En el 2008 disputó su último combate. Doce años después de esa pelea, el once veces campeón mundial, Óscar de la Hoya confirmó que está listo para regresar tras su retiro.
“Los rumores son ciertos y voy a empezar a entrenar en las próximas semanas”, dijo De La Hoya A ESPN.
De La Hoya que tiene marca de (39-6 30 KO’s) no participará en una pelea de exhibición como los campeones retirados Mike Tyson y Roy Jones Jr.
“Es una pelea real. Extraño estar en el ring, me encanta el boxeo. Me lo dio todo y lo extraño”, afirmó el ahora promotor.
Después de ganar una medalla de oro para Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, De La Hoya tuvo un ascenso en el profesionalismo, ganando el título peso ligero junior de la OMB al detener a Jimmy Bredahl en 10 asaltos en 1994. Eventualmente ganaría títulos mundiales importantes en seis categorías de peso diferentes.
Durante este tramo, “Golden Boy” fue considerado uno de los mejores peleadores del boxeo. Era tan comerciable fuera del ensogado, como bueno dentro de él.
Hay muy pocos peleadores que pueden aparecer en la portada de Ring Magazine y Newsweek. De la Hoya fue uno.
La carrera del ex púgil llegó a su fin después del octavo asalto de una pelea contra Manny Pacquiao en diciembre de 2008. Unos meses después, a los 36 años, De la Hoya anunció su retiro.
“Mire, mi última pelea con Pacquiao, pesé 145 y obviamente eso fue un error”, aseguró. Ahora, cuando finalmente regrese, De La Hoya entiende que muchos cuestionarán su decisión.
“Ha pasado mucho tiempo, sí. Pero en realidad mi ‘jab’ se siente más rápido que nunca. Tengo que asegurarme de que mi acondicionamiento sea perfecto, que mi salud esté bien. Y eso ocurrirá en las próximas semanas. Así que ya veremos”, añadió.
De La Hoya, quien ha batallado contra la adicción a las drogas y al alcohol en el pasado, explicó que comenzó a ponerse en forma hace un par de meses. Actualmente es el fundador y director ejecutivo de Golden Boy Promotions y ha convertido sus ganancias en el ring en algo realmente significativo.
“Todos estos peleadores no son del nivel de hace 15 o 20 años. Todos exigen tanto dinero, la luna. Y se están olvidando de que debes entrenar duro. Así que eso es una gran ventaja porque sé lo que se necesita para entrenar duro e inteligente”, señaló.
El mexicoamericano pretende pelear entre las 154-160 libras, aunque se desconoce aún el rival, fecha y la sede.