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jueves, febrero 15, 2024
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Cómo tratar de ser buenos padres y educar a sus pequeños hijos

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 


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Dice el título “Cómo tratar de ser…” y no “Cómo ser buenos padres…”, que sería lo lógico, pero ni el espacio me alcanza ni tengo el suficiente conocimiento para tratar ser buenos padres porque no fuimos educados para ello ni soy especialista; es por eso que brevemente expondré algunas ideas al respecto.


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Como los padres son los modelos de sus hijos, estos los van a imitar en todo; por lo tanto, no se relajen cuando estén con ellos porque los niños exagerarán sus defectos. Si gritan, ellos lo harán el doble que ustedes; si usan las manos para comer en algún momento, ellos lo harán constantemente.

Los niños leen su lenguaje corporal e interpretan su estado. Si están nerviosos, saben que no están bajo control. Ellos lo saben y aprovechan para desobedecer. Si están calmados, verán que obedecen mejor. Un grito es sinónimo de no tener control. Parece una tontería, pero el tono de voz pausado y tranquilo -o pausado, pero tajante-, si es necesario, es muy efectivo. Si emplean correctamente la mirada, es un instrumento muy potente. Transmitan mensajes con cariño y respeto, esto hace sentirles seguros; los mensajes negativos generan niños inseguros y dependientes de sus padres.

Nunca les pidan permiso o les pregunten “¿vas a comer la comida ya?”, “¿te quieres callar?”. No ofrezcan alternativas, cámbienlas por órdenes. Tampoco le repitan, digan las cosas una vez. Si le piden que no le quite juguetes a su hermano o no se levante de la mesa varias veces y al final gritan, sabrán que puede jugar hasta que pierdan el control; hasta entonces, tiene margen de juego y lo apurarán.

A veces, con tal de que hagan algo, les ofrecen lo que sea. Incluso les hacen promesas, que luego se arrepienten. Los niños tienen mucha memoria: si les hacen promesas, se las recordarán; si les prometen algo, deben cumplirlas; si no lo hacen, corren el riesgo de que no los respeten o no le hagan caso porque no se confiarían de sus palabras.

Una de las cosas que más cuesta, es acostumbrarse a que rompan cosas. Son niños, es su hobby; para ellos todo es jugar. Protejan o alejen lo que aprecien porque corren serio riesgo cuando hay niños en casa.

Tampoco acostumbren a amenazar o delegar en otra persona su autoridad (ejemplo, “espera a que venga tu padre y le diré lo que hiciste”). Así, lo que el niño estará viendo es que no tienen autoridad y que puede hacer lo que él quiera.

Enseñar a los niños a que sean más autónomos e independientes se logra acompañándolos y repetir lo que se pretende; dejarlos solos; repetir e ir corrigiéndoles. Se les tiene que acompañar para favorecer su autonomía y facilitarles la ejecución de sus tareas. Luego, sólo tendrán que observarlos e ir introduciendo esas pequeñas correcciones que antes no han hecho por no complicar el proceso.

Hay que centrarse en alabar su buen comportamiento, en vez de malas actitudes, para reforzar su autoestima y recordarle lo bien que lo hizo aquella vez. El hecho de alabar es lo que se llama refuerzo, porque se refuerza su autoestima, seguridad y confianza.

Es importante -muy importante- hacerlos crecer en armonía. En primer lugar, nunca discutir frente a ellos, porque será muy normal hacerlo de grandes y así resolver sus problemas; y si se dan cuenta de que los hermanos discuten disuadirlos de hacerlo, que los conflictos se pueden resolver sin lastimarse y, cuando no puedan pedir ayuda, hasta por medio de una mediación que pueden hacer los propios padres.

Muchas veces es mejor dedicar media hora al día cenando en familia, comunicándose y compartiendo experiencias y hablando, que horas sentados frente a la televisión o computadora sin cruzar palabra. Si este tipo de comunicación la estimulan desde temprana edad, cuando lleguen a la adolescencia los niños tendrán la capacidad de comunicarle a sus padres sus problemas; pero dejando siempre muy en claro una figura paterna o materna que podrá escucharlos y apoyarlos sin perder su autoridad.

Como siempre, agradezco a mis dos que tres lectores sus comentarios y consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com

 

El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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