La Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene, según algunos estudiosos, sus antecedentes más lejanos con la Ley de la Procuraduría de Pobres de 1847, que promovió don Ponciano Arriaga en San Luis Potosí.
Quizá para secundar al Presidente de la Republica de “primero los pobres”, la actual titular de la CNDH -nombrada indebidamente por el Senado- lo primero que hizo fue declarar que transformaría (lo hizo de inmediato) en una Procuraduría de los Pobres. Y como es la aspiración actual, gobernar al estilo del pasado, cuando la nación no se desarrollaba en los distintos campos del quehacer humano, pues la señora presidenta de la institución se sintió desde entonces muy realizada.
Recordemos, se inició una marcha hacia el futuro cuando empieza el recorrido oficial como Dirección General de Derechos Humanos, dependiente de la Secretaría de Gobernación a partir de 1989, y al siguiente año en 1990, según decreto presidencial surge la CNDH como organismos desconcentrado, todavía dependiendo de la Secretaría de Gobernación. Hay que recordar que en nuestra Constitución están plasmados los principales derechos de los mexicanos. Contemplados en los tratados internacionales, entre ellos la Declaración Universal aprobada en diciembre de l948.
Y aunque según los que gobiernan en esta época, el pasado no existe en buenas realizaciones, pues la historia inicia con la 4T, personas muy respetables presidieron esta institución. Por haberlos tratado personalmente, exceptuando al primero: Dr. Jorge Carpizo, a los demás, por reuniones de trabajo e interés en las actividades que desarrollaron para el cumplimiento del documento rector de la CNDH.
Siguieron con esa responsabilidad el Lic. Jorge Madrazo, la Dra. Mireille Rocatti, Dr. José Luis Soberanes, Dr. Raúl Plascencia y el Mtro. Luis Raúl González. Fue el doctor Soberanes quien inicia una buena relación con los Organismos de la Sociedad Civil, convocando a reuniones nacionales, para desarrollar temas que fortalecieran el conocimiento y el trabajo de los Derechos Humanos.
Y con el Dr. Raúl Plascencia se abrió un capítulo muy importante, incluyendo la organización de distintos eventos, especialmente de capacitación y firma de convenios que resultaron de enorme importancia para el Tercer Sector. La presencia del Dr. Plascencia fue constante en Baja California, procurando atender las invitaciones extraordinarias que se le hacían para dictar conferencias, celebrar fechas importantes y fortalecer la relación con las autoridades del estado, especialmente con el gobernador José Guadalupe Osuna Millán.
Nota 1.- “Dentro del conjunto de los Derechos Humanos no existen niveles ni jerarquía, todos tienen igual relevancia”. El pueblo somos todos: ricos, pobres, empresarios, trabajadores, etc. ¿Defensoría del Pueblo? Parece que en la realidad no es así.
Nota 2.- Por lo visto todas, absolutamente todas las autoridades de Baja California ya andan ejerciendo su derecho de seguir en el “hueseo”. Tengamos presente que esos legisladores y titulares de alcaldías, que abusan de su fuero, no merecen el voto para que continúen en sus cargos, al mismo tiempo que harán campaña para seguir ocupando la silla.
Nota 3.- En el Grito de AMLO, expresó “¡Viva el amor al prójimo!”. Ojalá que lo pusiera en práctica cada que habla ante un micrófono, especialmente en su púlpito; todos los días exuda rencores contra grupos sociales. También lo podría demostrar, preocupándose de que nuestros enfermos no se sigan muriendo por falta de medicamentos.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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