A través del documental “El mundo perdido de Cumbiana”, Carlos Vives asume su compromiso con la historia y la majestuosidad del ecosistema anfibio, para entender por qué la cumbia es la expresión auténtica de Colombia, protagonista de su decimocuarto álbum “Cumbiana”, con el que pretende contribuir a comprender la importancia biocultural y concientizar sobre los desafíos ambientales.
Producido por Mestiza Films, el filme de Carlos Felipe Montoya se estrenará hoy viernes 21 de agosto a las 2:00 pm en el Museo del Grammy (grammymuseum.org/cumbiana), mostrando el proceso creativo de “Hechicera”, “No te vayas”, “For Sale”, “El hilo”, “Canción para Rubén”, “Vitamina en rama”, “Los consejos del difunto”, “Rapsodia en La mayor”, “Cumbiana” y “Zhigonezhi”, que destaca la colaboración de Jessie Reyez, Alejandro Sanz, Ziggy Marley, Elkin Robinson y Rubén Blades.
Después de la proyección online gratuita de 45 minutos, Vives conversará en NPR Alt Latino sobre la importancia de habitar el mundo en equilibrio y festejar “Cumbiana” como música del cielo, el agua y de la tierra, sumergiéndose al mundo de los pocabuyenses que viven sobre el agua, territorio de la cumbia, y sistema anfibio que ocupa gran parte de la nación colombiana.
“No se puede entender a Colombia sin pensar en la relación entre los ríos y la gente que habita la poderosa cultura anfibia, donde nació la cumbia, y se entrega al mundo con acervo cultural, herencia cumbiera”, precisa el músico en el documental que desentierra los sonidos, fusiones y origen de su disco, repleto de percusiones, cumbia, acordeones y vallenato cubierto de corazón y alma.
“La cumbia es andina”, repite dando voz al músico y compositor José Barros, para hacer hincapié de la existencia de tambores en América antes de la llegada de la cultura africana, con lo que argumenta la modernidad, el misterio, lo orgánico, la raíz y el espíritu que envuelve a su nuevo aporte sonoro enmarcado en la cultura indígena, resultado de un estilo nativo que se ha extendido por el mundo.
“El disco ‘Cumbiana’ tiene una dinámica que nace como la misma cumbia, que desde Colombia como epicentro, se va hacia diferentes polos. Si algo busca este álbum es llamar la atención sobre la carretera entre Barranquilla y Santa Marta, donde cortamos el paso del agua dulce con el agua de mar y cometimos un crimen terrible”, subraya el intérprete de temas como “La gota fría”.
Lo mismo se fusiona con un grupo de jazz en Nueva York, que con el jamaicano Ziggy Marley, hijo del ícono del reggae: “Las culturas anfibias son la última huella de una cultura al pie de la montaña más alta en el ombligo del mundo, de la que heredamos una música extraordinaria proveniente de los espíritus que llegaron de África y los que habitaban los ríos, que hoy es el símbolo musical de Colombia, la cumbia. ‘Cumbiana’ es una historia de amor con nuestro territorio, con nuestra gente, asociada directamente a Colombia, como la cumbia está asociada específicamente a ella”, acentúa.
“‘Cumbiana’ es una marca alegre y abundante que nace de ese territorio y que cuenta una historia, esta es nuestra música fundida desde los indígenas, uniendo a Chile, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Trata de recrear en el imaginario nuestra música y cultura, en la sangre de los compositores del río que se vestían con perlas y telas muy crudas”, puntualiza el colombiano que desde hace 27 años ha trabajado en formas nuevas de contar el origen, su unión con la tierra, la identidad y el folclor.