En una gráfica proporcionada a ZETA por un médico de servicio en el Hospital General de Tijuana, se hace evidente el desabasto de medicamentos para tratar a pacientes contagiados por Covid 19, especialmente en el sedante Propofol, que desde el 27 de julio cuando los doctores y enfermeras denunciaron por primera ocasión la falta de medicamentos, pues a la fecha, 4 de agosto, este sedante no se ha abastecido.
“Es el sedante para los pacientes que están intubados”, refirió el médico a la vez que informó que a la mañana del 40 de agosto, 40 personas estaban conectados a un respirados artificial en el Hospital General de Tijuana.
-¿Con cuál medicamento suplen al Profopol?
“Con Midazolam; pero usamos dosis muy altas y los pacientes continúan despiertos. Un paciente utiliza 48 ampolletas de en un día de Midazolam”. Y la utilización de tal fármaco es evidente en el gráfico de “Medicamentos con Existencia en Farmacia”, donde se indica que al 28 de julio había 1712 unidades de Midazolam de 15mg, mil 613 al día siguiente, mil 430 al 30 de julio, mil 126 al 31 de julio, mil 106 al 1 de agosto; la cantidad se redujo a 811 para el 2 de agosto, a 544 el 3 del mismo mes, y para el día de hoy solo cuentan con 184 unidades, que al final del día después de utilizar el medicamento ya programada, quedarán 45 dosis.
Esta situación refleja que desde hace diez días el medicamento no ha sido abastecido, que se utiliza el que ya estaba en inventario.
En efecto de ocho medicamentos en existencia, en el mismo periodo de diez días, ninguno ha sido reabastecido, por lo que en la hoja de registro solo se disminuye día a día la cantidad de unidades con las que cuentan.
Los medicamentos que aparecen en ceros desde el 28 de julio hasta el 4 de agosto, y cuya necesidad fue denunciada el 27 de julio por médicos y enfermeras a través de un posicionamiento por escrito, publicado en ZETA, son los siguientes:
* Profopol 200mg/20ml.
* Vecuronio 4mg.
* Norepinefrina 4mg.
* Cisatracurio 2mg/ml.
* Rocuronio 50mg/5ml.
* Docutamina 250mg.
El Vecuronio, es un “anestésico que proporciona relajación del músculo esquelético durante la ventilación mecánica”, de acuerdo a su ficha técnica. Según declaraciones posteriores a la denuncia de los médicos y enfermeras, vertidas por el secretario de salud, Alonso Pérez Rico, este fármaco es difícil de localizar en existencia, por lo que dijo sería suplido con otro medicamento, sin embargo, uno de los doctores del Hospital General consultado por ZETA, refirió que el Vecuronio se puede suplir con Racuronio y Cisatracurio, ambos medicamentos también en escases en el hospital público.
Después del 27 de julio ante la primera denuncia de desabasto, Pérez Rico se dijo sorprendido de no estar al tanto de la situación en el Hospital General, aseguró además que sí había medicamentos en Baja California, que la falla era de comunicación entre las autoridades del Hospital y la Secretaría que él maneja y administra los fármacos. En una presentación del Gobernador Jaime Bonilla Valdez, prometió hacer un “en vivo” desde el almacén de medicamentos del General de Tijuana, acción que no llevó a cabo porque dijo, no había buena recepción telefónica.
Sin embargo, más tarde, después de una reunión con los médicos del General donde reconoció el desabasto, compartió un video que supuestamente fue grabado cuando el secretario se encontraba en la farmacia del Hospital General, dando la impresión de que no existía el desabasto denunciado por el personal médico del nosocomio.
Ese mismo día, 30 de julio, médicos y enfermeras publicaron un nuevo posicionamiento alertando:
“Nos preocupa e indigna que una vez terminada la reunión, el Secretario de Salud haya tomado la equivocada decisión, de transmitir videos desde las áreas de almacén del Hospital, donde señala la presencia de algunas cosas que fueron parte de la demanda que motivó la reunión que sostuvimos y donde él mismo reconoció el problema de abasto.
“Nos manifestamos en contra del mensaje que transmite el Dr. Pérez-Rico, pues no refleja la realidad de los insumos con los que debemos contar de manera constante y en cantidad suficiente”.
Días después, el desabasto de medicamentos fue confirmado, cuando ZETA entrevistó en las afueras del Hospital General, a dos familias que reconocieron haber pagado hasta 20 mil pesos por fármacos para la atención de sus pacientes por Covid 19, los cuales, desafortunadamente, habían perdido la vida.
Luego de estas manifestaciones, el Secretario de Salud se comprometió no solo a reabastecer de medicamentos la farmacia interna del Hospital General de Tijuana, sino a reembolsar a los familiares de pacientes los gastos realizados para compensar la falta de fármacos en el General.
A la fecha, como es evidente en la gráfica con la existencia de fármacos en el almacén del Hospital General, compartida a ZETA, no se han reabastecido ninguno de los medicamentos solicitados.