Tres empleados, entre médicos y enfermeras del Hospital General de Tijuana (HGT) contratados por Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar), presentaron su renuncia el viernes 21 de agosto, después de trabajar cerca de tres semanas sin aire acondicionado y con temperaturas diarias de entre los 30 y 33 grados centígrados, que aumentaban al vestir el equipo de protección personal (epp) necesario para atender a los pacientes COVID-19.
“Como traemos puesto todo el equipo de protección (traje tyvek, cubrebocas, careta, guantes, gorro, googles y botas), es muy difícil trabajar con temperaturas muy elevadas porque a veces alcanzamos los 40 o 42 grados centígrados, y es un calor insoportable, pero tenemos que lidiar con eso”, refirió un empleado entrevistado, que no brindó su nombre por temor a represalias laborales futuras.
El problema -que siempre ha existido- con el aire acondicionado, se agravó los primeros días de agosto, pero se hizo público hasta el 14 del mes cuando personal denunció a través de redes sociales y en entrevistas con este Semanario, que estaban trabajando en situaciones precariasal no tener ninguna fuente de refrigeración durante la ola más fuerte de calor de la temporada. Lo que también pone en riesgo la salud de los pacientes internados, a quienes en esas condiciones, es difícil bajarles la temperatura.
De la petición del personal médico era tener los medios para desarrollar adecuadamente su profesión, hablaron con el titular de la Secretaría de Salud en Baja California, Alonso Pérez Rico, y le solicitaron la compra de mini splits, pero este les refirió que no harían este tipo de gastos y se darían a la tarea de reacondicionar todo el edificio.
“Es un problema muy delicado estar trabajando bajo esas temperaturas, nos arriesgamos a un golpe de calor, nos arriesgamos a una deshidratación; a parte de estar peleando contra la COVID-19, tenemos que estar peleando contra las altas temperaturas, al estar trabajando con traje de protección ocho horas”, refirió otro de los entrevistados.
Tras las denuncias públicas del pasado 14 de agosto, cuandoempleados del HGT informaron que no había aire acondicionado en los pisos uno, dos y cuatro, así como en el área de urgencias para adultos, el 19 de agosto acudieron técnicos a resolver dichos desperfectos en el área de urgencias y el primer piso, sin embargo para el domingo 23 de febrero se descompuso de nueva cuenta el aire en la sala de urgencias, siendo restaurado hasta este lunes.
Sobre las renuncias, Alonso Pérez Rico dijo: “Creo que son trabajadores del Insabi, si tienes base con mucha dificultad tomas esa decisión –de renunciar-, creo que son médicos generales, lamentamos mucho si es correcto esto, lamentamos perder médicos, pero, existen otros que están esperando la oportunidad de trabajar y bienvenidos todos, ahorita tenemos más gente que quiere trabajar con nosotros y si tienen una base Insabi cuando se federalice la nómina, van a estar dentro”.
Sobre la reparación del aire acondicionado, contrario a lo que dijo el viernes 21 de agosto, cuando declaró que ya estaba solucionado el tema, Pérez Rico reconoció que sigue sin quedar resuelto. “Hasta donde yo tengo entendido van a iniciar acciones hasta finales de mes, pero es un cambio que va a remodelar el HGT por los siguientes 15 años, no es un mini split, es un aire central, es algo que el hospital ocupa y no vamos a hacer una reparación menor, vamos a hacer un cambio en todo el sistema de aire del hospital… En lo que me han dicho estará listo en cuatro semanas porque se irán piso por piso”.
Al interior del Hospital General, trabajadores han decidido dar esta semana como ultimátum para ver resueltas sus peticiones, de lo contrario estarían presentando su renuncia alrededor de 24 trabajadores de enfermería y cuatro médicos. De concretarse estas renuncias el HGT se quedaría sin personal en los tres turnos que maneja, siendo las Unidades de Cuidados Intensivos las áreas más afectadas para atender a los pacientes que se debaten entre la vida y la muerte por la COVID-19.