Celebrando su mayoría de edad y con la misión de apoyar al cine mexicano, el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) se prepara para efectuar su próxima edición en la Capital michoacana del 28 de octubre al 1 de noviembre, aunque limitada en forma presencial, sin alfombras rojas, fiestas o cocteles, pero sin reducir proyecciones y en busca de aumentar el número de espectadores gracias a su plataforma virtual.
“La pandemia ha dificultado la preparación del festival, pero el cine mexicano es nuestra misión, la competencia mexicana es esencial. Al igual que 2019, tendremos 90 películas en competencia, a diferencia que este año serán cinco y no diez jornadas. Los ajustes son en funciones presenciales, sedes y públicos, con protocolos de salud, pero no podemos fallarles a los jóvenes cineastas mexicanos. Lo esencial es que las películas se proyecten en la gran pantalla, y trabajar para que México siga produciendo cine para nuestras salas, festivales y eventos internacionales”, apuntó a ZETA Daniela Michel, directora del FICM.
En entrevista con el Semanario, la titular del encuentro fílmico moreliano enfatizó que reforzarán el estímulo al cine nacional con versión híbrida: “Será un festival presencial, reforzado con presencia digital a través de moreliafilmfest.com (cuarto lugar en el mundo de páginas de festivales de cine y primera en Latinoamérica), además de Canal 22 y Cinépolis Click”.
“Quisiéramos tener un festival 100% presencial, pero en Cannes ni siquiera se logró. En estos momentos Venecia, Toronto se han visto disminuidos por las circunstancias de la vida, pero lo más importante es reanimar a los cineastas y cinéfilos”, dijo la también cineasta, quien celebra 18 años inninterrumpidos del encuentro destacado por sus secciones: La Michoacana, con 11 filmes; Cortometraje Mexicano, con 60 títulos de animación, documental y ficción; Documental Mexicano, con once proyectos; y Largometraje Mexicano, cimiento del festival que desde 2003 ha buscado impulsar nuevos talentos mexicanos cuyas obras puedan cruzar fronteras culturales y estéticas, y en la que destacan las películas “Amalgama”, de Carlos Cuarón; “¡Ánimo juventud!, de Carlos Armella; “Blanco de verano”, de Rodrigo Ruiz; “La diosa del asfalto”, de Julián Hernández; “Fauna”, de Nicolás Pereda; “Fuego adentro”, de Jesús Mario Lozano; “Ricochet”, de Rodrigo Fiallega; “Sin señas particulares”, de Fernanda Valadez y “Todo lo invisible”, de Mariana Chenillo.
“Tratamos de construir un mosaico diverso de toda la maravilla que hay en México y su cine, de lo que se está filmando en México, de distintas temáticas de perspectivas, puntos de la República Mexicana, de tonos de las películas, óperas primas, gente nueva, experimentada para construir esta visión de México a través del cine. Nos llegaron 729 trabajos, 24% fueron de mujeres y de la selección oficial, 40% de la competencia son de cineastas mujeres, lo que nos habla de la apertura hacia nuestro trabajo, pese a las pocas oportunidades de poder dedicarnos a la industria cinematográfica en México”, enfatizó Daniela Michel.
En su perspectiva, el cine mexicano continúa creciendo, para muestra el programa Impulso Morelia que apoya películas en proceso de desarrollo y recibió 90 películas, de las cuales se seleccionaron ocho: “Los amantes se despiden con la mirada”, “Cruz”, “Dante y Soledad”, “Mamá”, “Travesías”, “Los vecinos” y “Cartas a distancia”.
Cabe mencionar que el FICM cuenta con el Foro de los Pueblos Indígenas, dando voz a mujeres y hombres cineastas indígenas, parte fundamental de la cultura.
“Este año tenemos seis u ocho cineastas indígenas en la competencia, se suman más cada año porque luego de 18 años es más económico crear películas con la tecnología al alcance de un teléfono, y con el apoyo de Imcine (Instituto Mexicano de Cinematografía) con María Novaro, es muy importante tener esas miradas”, precisó la directora del FICM, quien invitó a Alejandro González Iñárritu a inaugurar el evento con la proyección de “Amores perros”, que celebra 20 años de filmación.
