuana se visitó la colonia El Niño, en Tecate la delegación Cerro Azul y la colonia Nueva Hindú, mientras que en Mexicali fue la comunidad Cucapah que se encuentra en el Kilómetro 57, en dirección a la Laguna Salada. Esto fue lo que contaron padres de familia, directores de centros educativos y profesores de educación básica:

Tomás Omar Lomelí Gutiérrez, director de la Escuela Primaria “Héroes de la Nación” en la comunidad El Niño, narró a este Semanario que este centro escolar es el único con el que cuentan los más de 9 mil habitantes de la colonia ubicada en los límites de Tecate y Tijuana.

La primaria cuenta con dos turnos, el matutino con alrededor de 800 alumnos y el vespertino con 600. Del total de estudiantes inscritos, el 75% proviene de hogares en contexto de pobreza, con carencias en servicios y equipos electrónicos para llevar a cabo las clases en línea.

“Un aproximado de 75% de las familias de los niños son de bajos recursos y el otro 25% son un nivel un poco más alto. En su mayoría sí tienen carencias porque en la mayoría de las familias los padres trabajan en maquiladoras, fábricas, algunos son veladores, choferes y pues son trabajos inestables para estas familias”, compartió el profesor.

Dicho contexto orilla al padre de familia a tener lo más indispensable en casa, “pues no es un lujo la tecnología, es una necesidad, pero también no está al alcance de muchos padres de familia por los costos, sabemos que son dispositivos muy caros y la renta de internet”.

Ante el adverso escenario para sus estudiantes, señaló que cada maestro va a emplear algunas estrategias dinámicas sobre cómo localizar a los padres de familia para que “a los niños no se les esté coartando el derecho de la educación”.

El proceso de enseñanza que se está siguiendo en esta institución, al igual que en el resto de escuelas de educación básica en el Estado y el país, es que los alumnos aprendan desde casa por medio de la televisión y con el fortalecimiento de otros recursos cómo “Classroom, WhatsApp, otro podría ser por teléfono, o video conferencia y por último la radio, enlistó el directivo escolar.

“Estamos conscientes de la situación económica y sobre todo aquí en la periferia se está manejando de manera híbrida el proceso de enseñanza, esto quiere decir que a aquellos niños que no puedan tener acceso, se les va a entregar un cuadernillo de manera impresa, ya los maestros se pondrán de acuerdo con esas familias y van a establecer un día fecha para su entrega”, subrayó.

Lomelí Gutiérrez reveló que este ciclo escolar tuvo un aumento de inscripciones en comparación con años pasados, “pero la capacidad de la infraestructura de la escuela no tiene las condiciones ni los espacios, porque nos limitamos a 22 salones y muchas familias llegaron sobre todo del sur a buscar lugares, y los tenemos en lista de espera”.

Por otro lado, la profesora Analí Burgos, quien imparte el cuarto año de primaria en la comunidad El Niño, detalló que de sus 35 alumnos, cinco no tienen televisión en casa o red de internet, “pero les estoy mandando los videos de las clases en línea por WhatsApp, les mando el link, con los que no tienen ningún dispositivo les doy un cuadernillo”.

Como apoyo a niños y familias, la docente tuvo que elaborar unas hojas de ejercicios de trabajo similares a los ejercicios que realizan en la clase en línea, ya que hay casos de familias que tienen hasta tres niños en diferentes grados escolares y solo un dispositivo para tomar las clases en línea.

“Tengo familias que tienen tres niños, los tres niños ocupan clases en línea y solamente hay un dispositivo, un teléfono, entonces todo el día las mamás están con el teléfono y con los niños. Es una dinámica muy frustrante y por eso opté por cuadernillos, es mi manera de trabajo”, declaró.

Otro de los retos a los que se enfrenta la profesora son las “largas y estresantes jornadas de trabajo”, ya que pasa más de ocho horas pendiente del teléfono, guiando a los padres de familia y atenta a las dudas de sus alumnos.

“Los padres de familia andan todos perdidos con lo de Aprende en Casa y las clases por la televisión. Estuve escuchando comentarios de los padres de familia que no les gusta y como maestra tampoco me gusta eso, prefiero mil veces la clase presencial a las clases en video llamadas, pero nos hemos tenido que adaptar”, concluyó.

En el caso de los padres de familia y los alumnos, Gabriela Ramírez Chaparro, habitante de la colonia El Niño, ama de casa y madre de cuatro hijos -dos estudian la primaria, una la secundaria y otro el bachillerato-, reconoció a ZETA Que el regreso a clases ha resultado muy pesado para ella, “porque a la de secundaria le tengo que dejar mi teléfono para que haga su tarea y los de la primaria, a uno le saqué un libro y a la otra tengo que sacarle la tarea por computadora y el de la preparatoria aún no regresa a clases; habrá que ver cómo le vamos hacer para que puedan cumplir con sus tareas”.

La casa de la familia Ramírez Chaparro es pequeña y, como la mayoría de los hogares en la colonia, su estructura es de madera con algunas paredes de concreto. Cuentan con una sola televisión en casa y para acceder a los canales donde se transmiten las clases tuvo que contratar el servicio de televisión por cable a un costo de 800 pesos.

“Nomás tengo una ‘tele’, entonces no sé cómo le voy hacer ahorita. Por los canales y eso pago como 800 pesos al mes, los canales y el internet, porque la ‘tele’ no agarraba ningún canal y tuvimos que contratar algo para poder ver, porque no tengo canales y más ahora con esto del internet”, recordó.

Para esta ama de casa, la modalidad de escuela a distancia producto de la pandemia ha resultado muy difícil, pues ha tenido que adaptarse a la tecnología, aprender a usar plataformas como Zoom, Meet, Classroom y WhatsApp. “Todavía batallo poquito y le tengo que decir a mi hijo de ‘prepa’ que me ayude a veces para bajar cosas”, dijo.

En la colonia Nueva Hindú, ZETA entrevistó a Roberto Vivas, padre de dos menores: David y Daniel. El primero estudia sexto grado de primaria, y el otro, segundo de secundaria. La escuela les queda a cinco kilómetros de donde viven.

Con el regreso a clases han tenido que salir a trabajar con su papá para poder hacer un ahorro, comprar un televisor y seguir las clases a través de ese medio. Por ahora, han estado trabajando con un cuadernillo de actividades que les otorgó su profesora y con el teléfono de su progenitor.

Roberto se dedica a la fabricación de ladrillo y por la necesidad de darles lo necesario a sus hijos se dedica al comercio de antigüedades, casi frente a la Estación de Bomberos de la delegación Cerro Azul en Tecate.

Otro de los restos a los que se enfrentan, es la falta de cobertura tanto de internet como de señal de televisión, por lo que han tenido que buscar lugares con cobertura cerca de su casa para enviar los trabajos que les piden en la escuela, aseguraron Daniel y David.

“Quiero ser doctor para ayudar a las personas, para tener dinero y ayudar a mi familia, me gusta la escuela y extraño estar con mis amigos, pero pues está difícil”, contestó David al preguntarle si se sentía desmotivado por no estar en clases presenciales y a qué desea dedicarse cuando sea mayor.

Para la líder de la comunidad Cucapah y directora de la Escuela Primaria “Alfonso Caso Andrade de Cucapah El Mayor”, Sonia Moreno Márquez, esta situación es muy desfavorable para las comunidades nativas de Baja California, por el contexto de marginalidad y rezago social en los pueblos originarios del Estado.

“Es algo muy difícil, dado que en las comunidades indígenas de Baja California hay personas que no tienen televisión, menos internet, entonces los papás algunos no saben leer”, por eso los maestros indígenas han tenido que implementar algunas estrategias para poder seguir enseñándole a sus alumnos”, señaló.

“Los maestros indígenas de aquí y de las diferentes comunidades hemos diseñado cuadernillos, los imprimimos, los fotocopiamos, los engargolamos y se le entrega a cada padre de familia un cuadernillo, vamos casi casa por casa entregando y realizando actividades de nuestros niños. Ha sido muy difícil, hemos entrado en varios programas ahora que están diciendo de las tablets para todos los niños de Baja California, hemos puesto solicitudes y todo, pero tristemente es muy difícil trabajar así porque prefiero irme con mi tapabocas, mi botellita de agua y casa por casa a andarle poniendo trabajo a mis alumnos”, añadió.

La escuela se encuentra en las orillas de la carretera, en el Kilómetro 57 rumbo a la Laguna Salada, en dirección a San Felipe. De acuerdo con la directora, actualmente tienen una matrícula de 36 alumnos y el 80% no cuentan con televisor o algún otro aparato electrónico, menos aún cobertura de televisión abierta e internet.

Por último, el lunes 17 de agosto, durante la transmisión en vivo por redes sociales del gobernador Jaime Bonilla Valdez, el titular de la Secretaría de Educación Pública de Baja California, Catalino Zavala Márquez, comentó que para aquellos estudiantes que no tengan acceso a internet o a dispositivos con este, podrán tomar clases a través de diversos canales de televisión, sin contemplar a los que no cuentan con un artefacto electrónico de ese tipo.

Agregó que todos los estudiantes en el Estado deberán tomar clases a través de distintas plataformas, como Google For Education, Google Classroom o www.educacionbc.edu.mx

En el caso de las zonas más alejadas, “tendríamos la cobertura, pero también vamos a apoyarnos en Google for Education, por televisión y por otras herramientas, como es la proyección y el internet”, destacó el funcionario.

Autor(a)

Alejandro Arturo Villa
Alejandro Arturo Villa
Reportero de investigación del Semanario ZETA. Miembro del Border Hub y el International Center For Journalists.
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