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martes, octubre 1, 2024
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Errores de López-Gatell en primeros meses de pandemia costarán miles de vidas: Salomón Chertorivski

Un estudio en el que participaron seis ex secretarios de Salud en México, titulado La Gestión de la Pandemia en México y auspiciado por el Consejo Consultivo Ciudadano Nacional de Movimiento Ciudadano: Pensando en México, determina que si desde mediados de mayo se hubiera requerido el uso del cubre bocas en lugares públicos cerrados, al día de hoy se habrían evitado 27 mil fallecimientos. De seguir cuatro puntos básicos, explican, la pandemia se podría controlar en ocho semanas

 

 

 

La estrategia actual de México para el control y mitigación de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 ha dejado como saldo en el país, 69 mil 649 muertos por COVID-19 al corte del 10 de septiembre de 2020; de las cuales por lo menos mil 320 fueron de trabajadores de salud, la cifra más alta conocida para un solo país.

Las medidas contra el nuevo coronavirus en México han resultado ineficaces. El gobierno tardó en reaccionar e ignoró recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS), como la aplicación masiva de pruebas para detectar a ciudadanos contagiados y el uso casi obligatorio de cubre bocas en espacios públicos.

La ausencia del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, y el protagonismo del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, han abonado a la falta de una directriz o un eje en cuanto a las medidas a implementar y que se han implementado para enfrentar al coronavirus.

La principal crítica es que los errores de López-Gatell en su gestión para enfrentar la crisis sanitaria han sido demasiados. Desde una respuesta tardía para prever la falta de insumos médicos, como para mandar a resguardo domiciliario a toda la población para evitar la propagación del virus y el uso de cubre bocas en espacios públicos desde el inicio de la pandemia.

Por ejemplo, el 3 de marzo prohibió que los hospitales privados realizaran pruebas de COVID-19, para el día 16 de marzo la OMS apela a que los países realicen pruebas de COVID para evitar las muertes de niños. Ese día en México había 53. El 19 de  marzo reiteró que dichas pruebas no tienen ninguna utilidad.

El 14 y 15 de marzo se permitió que se llevara a cabo el festival musical Vive Latino con una afluencia de 115 mil 331 personas. A las dos semanas de este evento salieron los primeros contagiados que habían asistido al Foro Sol en la Capital del país.

Por otro lado, la Secretaría de Educación Pública anunciaría la suspensión de clases escolares a partir del 20 de marzo. Gobiernos como el de Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Michoacán, Tamaulipas, Sonora, Nuevo León, Tlaxcala, Colima y Veracruz, adelantaron la suspensión de clases a partir del día 17 del mismo mes.

No fue sino hasta el 24 de marzo cuando Hugo López-Gatell presentó la iniciativa Susana Distancia. Para esa entonces México contabilizaba 367 contagios, China 81 mil 218, Italia 69 mil 176,  España 42 mil 058 y Estados Unidos 54 mil 018.

Para el 29 de marzo, una semana después, López-Gatell pide a la población quedarse en casa. Para el 6 de abril, el Gobierno del Estado de Jalisco informa que el propio subsecretario impide que lleguen las pruebas COVID y se suman varios estados, denunciando la poca o nula colaboración por parte de la Federación.

Salomón Chertorivski

Desde el 11 de marzo, la OMS ya había declarado la pandemia del nuevo coronavirus.

Ante ese contexto, una ex secretaria y cinco ex secretarios de Salud en México elaboraron un documento de análisis a las estrategias para enfrentar el virus y el comportamiento del mismo en una primera etapa de la pandemia. El estudio lleva por nombre La Gestión de la Pandemia en México. 

Este trabajo, el cual firman Salomón Chertorivski, José Ángel Córdova, Julio Frenk, Mercedes Juan, José Narro y Guillermo Soberón, fue presentado el 9 de septiembre, con el auspicio del Consejo Consultivo Ciudadano Nacional de Movimiento Ciudadano: Pensando en México.

En entrevista para ZETA, el presidente de este organismo, Salomón Chertorivski, resumió el documento en tres capítulos importantes o tres grandes agregados:

  1. La evaluación de la gestión de la pandemia en los primeros seis meses por parte del Gobierno Federal. En esta primera parte la conclusión es muy concreta, “a seis meses la pandemia sigue sin control, rebasamos el escenario que el propio gobierno determinó como catastrófico con más de 69 mil muertes oficiales.

“Con base en los estudios y las investigaciones que revisamos y analizamos de exceso de muertes, sabemos que son hoy ya más de 200 mil personas que han fallecido en nuestro país”.

México, dijo, es el país en el que ha muerto el mayor número de personal médico y enfermería en el mundo, “en nuestro país el 79% de todos los fallecidos no han sido atendidos en los cuidados intensivos, es decir, mucha gente falleció ya sea en casa o llegó al hospital, pero muy tarde, para siquiera pasar a cuidado intensivo y mucho menos tener un soporte de respiración mecánica.

“Todos los pronósticos oficiales han fallado, todos los números y la estadística, la información, los modelos que se determinaron, han fallado”, aseguró.

De igual manera, alertó que el último trimestre del año viene la temporada invernal y con ello la influenza estacional, lo cual podría generar una sindemia, o sea, dos epidemias juntas si no se toman las medidas adecuadas desde hoy.

  1. El estudio profundo sintetizado de las políticas sanitarias y la política pública en general que llevaron a cabo diferentes países en el mundo para “conocer, entender y sobre todo para aprender de las mejores prácticas y de lo que no se debe de hacer”.
  2. Las recomendaciones. Explicó que con el diagnóstico, con las prácticas internacionales pudieron determinar “qué nos toca y qué podríamos hacer para cambiar el rumbo de la pandemia. Llegamos a la conclusión de que siguiendo cuatro puntos técnicamente respaldados, podríamos controlar, no finalizar -esto va a durar mucho tiempo-. Podríamos controlar la pandemia en las próximas ocho semanas”, declaró Salomón Chertorivski.

– ¿Cuáles son los momentos decisivos en los que pudo haber cambiado el rumbo de la pandemia en México?

“Creo que hay tres definiciones probablemente significativas. La primera es a principios de marzo, se tuvo que haber convocado al Consejo de Salubridad General y tendría que haber sido el Consejo de Salubridad General el órgano donde se tomaran todas las determinaciones para la estrategia. El no haberlo hecho así, rompió la rectoría federal y las capacidades de coordinación entre Federación y estados.

“A partir de que no hay rectoría y no hay coordinación, los estados empiezan a tomar sus propias decisiones, los agentes económicos, sociales, privados, las universidades tomaron su determinación de cuándo cancelar clases presenciales sin que nunca la autoridad hubiera mediado o hubiera sugerido cuando se tenía que tomar esta medida.

“Segundo, la determinación de empezar las compras y el equipamiento sobre todo del material de seguridad para el personal médico y de enfermería fue muy tardío. Desde enero tuvimos que haber hecho las compras y, si no se utilizaban, ¡qué bueno!, es como cuando compras un seguro, si no lo usas pues qué bueno. Esto se hizo ya entrado el momento en que los hospitales se encontraban llenos, los institutos nacionales de Salud se abastecieron a partir de donativos privados, no de las compras de gobierno, no sé en qué momento del tiempo, pero desde enero se tuvo que haber iniciado con este tema”, argumentó Chertorivksi.

“El tercero es cuando a pesar de la recomendación de la OMS y ya habíamos visto el éxito de algunos países sobre todo en ese momento del sureste asiático, en que el número de pruebas y el hacer muchísimas pruebas era relevante para no solo tener mejor información, sino poder controlar de mejor manera la epidemia. La autoridad decidió ignorar estas recomendaciones y decir que no íbamos con las pruebas, que íbamos con el modelo Centinela, este es otro momento cúspide en las malas decisiones que rompieron la gestión.

“El cuarto y último es a mediados de mayo, cuando ya había evidencia suficiente, científica, ya había venido el 15 o 16 de mayo el Premio Nobel de Química, Mario Molina, y nos presentó los resultados de un estudio que daba cuenta que la forma más efectiva de transmisión del virus, era aérea, a través de pequeñas partículas del aire, que no era cómo se habían pensado a través de superficies y del tacto, y que por ello la pieza más importante para enfrentar al virus es el uso de cubre bocas. Si desde mediados de mayo se hubiera mandado el uso del cubre bocas en lugares públicos cerrados, al día de hoy hubiéramos evitado 27 mil fallecimientos, de ese tamaño es la decisión o la mala decisión que se tomó el 15 de mayo”.

– ¿Cuántas vidas  podría costar el ignorar estas recomendaciones? 

“Es muy difícil, porque estas cosas son dinámicas, pero al día de hoy si te metes a las proyecciones del que yo creo es el centro más serio que las desarrolla, que es el Institute for Health Metrics and Evaluation de la Universidad de Washington en Seattle, el pronóstico es que de aquí al último día de diciembre, si todo sigue igual, podría haber cerca de 150 mil fallecimientos oficialmente.

“Pero si todos usamos por ejemplo, mascarilla a partir de hoy hasta ese último día de diciembre, se salvan cerca de 15 mil vidas, si se relajan las medidas el número de fallecimientos crece”.

 

FOTO: ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO.COM

 

 

LOS NÚMEROS AL CIERRE

Al cierre de esta edición, jueves 10 de septiembre, México acumuló 69 mil 649 muertos por COVID-19. Los casos confirmados ascendieron a 652 mil 364, los negativos a 742 mil 268 y los sospechosos a 86 mil 270.

De acuerdo con el informe de José Luis Alomía Zegarra, a esa fecha se habían realizado un millón 480 mil 902 pruebas, de las cuales el 41% han arrojado resultados positivos. Mientras que los casos estimados acumulados ascenderían a 686 mil 787, de los cuales 40 mil 909 seguirán activos. Las defunciones estimadas se situarán en 71 mil 369.

En cuanto a ocupación hospitalaria, hay disponibles 21 mil 113 de las 31 mil 363 camas registradas a nivel nacional. Los estados con mayor ocupación son Colima, con el 58%; Nuevo León,  57%, Nayarit,  51%; Ciudad de México, 46%; y Baja California Sur, 45%

Mientras que las entidades con mayor disponibilidad de camas son: Chiapas, con 94%; Campeche, 93%; Tlaxcala, 85%; Sonora, 83%; Morelos, 80%; y San Luis Potosí, con 79%.

La ocupación de camas con ventilador es del 27% a nivel nacional, al estar libres 7 mil 736 de las 10 mil 628 camas con las que se cuenta. La mayor ocupación de camas con ventilador se produce en Aguascalientes (46%), Nuevo León (44%), Ciudad de México (42%), Colima (37%) y Querétaro (34%).

Autor(a)

Alejandro Arturo Villa
Alejandro Arturo Villa
Reportero de investigación del Semanario ZETA. Miembro del Border Hub y el International Center For Journalists.
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