El aplazamiento de las restricciones de viajes no esenciales en la frontera terrestre entre Estados Unidos de América y México, un mes más, hasta el 21 de octubre, ha afectado la dinámica e ingresos de los ciudadanos, empresarios y comerciantes del ramo turístico de Tijuana.
La poca afluencia de turistas, la escasez del dólar y los largos tiempos de espera para cruzar han impactado en la dinámica de la ciudad fronteriza, afectando a quién vive en México pero trabaja en Estados Unidos, a quién vive en Tijuana pero tiene familia en algún condado de San Diego y a los empresarios de zonas como la garita de San Ysidro, la Av Revolución, Zona Río y la Cacho.
Desde el 21 de marzo que se implementa la restricción a cruces solo esenciales cómo parte de las medidas sanitarias y de contención de la COVID-19, de ambos países, cada més se aplaza de nuevo y así hasta que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que se seguirán hasta el 21 de octubre.
“Tras revisar el desarrollo de la propagación de Covid-19, México planteó a Estados Unidos la extensión, por un mes más, de las restricciones al tránsito terrestre no esencial en su frontera común”, precisó la Cancillería.
De acuerdo con un sondeo realizado por ZETA en las principales avenidas de Tijuana, la población coincide en que la medida cambió la dinámica que existía en estos puntos golpeando severamente a los comercios gastronómicos, los hoteles y los vendedores de artesanías y accesorios mexicanos.
Fotos: Alejandro Arturo Villa
“Los americanos no quieren cruzar, aunque ellos no tienen la misma restricción, porque para regresar hacen mucha fila. Ya la he mirado hasta el hospital general a veces, hasta el puente de la veinte y pues así que ganas de cruzar. Por eso no vienen y pues no se vende como antes”, declaró Carlos Lopez un vendedor ambulante de la avenida Revolución.
Por otro lado Ximena López gerente de una cervecería artesanal en el centro de Tijuana, señaló que pese a los esfuerzos de atraer el turismo interno a los centros turísticos para poder tener una reactivación económica redituable y que salve empleos, reconoce que la venta mayoritaria dekpende del visitante extranjero.
“Ahorita si estuvieran cruzando verías más locales con clientela y mayor tránsito por aquí. Pero con las medidas que implementaron para ir, con menos carriles, para el regreso al otro lado pues se hace mucho tiempo para cruzar y pues no todos están cómodos con la idea de hacer filas de más de 5 horas”, coincidió Ximena.
En la Zona Rìo, específicamente en el mercado Hidalgo, José Martínez declaró que él es residente norteamericano y su trabajo se encuentra en Chulavista, pero él vive en Tijuana. Por ahora solo tiene que cruzar una vez por semana para acudir a la oficina y el resto de los días hace labor desde casa.
Contó que ha sido muy cansado el tener que hacer fila y que tarda mucho tiempo para ir a EU, “a veces me hago hasta 4 horas para cruzar y parece que hago más tiempo en la línea que lo que realmente pasó en la oficina. Sí nos afecta a los que tenemos que ir a trabajar allá pues estas restricciones porque son un contratiempo”.
Por último, Cristian Díaz consideró que también debería ser una medida donde el gobierno mexicano aplique estas restricciones de viaje a los visitantes de Estados Unidos, ya que actualmente pueden cruzar a realizar o no actividades esenciales y pueden importar el virus a la ciudad.
Cabe mencionar que estados cómo California, Arizona y Texas, se encuentran en los primeros lugares de casos acumulados o proporcionales de COVID-19 en Estados Unidos. Simplemente en el caso de California se contabilizan 15 mil 023 muertes y 785 mil casos positivos al virus Sars Cov-2 causante del nuevo coronavirus.
Mientras que Baja California tiene 3 mil 196 muertes registradas y 17 mil 166 casos acumulados de COVID-19. Pese a estas cifras notablemente menores al estado vecino, el presidente de EU, Donald Trump declaró hace un mes que Tijuana es “el lugar más infectado de Sudamérica (sic)”.
