Insistamos en un tema que “purga” a la mayoría de los actuales funcionarios públicos:
En Baja California, hablar de los Organismos No Gubernamentales (como aún los identifica la ONU y nuestra misma Ley de Fomento a las Actividades de Desarrollo Social) o de la Sociedad Civil, es reconocer a un importante grupo humano que tiene entre sus actividades cotidianas, hacer el bien, ayudar a grupos vulnerables, trabajar por el engrandecimiento de sus ciudades, sea impulsando el deporte, la cultura, trabajando por el respeto a la ecología, a los derechos humanos, a la diversidad en todas sus formas, etc.
No importa que quienes ahora gobiernan vengan de un partido nuevo, “sin pecado original”; la mayoría de ellos saltaron de otros grupos políticos que, en términos generales, el pueblo repudió. Quienes ahora están arriba, no se caracterizaron por sus actos de bondad, de solidaridad, de ayuda a los grupos vulnerables… La mayoría son exitosas personas de empresa. Y no por ello los satanizamos, descalificamos o repudiamos, como ellos hacen con los Organismos de la Sociedad Civil.
Sus resultados, no sus acciones, por mucha publicidad que reciban, serán las tomadas en cuenta a la hora de ser juzgados. Eso sí, pueden tener la seguridad de que la opinión pública será más benévola con quienes dedican su esfuerzo, su poco dinero y su pasión a servir. En estos días, los gobiernos municipal (de Tijuana) y estatal, están cumpliendo con un programa que data de casi cinco lustros. Se trata del Programa de Apoyos Financieros para los OSC (PAFOSC) que aparece en el Proyecto de Egresos, con cantidades concretas.
Ese programa y muchos derechos más figuran en la Ley de Fomento y en el Reglamento de Tijuana; ambos documentos de avanzada, reconocidos en toda la república como ejemplo del trabajo ciudadano, junto con sus legisladores. Hoy sería impensable. Los diputados de los diferentes partidos están pendientes de lo que ordene su gobernador y en la república ya se sabe que la mayoría hacen lo que su mesías manda.
El PAFOSC Tijuana no se piense que entrega dinero por cantidad ilimitada. De hecho, en este año los tres millones y medio fueron recortados en medio millón, y todavía está en veremos casi un millón de pesos. Es más fácil quitar a quienes trabajan por los grupos vulnerables que a los funcionarios que reciben íntegro sus honorarios; o recortar gastos superfluos que sigue habiendo a pesar de la pandemia. Y también hay que aclararlo, no se piense usted que este apoyo económico que se hace anualmente, soluciona el presupuesto mensual de las instituciones.
Ni tampoco ese dinero se entrega a cambio de nada. Es una coinversión. Para empezar, quien presenta un proyecto aporta su trabajo, las instalaciones, los gastos de operación, de administración, sueldos del personal, impuestos. El dinero (en este año, el gobierno de Bonilla entregó un apoyo único de $ 20,000.00 para unos cuantos beneficiados) solo cubre parte del proyecto.
Nota 1.- Para más de 500 OSC registrados, el gobierno del doctor Jorge Astiazarán destinó ocho millones de pesos en su segundo y tercer año de gobierno.
Nota 2.- Miente quien diga que los OSC no trabajan ni son honrados. Hay excepciones y deberían ser castigados. Pero es una canallada desprestigiar a todos. No se lo merecen.
Nota 3.- ¿Ya compró boleto para el avión inexistente?
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.gob
