La semana pasada comentamos a través de este espacio que el INFODF, en conjunto con la Alcaldía Iztacalco, llevó a cabo “Jornadas Digitales por la Transparencia”.
El programa contempló la presentación “Alcaldías Abiertas y Transparencia Proactiva”, donde me correspondió el honor de ser ponente.
La segunda parte concluyó con el párrafo: “Un mirar hacia fuera desde un dentro, que no acaba de construirse si no es precisamente por la relación que se tiene con el exterior. Un exterior difuminado en la realidad, pero fortalecido en la práctica del discurso y el ideal nacional”.
Los vicios del mestizaje
Antonio Caso dice que la herencia que tenemos del indio y el español no es precisamente lo mejor:
“Existe una profunda relación entre el defecto característico de los indios y el vicio fundamental del español. Parece que, al mezclarse, las dos razas cambiaron sólo sus malas prendas y reservaron sus buenos atributos”. (Caso, 1985: 206).
¿Partir, entonces, de un ideal, cuando se reconoce que materialmente no se cuenta con lo mejor de la esencia del mexicano?
El culto al legado a los valores mexicanos
Para Antonio Caso, la idea del mexicano tiene sentido a partir de que ésta permite, a su vez, la construcción de una patria. “La patria, la raza, de las cuales participamos todos […] nos obligan, por prescripción irrefragable, a prestarles culto, imponiéndonos su severa liturgia y consagrándonos en la ternura de su amor, definitivamente fieles… ¡La patria!”. (Caso, 1985: 217)
La unión de los mexicanos se subsume en la idea de un solo mexicano, uno, al menos, en el sentido de que en él se concretizan los objetivos de la esencia del ser humano: dar, en este caso, para que la patria se haga realidad.
La revolución de los valores
José Vasconcelos, por su parte, afirma que “todo pueblo que aspira a dejar huella en la historia, toda nación que inicia una era propia, se ve obligado por eso mismo, por exigencias de su desarrollo, a practicar una revolución de todos los valores y a levantar su edificación provisional o perenne de conceptos”.
“Ninguna de las razas importantes escapa al deber de juzgar por sí misma todos los preceptos heredados o importados para adaptarlos a su propia cultura o para formularlos de nuevo…”. (Villegas, 1979: 67-68).
La cultura mexicana
Leopoldo Zea asume la universalidad como un estar abierto a los otros, desde un dar y recibir experiencias, conjugándose éstas en un crisol más general que le permite al mexicano ser realmente universal; pero esta relación se da a partir de un compromiso.
Por el hecho de estar en el mundo, el hombre está condenado a actuar en él, y las circunstancias lo comprometen entre las múltiples opciones que puede elegir.
La única libertad que se puede dar en esta condena es la actitud que tome el hombre, pues él es responsable de sus propios actos.
Las Alcaldías Abiertas y la Transparencia Proactiva
Aunque hayan transcurrido más de cinco siglos, sin duda, aún con la evolución histórica y las reflexiones filosóficas, sociales y antropológicas, el mexicano sigue teniendo una gran esperanza y atención a sus gobernantes, a pesar de que ha sufrido grandes decepciones.
De todas las formas de gobierno vigentes en nuestro país, destaca en la confianza o desesperanza del ciudadano la figura del Alcalde, por ser la figura que siente más cercana y con mayores posibilidades de resolver sus problemas cotidianos.
En la próxima entrega hablaremos de lo que merece y quiere de una Alcaldía Abierta el ciudadano.
Todo es cuestión de Alcaldías Abiertas y Transparencia Proactiva.
Continuará…
Alberto Sandoval es comisionado del ITAIPBC y fundador de Alianza Civil, A.C.
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