A raíz de la contingencia sanitaria por el coronavirus, el Ayuntamiento de Tijuana aplicó restricciones a los vendedores ambulantes, con especial atención a los mercados sobrerruedas, esto para promover que se respeten las medidas sanitarias y evitar más contagios de esta enfermedad.
Adolfo García, titular de la Dirección de Inspección y Verificación, comentó a ZETA que mantienen un monitoreo constante y en promedio cada semana retiran unos 600 comerciantes ambulantes de las calles, en los sobrerruedas se enfocan en retirar los puestos de venta de artículos no esenciales.
“La mayoría de los mercados instalaron sus propios filtros, donde miden la temperatura, entregan gel antibacterial y cubrebocas. Los puestos que hemos retirado son de mujeres, madres de familia que salen a vender para obtener un sustento; a ellas no se les aplica sanción, solo se les pide que tomen sus cosas y se retiren”, declaró García.
Esto mismo se repite en algunas zonas comerciales donde se concentran mujeres a realizar “entregas”. García explicó que han detectado que en su mayoría se dedican a concretar ventas en redes sociales y utilizan estos sitios como puntos de encuentro; sin embargo, no respetan las medidas sanitarias, causan tumultos y acuden acompañadas por menores de edad.
“De la misma manera, se les pide que se retiren con sus pertenencias, se les recuerda que seguimos en semáforo rojo. Si hemos detectado ‘reincidentes’, pero no hemos aplicado sanciones porque estos operativos no son recaudatorios, sino de prevención”, especificó el funcionario municipal.
Afirmó que tampoco se han aplicado sanciones para quienes venden sin un permiso en la vía pública, como es el caso de las ventas por redes sociales, solo se limitan a llamar la atención de manera verbal y permanecer en el sitio hasta que se retiren las personas.
En esta contingencia también han puesto mayor atención a las redes sociales para detectar la promoción de eventos masivos, como fue el caso de una carrera deportiva y una kermés, ambos organizados en la Zona Este de la ciudad el pasado fin de semana.
“En estos casos se contacta a los organizadores y se les recuerda que no está permitido realizar este tipo de eventos. En teoría, deben tramitar un permiso en el Ayuntamiento, pero ahorita no se están otorgando en ningún caso”, explicó. En el caso de la kermés, retiraron a 200 personas que habían asistido al evento y clausuraron el lugar donde se llevó a cabo, la carrera fue suspendida un día antes por el propio organizador.
Añadió que de la misma manera se está monitoreando a los salones para eventos y a las casas que se rentan para realizar fiestas; de este tema ya clausuraron un salón ubicado en la colonia Francisco Villa, mientras que en Otay suspendieron una “albercada” que se realizaba en una casa rentada.
