Aunque el coordinador de las corporaciones y los esfuerzos en materia de seguridad en Baja California, es el gobernador del Estado, el actual, Jaime Bonilla Valdez está ausente del tema y de la mesa de seguridad que debe encabezar. A diferencia de, por ejemplo, el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán, quien con el Comandante General de la II Región Militar encabezaba la mesa de seguridad puntual y frecuentemente, Bonilla empezó haciéndolo; pero luego le ganó esa personalidad antojadiza que tiene, y dejó de asistir. El tema detrás de tan grave decisión, dicen quienes están cerca del gobernador, es que está molesto con el Ejército Mexicano y con la Guardia Nacional, desde que le “quitaron” la caseta de peaje de Playas de Tijuana, la cual había tomado por decreto para el Estado, cuando es facultad de Caminos y Puentes Federales de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, su administración y mantenimiento. De hecho, los soldados y los guardias nacionales solo siguieron órdenes del Gobierno Federal para recuperar lo que por derecho le pertenece, y Bonilla quiso agenciarse. Total, que así como es de voluntarioso, molesto, el gobernador decidió no asistir a las reuniones, dicen quienes sí las atienden. Ausente, pues, del tema de la seguridad.
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