Ya era hora que se estrenara un buen thriller, género que prueba ser todo un reto. John Haymes supo hacer justo eso, tomando la historia de una mujer que se niega a ser víctima y un maniático que la persigue por un denso bosque.
En realidad, la fórmula funciona por el lugar que se seleccionó para contar el lío en que se mete Jessica (Jules Willcox), una joven viuda que no supera la muerte de su marido y por eso decide hacer un viaje fuera de la ciudad, plagada de recuerdos.
En el camino, la mujer es acosada por un conductor que la molesta hasta encendiéndole las luces altas en una carretera estrecha, pero bueno, ese tipo de automovilistas mal educados abundan ahora.
Después, este sujeto la aborda y se disculpa con ella. Al principio el encuentro con este extraño (Marc Menchaca) no parece nada de lo común, pero poco tardamos en comprender que toparse con él no es ninguna casualidad. Ahí, pues, comienza una persecución llena de adrenalina donde justo cuando uno cree que ya no habrá salida, Willcox logra sacarle la vuelta al terror puro que provoca su depredador.
Muy posiblemente la manera de plantear al personaje principal es lo que más funciona en este filme. Es, pues, muy fácil ponerse en el lugar de esta señora que no sabe muy bien si debe encarar al conductor que la atosiga, o después no entiende si vale la pena aceptar su gesto amable porque hay algo en él que desde un principio se nota insano.
En 2011, Mattias Olsson escribió el guion de esta película y su versión sueca es poderosa. Sobre ese mismo pilar ahora Haymes trazó este largometraje donde las emociones brotan en uno cada vez que la protagonista está a punto de llegar a su fin y al final vence su instinto de sobrevivencia.
Vaya moraleja en estos tiempos, bien llevada por dos poderosas actuaciones por parte de Menchaca y Willcox, cuyas razones no expresan a través de sus acciones, dado a que aquí lo que sale sobrando es el diálogo. Con este elenco y semejante dirección, lo que menos necesita un filme de este calibre son palabras. Qué resultado tan más inolvidable, eso que ni qué. ****
Punto final. – Jules Willcox es un rostro familiar en Netflix, pero “Alone” anda por otros lados ahí en el ciberespacio.
